¿Hay
relación directa entre el virus del zika y la microcefalia de los bebés?
Una
periodista brasileña con microcefalia denuncia el oportunismo abortista.
El virus del Zika y la OMS
La Dra.
Silvia Ribeiro es Directora para América latina del Grupo ETC, en
México. Experta investigadora ambientalista con vasta experiencia en Uruguay,
Brasil, México y Suecia. Como representante de la sociedad civil participa
activamente en las reuniones de Naciones Unidas sobre tratados ambientales.
Ella nos facilita la siguiente información:
“Según datos oficiales al 2/2/16, se han confirmado 404 casos de
microcefalia en Brasil. Solamente 17 tenían el virus zika. Es apenas 4.2 por
ciento de los casos confirmados y sólo muestra que el virus estaba presente, no
que fuera causante de microcefalia, anomalía que tiene un amplio espectro de
causas posibles, como exposición durante el embarazo a tóxicos, desnutrición y
otras infecciones, todos factores de alta incidencia entre la población pobre
del noreste, donde están 98 por ciento de los casos referidos.
La Asociación Brasileña de Salud Colectiva publicó una excelente nota
técnica y carta abierta al pueblo, notando que el aumento de microcefalia se
puede deber al uso de insecticidas y larvicidas que se colocan en el agua
potable, cuya concentración aumentó en el noreste en el periodo en cuestión,
debido al racionamiento de agua por sequías inesperadamente más intensas que lo
normal. Exigen una consideración amplia de las causas de microcefalia, en una
estrategia decidida con la gente, desde sus condiciones, que al contrario de
esos enfoques técnicos de alto riesgo (como los mosquitos transgénicos), es la
única forma efectiva de enfrentar las epidemias”.
Por
otro lado, recientemente hubo una reunión de la Organización Mundial de la
Salud con los distintos países para informarles sobre el virus zika.
La
conclusión que transmite la OMS es que
actualmente no se puede afirmar que exista correlación entre el virus y la
microcefalia de bebés. Aun así, hay quien sigue aprovechando la crisis del
zika para promover el aborto.
No
sólo eso, sino que los altos funcionarios de la OMS aseguran que, pese al
incremento de casos de microcefalia declarados, la inmensa mayoría de los casos
de microcefalia detectados en Brasil son posibles -incluso probables- falsos positivos, es decir, no son
casos reales de microcefalia sino que se pueden deber a otras causas como
razones genéticas o incluso deficiencias alimentarias.
Además,
entre aquellos que se declaran enfermos de zika no está demostrada su
correlación con la muerte. Sólo hay 5 casos probados de muertes de bebés cuya
madre sufría zika, pero no se ha demostrado la relación causa-efecto.
¿Por qué entonces la OMS
llamaba a los estados a “rectificar y modificar sus leyes” de aborto ante la
crisis del zica?
En
la reunión, algunos países africanos se mostraron molestos por la
culpabilización pública a África cuando apenas ha habido dos casos reportados
en las últimas décadas.
Otro
representante africano se preguntaba por qué la OMS sin apenas información ni
datos concretos y concluyentes decretó la alarma mundial.
Y
es que en la comunidad diplomática hay muchos que denuncian abiertamente que se esté utilizando el virus del zika para
promover la salud sexual y reproductiva, incluido el aborto.
Curiosamente
Brasil –el país supuestamente más afectado- mantuvo una postura más plana, sin
reclamar aborto. En cambio, Colombia -que ha reconocido no haber reportado
casos de microcefalia- apunta como solución la anticoncepción y reiterando la
necesidad de una intensa campaña de educación sexual y de la salud sexual y
reproductiva.
Ahora veamos el caso de la
periodista brasileña con microcefalia
Ana Carolina Cáceres es
una periodista brasileña que ha alzado la voz
tras ver como diversos grupos pro-aborto están utilizando el virus zika y la
microcefalia para asustar a
la población y permitir así una legislación abortiva menos restrictiva.
Escribió su propia
historia para la BBC para frenar el empuje de los abortistas.
Cáceres tiene microcefalia
y sabe que tener un cráneo anormalmente pequeño no significa tener un cerebro
pequeño. De hecho, cuenta que se hizo periodista para poder ser la voz de
las personas con microcefalia de
cara al mundo.
“Sobreviví, al igual que
muchas personas con microcefalia”, “nuestras
madres no abortaron y gracias a ellas estamos vivas”. Pero Ana
Carolina hace algo más que existir: se graduó en la universidad; escribió un
libro sobre su vida; toca el violín y mantiene un blog para animar a otras
personas con microcefalia y a sus familias.
Cuando nació, el médico
dijo que no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir: “No caminará, no hablará y
luego entrará en un estado vegetal hasta el día de su muerte”. Pero el
médico, como muchas otras personas, se equivocó.
Con todo, la batalla fue
dolorosa y costó mucho esfuerzo salir adelante. “Toda la familia se reunió y
aportaron lo que pudieron para cubrir los gastos médicos”. A
los nueve días de nacer, Ana Carolina ya había sobrevivido a cinco operaciones
que le permitieron respirar por sí sola.
“Tenía convulsiones, al
parecer es normal en las personas con microcefalia, pero no es un gran
problema. Hay medicamentos para mantenerlas bajo control”.
Así quiso responder Cáceres
al anuncio realizado por Anis, un Instituto de Bioética, que llevará
a los tribunales la ley del aborto bajo el argumento de que el reciente aumento
de los caso de microcefalia está causada por el virus Zika y que el Gobierno debería haberlo
impedido.
Cáceres está de acuerdo en
que su condición “sin duda puede tener
consecuencias más graves” que
en su caso particular y que “muchos niños tendrían suerte si les toca un vida
como la mía”, pero niega que el aborto sea la solución.
“El aborto”, es un
intento corto de miras para abordar el problema. Lo más importante es el
acceso al tratamiento; la orientación para los padres y para los enfermos de
mayor edad; y la fisioterapia y el tratamiento neurológico para los que nacen
con microcefalia”.
Ana Carolina culpa
a la incompetencia del Gobierno durante parte del problema, ya que
malgastan fondos en obras públicas que no benefician a nadie cuando se podrían
invertir en el sistema de salud, que está siendo dejado completamente de lado.
Esta joven periodista
afirma que tiene miedo de que el Gobierno amplíe la
ley del aborto para la microcefalia, utilizándolo como una
solución rápida para atajar “el problema” en vez de proporcionar el cuidado y
la educación necesarios después del nacimiento.