Foto: producción intensiva en invernaderos
Desmontando
el mito de la superpoblación creado por Malthus
El hambre en
el mundo no es por falta de alimentos sino por su desigual distribución.
El mito de la
superpoblación ha sido uno de los argumentos más usados para justificar algunas
de las prácticas más aberrantes cometidas por el ser humano como el aborto. Se
puede resumir en la idea de que ‘para poder sobrevivir y no destruir el
planeta, hay que reducir la población mundial’.
Así argumentan
organismos como la ONU, que busca imponer el aborto en el mundo, o el Club de Roma, que propuso pagar 80.000 dólares a aquellas mujeres que con 50 años
tuviesen uno o ningún hijo. Con ello lograrían su objetivo, reducir a los seres
humanos.
Sin embargo la teoría de la superpoblación es un mito,
y las razones que esgrimió su creador, Thomas Malthus, son erróneas. Eso
es lo que constata el Population Research Institute con una serie de
cuatro vídeos que ha publicado para desmitificar este mito.
En Inglaterra
1798, el pastor Thomas Malthus, descubrió que la producción de alimentos
aumentaba aritméticamente y la población exponencialmente y llegó a la
conclusión de que el mundo carecería de alimentos en 1890.
Pensó que
la causa de ello eran las bajas tasas de mortalidad y recomendó exterminar a
los pobres de la sociedad para evitar que los que tienen mueran de hambre.
No estamos
superpoblados
Desde la
época de las cavernas hasta nuestros días, la humanidad sigue existiendo
gracias a que cada generación trae una nueva que va remplazándola. Para que
cada generación reemplace a la anterior debe nacer una persona por cada persona
viva. Cuando todo se mantiene igual se crea un balance demográfico perfecto.
Como las mujeres son las únicas que pueden tener hijos para reemplazar a cada
persona en la Tierra, cada mujer necesita tener dos hijos, uno que la reemplace
a ella y otro que reemplace al hombre que no puede tener hijos.
La Tasa
Global de Fecundidad es la cantidad promedio de hijos que cada mujer tiene en
una determinada sociedad. Esta cifra nos indica si una sociedad está creciendo
o decreciendo. En los países en desarrollo, la tasa de natalidad, tasa de
reemplazo, es de 2,1 niños por mujer. Esto mantiene la población estable pero,
suponiendo que todas las mujeres tengan hijos y que no haya guerras, o
hambrunas, o enfermedades,…
Como no
todas las mujeres desean tener hijos para mantener la población equilibrada,
algunas mujeres deben tener más de 2,1 hijos para balancear la tasa de
natalidad con respecto a las mujeres que sólo quieren tener uno o ningún hijo.
En el mundo
real, los desastres suceden constantemente. Lamentablemente, no todos los niños
alcanzan la edad adulta, especialmente en los países pobres. Todos estos
eventos hacen que la tasa real de reemplazo llegue hasta 3,3 niños por mujer.
Mantener
este balance es de gran importancia. Si la sociedad no se reemplaza a sí misma
en cada generación, las cifras de seres humanos comienzan a caer de forma
exponencial. Los problemas sociales y económicos aparecen cuando las personas
mayores que se jubilan, superan en
número a los jóvenes que ingresan al trabajo. Lo que sabemos que actualmente
está sucediendo en el mundo desarrollado.
Muchos
países en todo el mundo están apenas reemplazándose mientras que una mayoría
creciente tiene tasas de natalidad por debajo del reemplazo, tan bajas como 1,8
y hasta 1,2 niños por mujer. Algunas sociedades están en un verdadero peligro:
la extinción.
Hay
suficientes alimentos para todos
Según los
defensores de la superpoblación, somos tantos en el planeta, que no hay
posibilidad de que la producción de alimentos alcance para todos. Sin embargo,
de acuerdo con la FAO y el Programa Mundial de Alimentos, actualmente hay suficiente comida en el planeta como para alimentar
a todos.
No
solamente eso, sino que cada vez tenemos más alimentos empleando menos tierra
que antes. Es por ello que en EEUU y en Europa se permiten el lujo de pagar a
algunos agricultores por no producir más alimentos sino, más bien, por devolver
tierras a la naturaleza. La tecnología
moderna también nos permite producir en tierras donde hubiera sido imposible hacerlo unos
pocos años atrás.
