Kim Davis, Funcionaria encarcelada
por oponerse a los matrimonios
gays,
heroína a la que honran precandidatos de EE.UU.
“Eso está
mal. Esto no es Estados
Unidos",
"Estoy con Kim, marcha por la libertad"
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La funcionaria encarcelada por negar licencias de matrimonio a
parejas gais en un pequeño condado del estado de Kentucky (EEUU) se ha
convertido en una heroína para algunos precandidatos presidenciales
republicanos, como Mike Huckabee, que quiere visitarla en su celda la próxima
semana.
Huckabee, exgobernador de
Arkansas que en mayo se lanzó a la carrera por la Casa Blanca, criticó que la
funcionaria Kim Davis haya sido puesta entre rejas "por actuar de acuerdo
con su conciencia y de acuerdo con la única ley ante ella", la del estado
de Kentucky y la de Dios.
"No me gusta el hecho de
que esté en la cárcel, es simplemente absurdo", consideró Huckabee, que
respaldó una marcha convocada por grupos de presión cristianos conservadores
para protestar el martes frente a la prisión de la ciudad de Grayson
(Kentucky), donde la funcionaria lleva tres días encarcelada.
Con el lema "Estoy con Kim, marcha por la
libertad", los convocantes pretenden protestar por lo que consideran
un ataque a la libertad religiosa de la funcionaria, de confesión cristiana,
que desobedeció la decisión de junio del Supremo para legalizar las uniones de
personas del mismo sexo en todo el país.
"Agradezco a Dios que nos
haya dado a Kim Davis y espero que más estadounidenses la apoyen", dijo
esta semana Huckabee, que ha lanzado una campaña de recogida de firmas en
internet para pedir al presidente de EEUU, Barack
Obama, que libere a la funcionaria porque
"ejercer la libertad religiosa no debería ser un crimen en EEUU".
El republicano, que ya se presentó
a las primarias de 2008, en las que perdió contra el senador John McCain,
aseguró que, en las primeras 48 horas, 100.000 personas firmaron la petición.
En un esfuerzo por ganar
relevancia en el apretado elenco de candidatos republicanos, esta semana se
sumaron a la defensa de Davis otros aspirantes a la Casa Blanca, como los
senadores Ted Cruz (Texas), Rand Paul (Kentucky) y los gobernadores Bobby
Jindal (Luisiana) y Scott Walker (Wisconsin).
"Hoy,
la anarquía judicial se convirtió en tiranía judicial. Hoy, por primera vez en
la Historia, el Gobierno arrestó a una mujer cristiana por vivir de acuerdo con
su fe. Eso está mal. Esto no es Estados
Unidos", afirmó Cruz
en un comunicado, el mismo día en que un juez federal envió a Davis a prisión.
La funcionaria, convertida en
un símbolo de oposición al matrimonio homosexual por motivos religiosos, dejó
de emitir cualquier licencia de matrimonio en junio, cuando el Supremo
convirtió en un derecho constitucional el matrimonio entre las personas del
mismo sexo y legalizó estas uniones en todo el país.
La tensión entre el Gobierno y
los estados por ver quién tenía potestad para decidir sobre el asunto se
incrementó en el último año, cuando estados conservadores aprobaron leyes de
"libertad religiosa", por las que trabajadores pueden ampararse en su
fe para negar un servicio a una persona por el mero hecho de ser gay.
"No creo que nadie deba
elegir entre seguir su conciencia y sus creencias religiosas o renunciar a su
trabajo y enfrentar sanciones financieras. Creo que es un error obligar a las
personas cristianas o a los dueños de negocios", consideró esta semana
Jindal en el diario "The Huffington Post".
"Nadie ha ingresado en la
cárcel por practicar su religión. Alguien ha entrado en la cárcel por usar la
fuerza del Gobierno para hacer que otros practiquen su religión", dijo en
un sonado mensaje en Twitter la bloguera Rachel Held Evans, cristiana y firme
defensora de los derechos de las mujeres.
Aunque algunos funcionarios
expresaron su oposición a la decisión del Supremo, esta es la primera vez que
uno de ellos es encarcelado por negar a parejas del mismo sexo su derecho a
casarse, un tema que sigue dividiendo a la sociedad estadounidense a pesar del
creciente apoyo que ganó el matrimonio gay en los últimos años.
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