La Reina Isabel protegiò a los indìgenas

 



La Reina Isabel protegiò a los indìgenas

Falsedades sobre el indigenismo

 Falsedades sobre el indigenismo


Falsedades sobre el indigenismo

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¿Hasta dónde puede llegar el Estado?



¿Hasta dónde puede llegar el Estado?

La Iglesia mantiene el principio de subsidiariedad

La polémica entre los límites de los derechos del Estado y de los individuos es histórica y universal y, lo seguirá siendo.

El hombre es naturalmente un ser destinado a la sociabilidad se agrupa en comunidades en distintos niveles. La presión de esas comunidades locales nacionales y supranacionales, con frecuencia extralimita sus competencias, limitando la dignidad y libertad del individuo como persona.

Distintos grupos ideológicos utilizan esas estructuras para imponer sus intereses y, como dijo Francisco recientemente, “hay colonizaciones ideológicas que destruyen”.

Por ejemplo, cuando el Papa Francisco dice que  “hay una guerra mundial para destruir el matrimonio”, es un ejemplo de cómo entes supranacionales, manipulados por grupos ideológicos,  intentan imponer una legislación que se enfrenta a los derechos de las familias, de los padres a educar a los hijos, de los centros de enseñanza a elegir su proyecto curricular o, de los individuos a exponer sus creencias religiosas. Por no mencionar la injerencia de algunos poderes públicos en la vida de los individuos a través de la información virtual.

Por ello, la Iglesia elaboró el principio de subsidiariedad que establece que   “una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior”.

En cuatro breves puntos el Catecismo  nos resume y aclara hasta dónde puede llegar el Estado:

1883. “La socialización presenta también peligros. Una intervención demasiado fuerte del Estado puede amenazar la libertad y la iniciativa personales. La doctrina de la Iglesia ha elaborado el principio llamado de subsidiariedad. Según éste, “una estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de necesidad y ayudarle a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al bien común” (CA 48; Pío XI, enc. Quadragesimo anno).

1884. Dios no ha querido retener para Él solo el ejercicio de todos los poderes. Entrega a cada criatura las funciones que es capaz de ejercer, según las capacidades de su naturaleza. Este modo de gobierno debe ser imitado en la vida social. El comportamiento de Dios en el gobierno del mundo, que manifiesta tanto respeto a la libertad humana, debe inspirar la sabiduría de los que gobiernan las comunidades humanas. Estos deben comportarse como ministros de la providencia divina.

1885. El principio de subsidiariedad se opone a toda forma de colectivismo. Traza los límites de la intervención del Estado. Intenta armonizar las relaciones entre individuos y sociedad. Tiende a instaurar un verdadero orden internacional.


1894. Según el principio de subsidiariedad, ni el Estado ni ninguna sociedad más amplia deben suplantar la iniciativa y la responsabilidad de las personas y de las corporaciones intermedias.

El Catolicismo es "Cristocéntrico"


El Catolicismo es "Cristocéntrico"

¿O es "bibliocéntrico"?

Jesucristo culmina, da total cumplimento a todas las profecías del Antiguo Testamento. Termina la alianza con el pueblo de Israel (local y temporal) y Dios inicia una nueva  alianza universal  (en el espacio y tiempo) con un nuevo pueblo.

Cristo en la cruz da pleno cumplimiento a todo el Antiguo Testamento y, con su resurrección, inicia el nuevo pueblo, con una nueva historia cuya primera andadura se narra en  el Nuevo Testamento que está, desde entonces, escribiéndose, a través de la vida y Tradición de la nueva Iglesia (de la misma forma que el Antiguo Testamento lo escribió el pueblo hebreo, con su tradición y por inspiración divina).