Entonces
¿Por qué hay gente en distintas partes
del mudo que mueren hambre? El Programa
Mundial de Alimentos enumera las causas claves del hambre y la superpoblación
no se encuentra en esta lista:
-
La
guerra que destruye los cultivos y afecta a los esfuerzos de ayuda humanitaria.
-
La
pobreza generalizada que impide a muchos comprar los alimentos que necesitan.
-
Un
falta de infraestructura que implica que no haya una manera eficiente de
transportar los alimentos a las zonas que lo requieren.
El porcentaje de pobres ha disminuido a pesar de
que la población ha crecido.
Según el Banco
Mundial, pobreza es cuando las personas son privadas del bienestar como
resultado de bajos ingresos y no son capaces de conseguir los bienes básicos
que necesitan para vivir con dignidad.
¿Cómo hemos
superado hasta ahora la pobreza? Nos mantuvimos multiplicándonos y formando
comunidades en las que las personas no emplean su tiempo solamente en
supervivencia y son capaces de hacer otras cosas como dividir tareas, compartir
recursos y unir sus energías mentales parta que surjan soluciones creativas a
sus problemas.
Estas
comunidades se iniciaron con familias que se hicieron más extensas y crearon
tribus y finalmente ciudades y naciones.
¿Y qué
efecto ha tenido este crecimiento sobre la pobreza? De hecho la historia muestra como nuestro
número ha crecido y también nuestro estándar promedio de vida.
Los
científicos han medido este estándar de vida en todo, desde el ingreso per
cápita, hasta la cantidad promedio de calorías consumidas, incluso la talla
promedio,… y todos estos promedios han ido aumentando. Lo que significa que, a
pesar de que la pobreza persiste, el porcentaje de pobres ha disminuida a pesar
de que la población ha crecido.
La razón de esto es que los seres humanos no
somos solamente consumidores, sino que somos también productores. Por esto, a
lo largo de muchos siglos hemos aprendido por ejemplo a producir más alimento
en menos tierra, encontrar mejores fuentes de energía y asegurarnos de que más
gente tenga lo suficiente para comer y un techo para dormir.
En 2040
alcanzaremos el máximo de población y empezaremos a disminuir
La pobreza
es un problema que no se soluciona eliminando gente. La pobreza ha sido siempre
un problema, incluso cuando el planeta estaba poco habitado. Las personas son
la única forma comprobada de salir de la pobreza.
Hemos
alcanzado los 7 mil millones de habitantes, cifra record en la historia de la
humanidad, y aumentamos en 1.000 millones cada 15 años.
En 1804 la
población mundial alcanzó 1.000 millones.
En 1927 se
duplicó esa cifra.
Sin embargo
en 1960 esa cifra aumentó solamente la mitad y en 1975 solo creció un tercio, y
luego un cuarto y, luego un quinto,…
En los 40
últimos años la Tasa Global de Fertilidad ha seguido disminuyendo. Según datos
de la ONU la población mundial alcanzará un máximo dentro de 24 años, después
comenzará a decrecer y, a finales del siglo, perderemos 1000 millones de
personas cada 20 años. Es decir, dentro de 75 años estaremos de nuevo en los
7.000 millones actuales.
En este contexto vale la pena
citar la Encíclica Laudato Si n. 50, del Papa Francisco:
“En
lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo
diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad. No
faltan presiones internacionales a los países en desarrollo, condicionando
ayudas económicas a ciertas políticas de « salud reproductiva ». Pero, « si
bien es cierto que la desigual distribución de la población y de los recursos
disponibles crean obstáculos al desarrollo y al uso sostenible del ambiente,
debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un
desarrollo integral y solidario ». Culpar al aumento de la población y no al
consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los
problemas. Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una
minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería
imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los
residuos de semejante consumo. Además, sabemos que se desperdicia
aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen”
Cuando reconocemos la maravilla de Dios, ninguna teoria nos asusta.
ResponderEliminarEs tan grande su obra que no alcanzamos a comprender las leyes que la mantienen funcionando.
Gracias por este articulo.