El
Catecismo de la Iglesia Católica: libro de consulta
Exposición orgánica de toda la fe católica
La Biblia, con el Antiguo y Nuevo
Testamento, es un libro que todo cristiano debe tener en su casa, para leer,
consultar, meditar y rezar diariamente.
Lo mismo pasa con el Catecismo:
necesitamos tener un ejemplar de la versión oficial del Catecismo de la Iglesia
Católica para consultarlo y estudiarlo frecuentemente.
Se puede tener y consultar esa
versión, en distintos idiomas, en http://www.vatican.va/archive/ccc/index_sp.htm
En realidad, la versión oficial
está dirigida a personas con cierta preparación teológica y filosófica
(Obispos, sacerdotes, profesores, catequistas, etc.) pero, todos la debemos
conocer, y consultar aunque haya contenidos que no acabemos de entender bien
por falta de capacitación. De hecho, esa versión es como la guía de seguridad
para las versiones “populares” del catecismo.
De ese “texto maestro” se van
realizando versiones divulgativas que se orientan a la catequesis de distintos tipos de personas: jóvenes, niños,
adultos, catequistas,… Por ejemplo, la Conferencia Episcopal Española tiene un
catecismo para la iniciación sacramental de niños y adolescentes; de igual
manera otras Conferencias Episcopales.
Por eso, en el prólogo de esta versión oficial, se dan
una serie de indicaciones prácticas para su uso:
-
Este
catecismo está concebido como una exposición orgánica de toda la fe católica. Es
preciso, por tanto, leerlo como una
unidad. Por ello, en los márgenes
del texto se remite al lector frecuentemente a otros lugares (señalados por
números más pequeños y que se refieren a su vez a otros párrafos que tratan del
mismo tema) y, con ayuda del índice analítico al final del volumen, se permite
ver cada tema en su vinculación con el conjunto de la fe.
-
Con
frecuencia, los textos de la sagrada Escritura no son citados literalmente,
sino indicando sólo la referencia (mediante cf.). Para una inteligencia más
profunda de esos pasajes, es preciso recurrir a los textos mismos. Estas
referencias bíblicas son un instrumento de trabajo para la catequesis.
-
Cuando,
en ciertos pasajes, se emplea letra pequeña, con ello se
indica que se trata de puntualizaciones de tipo histórico, apologético o de
exposiciones doctrinales complementarias.
-
Las citas, en letra pequeña, de fuentes patrísticas,
litúrgicas, magisteriales o hagiográficas tienen como fin enriquecer la
exposición doctrinal. Con frecuencia estos textos han sido escogidos con miras
a un uso directamente catequético.
-
Al final de cada unidad temática, una serie de
textos breves resumen en fórmulas
condensadas lo esencial de la enseñanza. Estos "resúmenes" tienen
como finalidad ofrecer sugerencias para fórmulas sintéticas y memorizables en
la catequesis de cada lugar.
El plan
de este catecismo se inspira en la gran
tradición de los catecismos, los cuales articulan la catequesis en torno a cuatro "pilares": la
profesión de la fe bautismal (el Símbolo), los sacramentos de la fe, la
vida de fe (los Mandamientos),
la oración del creyente (el Padre
Nuestro).
Primera
parte: la profesión de la fe
Los que
por la fe y el Bautismo pertenecen a Cristo deben confesar su fe bautismal
delante de los hombres (cf. Mt 10,32; Rom 10,9). Para esto, el catecismo expone en
primer lugar en qué consiste la Revelación por la que Dios se dirige y se da al
hombre, y la fe, por la cual el hombre responde a Dios. El Símbolo de la fe
resume los dones que Dios hace al hombre como Autor de todo bien, como
Redentor, como Santificador y los articula en torno a los "tres
capítulos" de nuestro Bautismo —la fe en un solo Dios: el Padre
Todopoderoso, el Creador; y Jesucristo, su Hijo, nuestro Señor y Salvador; y el
Espíritu Santo, en la Santa Iglesia.
Segunda
parte: Los sacramentos de la fe
La
segunda parte del catecismo expone cómo la salvación de Dios, realizada una vez
por todas por Cristo Jesús y por el Espíritu Santo, se hace presente en las
acciones sagradas de la liturgia de la Iglesia, particularmente en los siete
sacramentos.
Tercera
parte: La vida de fe
La
tercera parte del catecismo presenta el fin último del hombre, creado a imagen
de Dios: la bienaventuranza, y los caminos para llegar a ella: mediante un
obrar recto y libre, con la ayuda de la ley y de la gracia de Dios; mediante un
obrar que realiza el doble mandamiento de la caridad, desarrollado en los diez
mandamientos de Dios.
Cuarta
parte: La oración en la vida de la fe
La
última parte del catecismo trata del sentido y la importancia de la oración en
la vida de los creyentes. Se cierra con un breve comentario de las siete
peticiones de la oración del Señor. En ellas, en efecto, encontramos la suma de
los bienes que debemos esperar y que nuestro Padre celestial quiere
concedernos.
Los índices
El
texto contiene tres prácticos índices y muy útiles para localizar temas y
relacionarlos:
Índice
de textos
Índice
temático
Índice
general
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