El 48% de los bosques en Centroamérica se encuentran en
comunidades indígenas.
Merece la pena encabezar esta información
con las ideas del n.146 de la Encíclica Laudato Si del papa Francisco:
“En este sentido, es indispensable prestar
especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales.
No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los
principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes
proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien
económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un
espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y
sus valores. Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes
mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de
presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para
proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación
de la naturaleza y de la cultura”.
Según un mapa presentado en Nicaragua por
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
‘El mapa refleja con evidencias científicas
basadas en verificación, basados en hechos, que casi el 50% de los bosques de
Centroamérica traslapan con pueblos indígenas, al igual que los ecosistemas
marinos’, expuso la coordinadora de la Unidad de Biodiversidad y Derechos de la
Oficina Regional de la UICN para Mesoamérica y el Caribe, María Pía Hernández.
Entre los principales hallazgos del estudio
realizado por la UICN es que Centroamérica
es habitado por 63 grupos indígenas ubicados en una superficie de 202,017
kilómetros cuadrados en tierra y 80,308 en agua, especialmente en el Caribe.
Asimismo, el área boscosa de la región es
de 211,793 kilómetros cuadrados, de los cuales el 48% se ubican en zonas de uso
y ocupación de pueblos indígenas. Un 37%
del área boscosa centroamericana está calificada como área protegida, que
en total abarcan una superficie de 165,716 kilómetros cuadrados, según el
estudio.
También el 32% de las áreas protegidas
marinas, que suman un total de 92,114 kilómetros cuadrados, son habitados por
pueblos indígenas.
‘El mapa viene a confirmar y a reafirmar
una vez más, que nosotros, los pueblos indígenas, somos los mejores cuidadores
de los bosques’, sostuvo el representante de los territorios miskitos de la
Región Autónoma del Caribe Norte (RACN) de Nicaragua, Mark Rivas.
Hernández explicó que la capa de los
diferentes tipos de bosques de la región fue elaborada sobre la base de los
mapas de usos del suelo facilitados por los Gobiernos de cada uno de los países
centroamericanos, al igual que las capas de áreas protegidas. ‘El mensaje de
este mapa es el de construir alianzas, a repensar la forma en cómo se están
protegiendo las áreas protegidas de nuestro país y nuestra región’, indicó la
directora de UICN.
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