La Revelación se terminó con los Apóstoles y testigos de Cristo pero,  permaneciendo Cristo como Rey del universo y cabeza de su Iglesia viva.
Para ello, sustituye las doce tribus de Israel por los doce apóstoles (que juzgarán a las doce tribus de Israel) e inicia una nueva promesa, una nueva ley, basada en los diez mandamientos, las bienaventuranzas y las obras de misericordia. Instituye esa Iglesia, con Pedro como cabeza, para ejecutar la Nueva Ley, con la asistencia del Espíritu Santo, a través de los sacramentos. La Nueva alianza, nueva ley, es universal en espacio y tiempo,  sustituye a la antigua que era local y temporal.

Cristo vino y…se quedó presente en su Iglesia.

Cristo resucitó y se quedó presente entre nosotros a través de la Iglesia, con la asistencia del Espíritu Santo y de los Sacramentos y, muy especialmente, con su presencia real, viva, en la Eucaristía.

Sin embargo, para los protestantes, Cristo vino y después de la resurrección, se fue y no regresará hasta el fin de los tiempos. Por eso insisten tanto en que “Cristo viene” porque, necesariamente, lo tienen que extrañar.  Sus iglesias están vacías, solo tienen la palabra, la Biblia, les falta el Cristo vivo.

Por eso la señal de los católicos es la Cruz y, se podría decir, que la señal de los protestantes es la Biblia. Tienen la palabra pero, no tienen a Cristo vivo y actual. El catolicismo es “Cristocéntrico” y los protestantes, en ese sentido, son “bibliocéntricos”.

En alguna ocasión se escucha  a protestantes citar palabras de Jesucristo y decir “lo dice la Biblia”, como argumento de autoridad; cuando quien da autoridad a la Biblia es el propio Cristo y, por tanto, lo adecuado es decir “lo dice Cristo”. Pero, esa forma de expresarse es muy indicativa de como su fe, y su descubrimiento de la verdad, se basan en “el libro”.

Esa presencia y cercanía de Cristo nos hace acudir a su misericordia, ante el espectáculo de la debilidad histórica de los cristianos y de la nuestra personal. Reconocemos la presencia de Cristo en la Iglesia a pesar de la debilidad  de los católicos (clero y laicos), gracias a la asistencia del Espíritu Santo.


Digitalizar la enseñanza «no ha aportado ningún beneficio real», denuncia el experto Alberto Pellai

 


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Declarar el día del "orgullo cristiano"



En 2016 la Primera Ministra británica anima a los cristianos a mostrar su fe.

¿Habrá que pedir en Europa que se declare el día del “orgullo cristiano” y a los cristianos “salir del armario?
Lo “políticamente correcto” en los medios políticos europeos, incluye la exclusión de cualquier pensamiento o manifestación cristiana. ¿Estarán los cristianos en Europa pasando a ser una mayoría incómoda?
En la felicitación de la Navidad, la líder británica, al igual que su predecesor, hizo un valiente discurso en el que animaba a mostrar su fe a los cristianos.
A escasos días de que llega la Navidad y corra el champán y las familias se reúnan los políticos empiezan a lanzar sus discursos típicos de esta época festiva que en Occidente se celebra en honor al nacimiento de Jesucristo.

Pero las raíces cristianas de Europa no parecen ser bien vistas en todos los países de Europa ya que según la religión de lo políticamente correcto para no ofender a nadie lo mejor es el silencio, aunque el 70% de la población se declare cristiana.
Y es que la primera ministra británica, Theresa May, dice que los cristianos no deben tener miedo a hablar de su fe en el trabajo y en lugares públicos.

Y señala que “estamos en el tiempo de Adviento y tenemos en nuestro país una tradición muy fuerte de tolerancia religiosa y libertad de expresión, y nuestra herencia cristiana es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos”.

Un discurso inusual en Europa, sólo comparable al anterior primer ministro británico David Cameron cuando en 2015 denunció la persecución a los cristianos en Oriente Medio y defendió que su país, aunque acoge a todas las fes y a aquellos que no profesan ninguna, no puede olvidar sus raíces cristianas.

