Gerónimo, el legendario líder apache, era católico y hablaba español
Por Javier Nadal
Estamos acostumbrados a ver en los Western de Hollywood que, en la conquista del Viejo Oeste, las caravanas debían enfrentar un territorio inhóspito plagado de tribus salvajes que pronunciaban gritos ininteligibles mientras se llevaban la mano a la boca.
Pero estas películas olvidan que para la conquista del “salvaje oeste” ya habían pasado cientos de años de convivencia entre aquellas etnias y el dominio español primero y la República mexicana después.
Las
primeras expediciones españolas a Kansas, el cañón del Colorado y el sudoeste
del actual Estados Unidos, datan de 1540 encabezadas por Vasquez de Coronado.
Este territorio ya tenía unos 3 siglos de tradición hispana para la época de
Buffalo Bill, Toro Sentado, Gerónimo y la fiebre del oro del siglo XIX.
Por
ello, no es de sorprender que en la zona ya se hablaba el español y muchos de
sus habitantes se habían convertido al cristianismo, uno de ellos, el
legendario Gerónimo, según ha sido revelado en el reciente descubrimiento de
las partidas de bautizo de Gerónimo y sus padres (Apaches. Fantasmas de Sierra
Madre, M. Rojas, 2008).
La leyenda de Gerónimo nace después de sobrevivir una incursión de militares mexicanos en su campamento. Desde ese día empezó a escuchar a los espíritus que le pedían defender la vida de su pueblo. Entonces encabezaría una serie de ataques contra el ejército mexicano y colonos que luego desembocaban en una fuga imposible. Los apaches y mexicanos afirmaban que no era un simple mortal y él mismo llegó a decir que no existía bala capaz de matarle.
Una y otra vez lo atraparon y en todas lograba fugarse acrecentando más su leyenda. Lo llegaron a perseguir hasta 5000 soldados estadounidenses y 3000 mexicanos.
Según el mexicano Alvaro Enrigue (Ahora me rindo y esto es todo), Gerónimo era más mexicano que la “salsa verde” y la colonización no encontró un salvaje Oeste lleno de tribus hostiles sino un mundo hispano mestizo donde el Virreinato de Nueva España había reconocido su derecho de propiedad sobre la tierra que luego negaron los colonos estadounidenses, apoyados por una República de México luchaba por consolidarse luego de su independencia
Una vez más, el imaginario colectivo es formado por las fantasías de Hollywood antes de la verdad histórica, una Historia hispanomestiza que pareciera quieren borrar.
Fuente: El silencio
tiene un precio, María Elvira Roca Barea, 2018