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La Leyenda Negra se basa en el anticatolicismo y la rivalidad con España
«La
Leyenda Negra se basa en el anticatolicismo, la rivalidad con España y la
imprenta»
Carmelo López-Arias / ReL10 mayo
2014
En 1914 se publicó una obra única
en la bibliografía española: La Leyenda Negra, de Julián Juderías (1877-1918).
En cinco siglos de denigración sistemática del pasado histórico de España por
parte de sus enemigos exteriores, nadie "desde dentro" había
emprendido la tarea de estudiar y denunciar los orígenes de esa fenomenal
campaña de propaganda.
Esa obra tenía además un valor
añadido en el conjunto de la cultura universal, que apenas ha sido reconocido: "Fue una obra pionera en todo el mundo
y en cualquier idioma porque se ocupaba de la imagen como factor de
propaganda". Así lo enaltece Luis Español Bouché, editor de la nueva
edición de La Leyenda Negra que acaba de publicar La Esfera de los Libros, a la
cual antepone una extensa introducción y una recreación narrativa de lo que
pudo ser un día cualquiera en la vida de Julián Juderías: preciosa
"fantasía retrospectiva" de doce páginas que ofrece el retrato vivo
del culturalmente atractivo Madrid de 1913.
¿Cómo es posible que pasase casi
una centuria desde la muerte de Julián Juderías sin que nadie abordase un
estudio en profundidad sobre su vida? "Probablemente su olvido se debió a
su muerte precoz", explica: "Juderías tuvo muy mala suerte. Murió con
sólo cuarenta años de la gripe española, un virus que mató más gente que la
Primera Guerra Mundial. Por otro lado no pertenecía a ninguna escuela, a ningún
grupo. Era un hombre singular, independiente, libre… Además, Juderías era un
hombre honrado que vivía de su trabajo y no dejó una gran fortuna de la que
vivieran sus parientes; al contrario, hubo que realizar una suscripción pública
para salvar a su familia de la miseria.
Un
trabajo difícil de mejorar
Pero lo cierto es que su investigación
no ha sido mejorada, y Luis Español subraya por qué: "Resultaba difícil. La Leyenda Negra es un trabajo tan
compacto, tan bien estructurado, que ha tenido muchos más plagiadores que
imitadores y más imitadores que continuadores. Julián Juderías atribuía
"un papel fundamental" al anticatolicismo en los orígenes y
propagación de la Leyenda Negra, avanza su biógrafo, pues él mismo la define
como "la leyenda que habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a
raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces
y más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional”.
El
anticatolicismo y la Inquisición
"La
Leyenda Negra se basa en tres pilares: el anticatolicismo, la rivalidad de
otros países con España y la existencia de la imprenta que
permitió que apareciera la opinión publicada, origen de la opinión
pública", añade Español.
Le preguntamos por la
Inquisición, pues no en vano ella es el quicio de todas las afrentas contra la
Iglesia y contra España desde el siglo XVI: "Juderías no defendió en
absoluto la Inquisición. Lo que sí hizo fue contextualizar el fenómeno con una
fórmula admirable: «Fuimos, sí, un país
intolerante y fanático en una época en que todos los pueblos de Europa eran
intolerantes y fanáticos»".
Los
males que ocultan "los otros"
El primer capítulo de La Leyenda
Negra está enteramente dedicado a ponderar la obra de España, y el capítulo
final resume la historia del fanatismo en otras naciones de Europa o en los
Estados Unidos: "Aporta datos interesantísimos que permiten contextualizar
nuestro fanatismo en el marco general de la intolerancia de los siglos XVI a
XIX sufrida por toda la cultura occidental. Juderías nos ilustra acerca del
furor sanguinario de Lutero y Calvino, de la obsesión contra las brujas,
pasando por las crueldades coloniales o las atrocidades judiciales… La obsesión
contra la brujería del siglo XVI llevó a la hoguera a miles de mujeres en toda
Europa, y las cifras son tan abultadas que dan miedo. En tiempos de Juderías se
llegó a pensar que las mujeres condenadas por brujería entre Inglaterra y
Escocia durante menos de un siglo alcanzó la cifra de 57.000… Un solo
magistrado de Lorena, se vanagloriaba de haber quemado 800 brujas".
Interiorización:
lo peor
Luis Español lamenta que los
españoles hayamos interiorizado la Leyenda Negra, algo que ya detectó y estudió
Juderías: "Es sin duda la consecuencia más perversa de la Leyenda Negra,
el que muchos españoles la asumieran
como una realidad en su tiempo. De hecho, ese desprecio por lo propio que
tanto sufrimos en España ha alimentado el discurso pesimista del que se sirven
los separatismos". Y aunque "el discurso anticatólico puede servirle,
efectivamente, a un protestante o a un anticlerical, a veces te encuentras con
sorpresas", añade: "Cánovas no era precisamente de izquierdas pero
decía barbaridades, en tono de chanza, como que «son españoles aquellos que no
pueden ser otra cosa»”.
Juderías,
entregado a los marginados y enterrado con hábito
En cuanto a la religiosidad
personal de Juderías, "era católico ejerciente y lo enterraron con hábito,
lo que indica que debía pertenecer a alguna cofradía": "Sus sentimientos
personales no me constan más allá de sus escritos. Cabe decir que se adelantó
medio siglo al Concilio porque no era antisemita en un momento en que media
Europa lo era y en que muchos intelectuales católicos se obsesionaban contra
los judíos.
Y se ocupaba además de los
marginados, también de forma visionaria. Por otro lado hay que subrayar el
absoluto compromiso de Juderías con los olvidados, a los que dedicó miles de
páginas. Es el gran sociólogo de la miseria y antes que abogado de España fue
abogado de los más pobres".
Eso sí le fue reconocido en vida:
"Nadie ha escrito tanto como él contra la prostitución, la explotación de
las mujeres y de los niños.
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