Kali, con 14 años toma una
decisión admirable y heroica: no abortar.
A pesar de haber sufrido
violación, tener su entorno en contra y con embarazo complicado.
No era la primera
vez que se arriesgaba a tener una cita a ciegas pero esa noche de septiembre
fue diferente, tanto que le cambió la vida a una joven de sólo 14 años adicta a
las redes sociales.
“Me escapé de casa
de mis padres para conocer a un chico con el que había estado hablando
por internet. Era un chico muy agradable que dijo que tenía mi edad. Sabía
que mis padres nunca aprobarían esa relación, así que cuando
se durmieron acudí a la cita“.
La realidad fue que
ese chico al que tantas ganas tenía de conocer se
trataba de un hombre de 66 años de edad, que la agredió y abusó
sexualmente de ella. “Miedo y vergüenza” fueron los
sentimientos que experimentó cuando supo que se había quedado embarazada de su
violador.
“A los tres meses
ya se me notaba. Mi
familia estaba destrozada. Algunos
familiares me apoyaban para que siguiera adelante pero otros me animaban
para que abortase”.
“La policía detuvo al monstruo que brutalmente
me violó y hoy está en la cárcel. Ese hombre había robado mi cuerpo y ahora los
médicos estaban tratando de robarme a mi bebé, a pesar de que la vida que llevaba
dentro había sido concebida por una violación no podía matar a mi bebé. Mis padres apoyaron mi decisión”.
“Cuando te violan y decides que
la vida que hay en tu interior merece seguir adelante y que la violación no es
culpa de ese bebé, la gente te mira como
si hubieses perdido la cabeza”
Su vida cambió de
manera radical. Los compañeros de colegio le acosaban y
amenazaban con violarla de nuevo. Una mañana su familia se encontró
varias pintadas en la fachada de su casa, “puta” y “prostituta” era lo que más
le repetían.
Kali resalta que
“durante un tiempo parecía que todo era una espiral fuera de control. La
mayoría de la gente te hace sentir como si estuvieras loca cuando decides
mantener a un niño concebido por una violación. Pero cuando te violan y decides que la
vida que hay en tu interior merece seguir adelante y que la violación no es culpa de ese bebé, la gente te mira como si
hubieses perdido la cabeza. Peor aún, algunas personas empiezan a dudar de que
realmente hayas sido violada”.
Kali tuvo un
embarazo muy complicado, le recomendaron reposo desde la semana 16 y a pesar de
ello, hasta en ocho
ocasiones tuvo riesgo de aborto natural.
“Mi bebé nació dos
semanas antes de tiempo y estuvo ingresado en la unidad de cuidados
intensivos neonatales. Mi seguro médico sólo pagó la mitad de los costes y mi
familia y yo no podíamos permitirnos pagar el resto de la deuda.
Afortunadamente una asociación pro vida nos ayudó”.
Ahora su bebé es un niño sano y feliz. “Todo el que lo conoce le quiere, siempre
está sonriendo”. A Kali le gustaría que “todos los médicos y los compañeros del
colegio, incluso los miembros de mi familia que no querían que naciera, vieran
cómo su sonrisa iluminaría el entorno. Todos los
días me da alegrías que las palabras no pueden describirlo”.
Kali manda un
mensaje: “Merecemos ver que la vida triunfa y ver la sonrisa en la cara de
nuestros bebés, que traen la luz a un mundo que a veces puede parecer tan
oscuro”
Además, quiere
mandar un mensaje a todos aquellos que apoyan el aborto:
“Hay muchas más
personas que como yo, quieren dar a luz a sus hijos pero las
presionan para que no lo hagan. Por favor, ayudemos a detener este prejuicio.
Hablando de corazón: incluso en el caso de violación la vida es bella y mi hijo
es hermoso. Nadie puede decir que fue concebido en una violación al mirarlo.
Vamos a detener
esta actitud hacia estos bebés y sus madres. Nos merecemos ser amados como cualquier
otra persona. Merecemos ver
que la vida triunfa y ver la sonrisa en la cara de nuestros bebés, que traen la
luz a un mundo que a veces puede parecer tan oscuro”.
La ayuda de esa
asociación pro vida fue clave para que el embarazo pudiera llegar a su fin.
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