“La Pascua es la ocasión para los cristianos de celebrar el triunfo definitivo del amor sobre la muerte, con ocasión del nacimiento de Jesús. (…) “Personalmente he experimentado en los momentos más difíciles de mi vida el gran consuelo que representa la misericordia de la Iglesia; en toda Gran Bretaña la Iglesia no solamente predica ‘ama a tu prójimo’, sino que lo vive constantemente en los centros de fe, las cárceles, en las asociaciones ciudadanas.

Y es por todas estas razones por las cuales debemos sentirnos orgullosos de proclamar que este país es un país cristiano”, dijo el ex primer ministro.

“Así es: somos una nación que abraza, recibe y acepta todas las fes y también la falta de fe, pero somos aun así un país cristiano. (…) Y como país cristiano nuestra responsabilidad no termina aquí: tenemos el deber de levantar nuestras voces contra la persecución de los cristianos en el mundo”.


Toda una declaración de intenciones en un país donde hay más de 3 millones de musulmanes. 

Católicos y protestantes: entre lo bueno y lo excelente



Católicos y protestantes: entre lo bueno y lo excelente

Carencia espiritual del protestantismo

La Iglesia en reforma permanente

En las últimas décadas se están dando importantes pasos en el proceso de  unidad de los cristianos. Es una irresponsabilidad frente a la humanidad la falta de unidad entre cristianos. Por encima de nuestras diferencias doctrinales tenemos un gran campo de acción común para aportar soluciones a los actuales problemas humanos: defensa del no nacido, de la familia, del matrimonio, de la paz, contra la trata de personas, la droga, el comercio de armas y,…sobre todo, del derecho a la libertad religiosa.

Si trabajamos juntos en esos importantes temas, nuestra unidad en otros aspectos irá avanzando, mientras aportamos bien a la humanidad. 

En las polémicas entre católicos y evangélicos “de a pie”, se detecta, frecuentemente,  un gran  desconocimiento por ambas partes. En realidad, como en cualquier otra disciplina. Asombra la enorme ligereza y superficialidad con la que algunos protestantes defienden sus posturas; el gran desconocimiento histórico, filosófico, teológico y bíblico de sus afirmaciones.

Aunque en las bases sociales populares en Latinoamérica se está produciendo un significativo aumento de distintos grupos protestantes, sin embargo, en la cúpula de pastores protestantes se está generando el proceso contrario de conversión hacia el catolicismo. Se trata,  sobre todo, de un proceso de coherencia lógica con su riguroso estudio de la Biblia. Decenas de pastores, coherentes con su investigación bíblica, han encontrado un itinerario de camino bíblico hacia la Iglesia Católica.

Dios proporciona su gracia a través de los Sacramentos y de las vías más insospechadas para ayudar a todas aquellas personas de buena voluntad que no conocen su Iglesia. Hay excelentes personas, entre los protestantes, que están en ese camino porque no han tenido oportunidad de conocer el correcto;  no hay la menor duda de que Dios les ayuda. De la misma manera que hay pastores protestantes que son meros explotadores de su capacidad oratoria, de persuasión y manipulación de sentimientos, sobre todo, de personas sencillas; pastores que están ahí como medio de subsistencia, como líderes locales de pequeñas comunidades que les mantienen con el diezmo
.
Todas esas personas sencillas, con buena voluntad, se están perdiendo la gran riqueza espiritual de la única Iglesia de Jesucristo. Sus templos están vacíos, allí no hay nadie,  solamente tienen sillas, un atril, una biblia y un predicador. En realidad, no son templos, son salas de conferencias bíblicas.  No tienen a Jesucristo real y verdaderamente presente en la Eucaristía. Son como las antiguas Sinagogas judías. 

No tienen  muchos de los Sacramentos, ni la autoridad y solidez de 20 siglos de vida de la Iglesia de Jesucristo. No tienen los miles de modelos de las vidas de santos que nos enseñan que hay múltiples maneras de imitar a Jesucristo que, efectivamente,  es el  único modelo e intercesor; sobre todo, desconocen el admirable papel de la madre de Jesucristo como nuestra madre espiritual.

