Rezar
a Dios cantando.
Congreso
Internacional de Música Sacra
Músicos católicos hacen un llamado
a un mayor cuidado de la música sacra.
Francisco alertó de una
cierta “mediocridad, superficialidad y
banalidad”
Con información de New Liturgical Movement.
En 2017 una declaración internacional sobre la Música
Sacra titulada "Cantate Domino Canticum Novum" fue firmada por más de
200 músicos, sacerdotes, liturgistas y académicos para llamar la atención sobre
este importante componente de la liturgia y denunciar lo que consideran son
"graves preocupaciones" sobre su cuidado y promoción.
"En realidad, lo que ocurrió en algunos sectores de la Iglesia de aquel tiempo (1967) no estuvo siempre de acuerdo ni con Sacrosanctum Concilium ni con Musicam Sacram: en efecto, se forzó una implementación, en ocasiones sin vigilancia por parte del clero o de la jerarquía eclesiástica, de ciertas ideas que no estuvieron jamás presentes en los documentos del Concilio. En algunos países, el tesoro de la música sagrada, cuya preservación el Concilio había pedido, no sólo careció de protección sino que incluso se lo impugnó”.
El texto denuncia la
pérdida de la comprensión de la música sacra como "parte inherente de la
esencia misma de la liturgia como culto público, formal y solemne de
Dios". Esta comprensión exige que los fieles se unan a las partes cantadas
de la Eucaristía en la forma apropiada determinada por la Liturgia. El no
cantar la Liturgia, el reemplazo de la
música sacra por "música utilitaria" y la falta de formación
sobre la tradición y patrimonio de la Iglesia fueron calificados como señales
del "vicio de 'pereza litúrgica'".
Además, los redactores
indicaron que "el secularismo de
los estilos musicales populares ha contribuido a la desacralización de la
liturgia, mientras que el secularismo de tanto comercio orientado al lucro
ha impuesto con mayor rigor a las parroquias unas mediocres colecciones de
música". El peligro de esta influencia es que la Iglesia no haga uso de su
riqueza cultural para evangelizar, sino que "en gran parte está siendo
ella misma usada por la cultura secular predominante, que nació en oposición al
cristianismo, y que desestabiliza el sentido de adoración que está en el
corazón de la fe cristiana".
Los firmantes advirtieron
sobre los efectos negativos de un entendimiento
errado de la inculturación de la fe y el descarte de los mejores recursos
artísticos como el canto gregoriano en favor de otras tendencias. "Si
deseamos que los hombres busquen a Jesús, necesitamos preparar la casa con lo
mejor que la Iglesia puede ofrecer", explicaron. "No invitamos a los
hombres a nuestra casa, la Iglesia, para ofrecerles un subproducto de la música
o del arte, puesto que se puede encontrar música de estilo pop mucho mejor
fuera de la Iglesia".
La declaración lamentó la
falta de valoración de la tradición de la Iglesia en algunos ambientes y el clericalismo que impone la visión de
algunos sacerdotes con escasa preparación en música sacra.
Los firmantes propusieron,
con el propósito de restaurar la dignidad de la liturgia y de su música en la
Iglesia", una serie de iniciativas:
-
La primera de ellas es reafirmar la dignidad de la
música sacra,
- Seguida por la
"educación del buen gusto musical y litúrgico" que comience desde los
niños.
-
Abrir espacios a un laicado bien preparado en áreas
vinculadas con el arte y la música" y
- Mejorar los estándares de las catedrales y basílicas
en cuanto repertorio y competencias musicales y en las celebraciones de las dos
formas del Rito Romano.
-
Para los obispos debiera ser una prioridad la
educación litúrgica y musical del clero", de forma que los sacerdotes
puedan "aprender y practicar las melodías litúrgicas".
-
Finalmente llamaron a los editores a no difundir
"música inapropiada para la liturgia" con intención comercial. "Los
editores católicos debieran tener como objetivo principal la educación de los
fieles en la sana doctrina católica y en las buenas prácticas litúrgicas, y no
el ganar dinero".
El Papa Francisco, en sus comentarios al Congreso,
subraya el valor de la música sacra e invita a una mejor formación
Pidió una mejor formación y una renovación en la calidad de la música que ayude a los fieles a acercarse mejor a Dios.
Pidió una mejor formación y una renovación en la calidad de la música que ayude a los fieles a acercarse mejor a Dios.
“Es necesario que la música sagrada y el canto
litúrgico sean plenamente ‘inculturados’ en los lenguajes artísticos y
musicales de la actualidad para que sepan encarnar y traducir la Palabra de
Dios en cantos, sonidos, armonías que hagan vibrar el corazón de nuestros
contemporáneos, creando también un oportuno clima emotivo que disponga a la
fe y sustituya la acogida y la plena participación en el misterio que se
celebra”.
Francisco también alertó de una cierta “mediocridad, superficialidad y banalidad”
que se da a veces y escapa “de la belleza y de la intensidad de las
celebraciones litúrgicas”.
“Los protagonistas de este
ámbito, músicos y compositores, directores y coristas, animadores de la
liturgia, pueden dar una preciosa contribución a la renovación, sobre todo de calidad, de la música sacra y
el canto litúrgico”.
Para ello el Papa propuso “una adecuada
formación musical, también en cuanto se preparan para ser sacerdotes, en el
diálogo con las corrientes musicales de nuestro tiempo, con las instancias
de las diversas áreas culturales y en actitud ecuménica”.
En su discurso, el Santo Padre mencionó la
importancia de la participación del pueblo y afirmó que la Iglesia está llamada
a “salvaguardar y valorar el rico y multiforme patrimonio heredado del pasado,
utilizándolo con equilibrio en el presente y evitando el riesgo de una visión
nostálgica o ‘arqueológica’”.
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