Enseñar
el Islam en España
El
Estado Español y la Comisión Islámica acordaron que el curso 2016-17 todos los
alumnos que lo deseen podrán estudiar religión islámica.
Las
consecuencias serán importantes y no destacarán a corto plazo
Los
datos
El tema, lógicamente,
venía preparándose; ya en diciembre de
2014 el Ministerio de Educación aprobó una resolución que otorgaba a los
alumnos musulmanes el derecho a recibir enseñanza religiosa islámica en todos
los centros educativos independientemente de su financiación mientras no entren
en contradicción con sus principios ideológicos.
Pero para este
curso 2016-2017 los alumnos que lo deseen, ya podrán cursar la asignatura de
religión islámica en las aulas.
En España hay 281.725
alumnos musulmanes en las etapas no universitarias, según el Observatorio
Andaluz y la Unión de Comunidades Islámicas de España. Las comunidades con mayor número de
estos estudiantes son Cataluña (80.743), Andalucía (44.636), Madrid (37.150) y
Comunidad Valenciana (29.781). En Ceuta hay 5.545 estudiantes musulmanes y
6.989 en Melilla.
La población musulmana en España es del
3,6%, con lo que esta medida supone un gran respeto hacia una pequeñísima
minoría.
Cuando escuchamos esta noticia, nos viene
enseguida a la mente que en 23 países de
mayoría islámica persiguen a los cristianos, y de otras creencias, de
forma inhumana por su religión (Argelia, Arabia Saudí, Azerbaijan, Bahrein,
Bangladesh, Brunei, Egipto, Emiratos Árabes, Marruecos, Gitubi, Indonesia,
Irán, Irak, Kuwait, Libia, Mauritania, Nigeria, Omar, Qatar, Siria, Sudán,
Yemen, Túnez)
Los católicos y miembros de otras confesiones son proscritos
en naciones que profesan el Islam.
Los musulmanes pueden pagar con la muerte la osadía de apostatar del Islam para convertirse al cristianismo.
En ningún país en el que impere este fundamentalismo islámico
se puede divulgar el cristianismo.
La Iglesia Católica pide reciprocidad al Islam y el Papa Francisco
ha sido el único líder mundial que ha clamado contra la discriminación de los cristianos.
Ventajas
Indudablemente, esta medida
refuerza el respeto a la libertad religiosa de todos los ciudadanos españoles
y, supone, por tanto un reforzamiento del derecho a la enseñanza de la religión
católica en los colegios. Una opción más para que los padres puedan decidir
libremente la educación de sus hijos.
Si se realiza y asimila
adecuadamente, puede fomentar la
convivencia pacífica entre distintas creencias
ya desde la niñez y la adolescencia.
Los
riesgos
Los riesgos, también saltan a la vista:
Si los jóvenes estudian el islam
es posible que les cueste más adaptarse a la cultura y estilo de vida
occidental. Y que se sientan, todavía más distintos de la mayoría restante.
Y, el riesgo más evidente: que la enseñanza del islam en las escuelas se
emplee como forma de radicalización y alimento del terrorismo.
Precauciones
Como, indudablemente los
fundamentalistas y sus células infiltradas van a introducirse en ese proceso de
enseñanza del islam, es necesario que, junto al máximo respeto, teniendo en
cuenta todo lo que está ocurriendo en países occidentales, se haga un riguroso
control de:
Los contenidos de los textos
El perfil del profesorado
Seguimiento del desarrollo de las
clases
¿Contrapartida?
Y, ¿no debería España aprovechar
esta apertura para pedir equivalencia por parte de países musulmanes?
Se podría, por ejemplo, pedir respeto a otras religiones en los
países de origen de los musulmanes residentes en España.
Por ejemplo Egipto tiene una
población de católicos similar a la de musulmanes en España y, son considerados
ciudadanos de segunda clase y obligados a estudiar el Corán en las escuelas.
Como ya se sabe que una serie de
países más extremadamente fundamentalistas, nunca aceptarán ese tipo de
negociación ¿No se debería negociar una contrapartida con algunos de otros
países menos fundamentalistas?
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