Permanecen anclados en el Antiguo Testamento de la Biblia y desconocen todos los beneficios que Cristo nos ha ganado con la Nueva Ley, al ignorar la Iglesia fundada por Él mismo. 

Tienen una gran ignorancia de su propia historia; desconocen que su único enlace con los primeros cristianos, son los 16 siglos de catolicismo en la Iglesia que Lutero pretendió inicialmente solamente reformar y no dividir.   En esa historia de la Iglesia caminan juntos la santidad y el pecado, el trigo y la cizaña, la ortodoxia y la herejía. A todos los niveles: desde los obispos y papas hasta el laico que lleva una vida ordinaria.

Desconocen que muchos católicos estaban reclamando las reformas de la Iglesia, y no solamente Lutero. No saben que esas reformas, y más de las que Lutero reclamaba, se realizaron concienzudamente en el Concilio de Trento. Ignoran que la Iglesia está en reforma permanente.

No conocen el siguiente texto escrito de Lutero a Zwinglio: «Le asusta a uno ver cómo donde en un tiempo todo era tranquilidad e imperaba la paz, ahora hay dondequiera sectas y facciones: una abominación que inspira lástima [...] Me veo obligado a confesarlo: mi doctrina ha producido muchos escándalos. Sí; no lo puedo negar; estas cosas frecuentemente me aterran».

Tampoco conocen lo que Lutero le confiaba a su amigo Melanchton: « ¿Cuántos maestros distintos surgirán en el siglo próximo? La confusión llegará al colmo».

 Desconocen que hubo, y hay, otros grandes reformadores que no rompen la unidad de la Iglesia, sino que la fortalecen: como san Pío V y san Carlos Borromeo. Los mártires Tomás Moro y Juan Fisher; san Ignacio de Loyola; los místicos y gigantes espirituales españoles como Teresa de Ávila y Juan de la Cruz, así como San Felipe Neri, san Pedro Canisio y san Francisco de Sales.

Tienen grandes lagunas filosóficas como pensar que la Biblia es la única fuente de conocimiento de la verdad; o errores teológicos como el de la predestinación que les lleva a consecuencias filosóficas inaceptables que niegan la responsabilidad y libertad humana.

Desperdician los 20 siglos de doctrina cristiana acumulada con rigor científico en áreas como la bíblica, teológica, y filosófica. Cabezas brillantes como los 92 Padres de la Iglesia de los cuatro primeros siglos y los 38 Doctores de la Iglesia posteriores.

No tienen el tesoro de la liturgia para los actos de culto a Dios, acumulada durante siglos, con fundamentos bíblicos y belleza artística en coros, instrumentos musicales, escultura, pintura, arquitectura, poesía, literatura,… 

Los protestantes buscan, de un templo a otro, al predicador que mejor se ajuste a su estilo oratorio, o a su personal interpretación de la Biblia y,… tienen cientos para elegir.
La autoridad de un Sacerdote católico no proviene de su liderazgo social, ni de su dominio de las técnicas de oratoria sino, de su identificación con Jesucristo. La autoridad no se la conquista él mismo sino que se la confiere su unidad con Jesucristo y su Iglesia.

Cuando un pastor protestante lee el texto “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mat 16,18)  ¿Realmente ese pastor puede creerse sucesor de Pedro?

Vale la pena terminar con este mensaje de respeto y unidad que nos da el Evangelista Lucas en 9,49:

“Maestro, vimos a cierto hombre expulsando demonios y se lo prohibimos porque no es de los nuestros. Jesús le dijo: no se lo prohibáis. Porque el que no está contra vosotros, con vosotros está”   

Defensa de la vida a cualquier precio


 






Respeto y defensa de la vida a cualquier precio


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