¿Sabes
qué es el Modelo Diamante de educación?
Las chicas, en la adolescencia, rinden mejor en los colegios dejando atrás a
los chicos
Reino Unido debate para implantar
el MODELO DIAMANTE: separar por sexo durante la adolescencia, en las aulas.
Después
de más de cincuenta años de enseñanza mixta, en bastantes países avanzados
(Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Suiza, Escocia, Francia, Nueva Zelanda) la
diferenciación por sexo en las aulas, durante la adolescencia, está siendo
impulsada por la propia Administración educativa, aplicándose como una
novedosa técnica pedagógica que está proporcionando excelentes resultados,
tanto académicos, como personales.
Y,
también contrariamente a lo que sucede en España, estas experiencias se están
desarrollando precisamente en escuelas públicas que, por la implementación de
tan innovadores programas, reciben incluso financiación adicional de los
presupuestos estatales para la formación de su profesorado en el conocimiento y
profundización de las diferencias sexuales en el aprendizaje, de cara a
optimizar las potencialidades propias de cada sexo, de acuerdo con sus características
psicológicas, somáticas y personales.
Conforme
afirma la Dra. María
Calvo, especialista en la materia: ¨No se trata de una vuelta a un pasado,
afortunadamente muy lejano, en el que se educaba a los muchachos para dominar
el mundo y a las niñas para someterse a la voluntad masculina, quedando
injustamente relegadas al ámbito privado del hogar.
Antes
al contrario, supone la aplicación de técnicas docentes y pedagógicas
innovadoras y punteras, basadas en recientes descubrimientos científicos que
muestran cómo los cerebros de hombres y
mujeres, aunque porcentualmente iguales en inteligencia, son notablemente
diferentes, en estructura y funcionamiento; estableciendo una conexión
incontrovertible entre cerebro, hormonas, comportamientos y también, en consecuencia,
aprendizaje.
Estamos presenciando la implantación seria
y definitiva de un nuevo modelo pedagógico, cuya fuerza arranca de sus propias
ventajas, demostradas empíricamente, y de su fuerte aceptación social, al
margen de ideologías, creencias o tendencias".
"Lo
que está ocurriendo es que los chicos no levantan la mano para responder a las
preguntas de los profesores o incurren en comportamientos inmaduros por temor a
ser avergonzados"
Las mujeres están logrando en Reino Unido mejores resultados académicos
que los hombres en todos los niveles de la educación, desde primaria a la
universidad.
Un informe oficial reveló el pasado octubre
que en las escuelas públicas el rendimiento de ellas era casi diez puntos
mejor que el de ellos. Solo hay una excepción, las ciencias -en especial la
física-, que se resisten a las mujeres, a pesar de que se han llevado a cabo
varias campañas animando a las mayores de 16 años decantarse por esa
rama.
Con mejores expedientes, ellas copan
también la oferta universitaria más elitista y las carreras con plazas
limitadas, lo cual ha abierto un debate público en el Reino Unido, en el que
acaba de intervenir de forma sonora Alun Jones, presidente de turno de la
asociación que agrupa a 160 colegios privados de chicas británicos. Jones ha
pedido que entre los once y los dieciséis años ellos y ellas estudien en
aulas separadas.
En declaraciones al «Sunday Times », Jones
propone implantar como norma general el llamado MODELO DIAMANTE. Es
decir: en primaria niños y niñas
estudian juntos, en la adolescencia sus clases se separan y en el final del
bachillerato vuelven a converger en la misma aula.
Según
el profesor, director del colegio independiente San Gabriel, un centro para
chicas de Newbury, al Este de Londres, «si eres muy brillante y muy centrada,
si eres una joven bien articulada y bien dirigida, como son un montón de niñas,
eso intimida a los niños en el aula, en especial a los que tienen unas
capacidades medias».
Por eso cree que «en los años más
formativos, que son los de la adolescencia, los chicos deberían ser educados
aparte». A su juicio, la separación «podría cortar el declinar de los
resultados de los chicos en las escuelas públicas, creo que deberían considerar
la implantación del Modelo Diamante,
sobre todo en ciencias, matemáticas y lengua inglesa».