¿Por qué Greta Thunberg apoya al
Orgullo Gay de Estocolmo.?
Cambio climático: informarse bien
Hacen falta centenares
de niñas como Greta Thunberg que lloren y griten defendiendo a los millones de
niños hambrientos, moribundos y pobres.
Verdadera
magnitud del problema
Debemos ser respetuosos sobre la
magnitud del problema. Sobre las causas del calentamiento global atribuibles al
hombre no hay en absoluto un acuerdo entre los científicos. Y, por
consiguiente, tampoco hay acuerdo sobre la oportunidad o necesidad de inducir
costosos cambios en los comportamientos humanos, dado que éstos no son la causa
de los cambios climáticos. Una pequeña variación de temperatura en el Océano
Pacífico tiene un impacto sobre el clima infinitamente mayor que todas las intervenciones
humanas. Hay que guiarse por la razón y, en consecuencia, no prescindir de la
ciencia ni hacerle decir lo que no dice. Ni siquiera está científicamente
probada la relación entre el aumento del CO2 y el aumento de la temperatura.
Intereses
Hay que ser realista y no obviar el hecho de que las
hipotéticas intervenciones para reducir el calentamiento global tendrían
un coste elevadísimo. Por tanto, es lícito pensar que existen importantes
intereses impulsando que se adopten esas inversiones. Si se condena la
especulación económica de las empresas de un sector, habría que hacer lo mismo
con las de otros sectores. La economía verde no es celestial por
naturaleza.
Falso
alarmismo
No podemos entregarnos a alarmismos
atemorizantes. El milenarismo de los ecologistas es conocido desde hace tiempo
y son innumerables las previsiones que han hecho en el pasado sobre el colapso
que sufriría nuestro planeta, sobre todo por la superpoblación. Previsiones
que no se han cumplido. Es inculto adaptarse a estas previsiones
catastrofistas, sobre todo si no tienen base científica.
¿Quién es
la ONU para…?
No podemos equiparar inmediatamente la
ONU con el Bien, y convertir cualquier conclusión de una cumbre de la ONU en un
deber absoluto para las personas responsables. Sabemos con total certeza
que las agencias de la ONU suelen llevar a cabo acciones ideológicas
contrarias al verdadero bien del hombre.
Intereses supraestatales
Los gobiernos no deberían nunca aceptar
órdenes de entidades supra-estatales sobre estas temáticas, porque detrás de
las “directivas” de los organismos políticos supra-estatales, como la Unión
Europea, se esconden visiones sobre las relaciones entre el hombre y la
naturaleza que pueden ser erróneas.
Manipulación
No podemos dejarnos deslumbrar por manifestaciones
callejeras que suelen estar manejadas y financiadas en la sombra, incluso
cuando se trata de manifestaciones juveniles. Corear lemas teledirigidos y
salir a la calle junto a estudiantes reclutados puede hacerle a uno muy famoso,
pero no necesariamente justo.
Ecología
humana
Cuando se habla de ecología
medioambiental, debemos siempre procurar que se hable también de ecología
humana. No solo ambas cosas no van separadas, sino que la ecología
humana deber tener siempre la prioridad sobre la medioambiental. Si no se
habla también de la lucha contra el aborto, hablar de la lucha por
la biodiversidad no solo es reduccionista, sino engañoso.
¿Y el
hambre y la desigualdad¿
Es
sorprendente que haya alcanzado tanta virulencia el problema del cambio climático
y que, sin embargo, no despierten pasiones más fuertes el problema de millones
de personas con hambre y el de la pobreza y desigualdad.
Hacen falta centenares
de niñas como Greta Thunberg que lloren y griten defendiendo a los millones de
niños hambrientos, moribundos y pobres.
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