Kim Davis, que estuvo seis días en prisión,
consiguió que no la obliguen a oficiar matrimonios homosexuales.
Davis nació en una familia cristiana y
por ello, se niega a expedir licencias matrimoniales
a favor de los homosexuales, ya que considera que sería ir en contra de sus
propias creencias.
Por ello, buscó con la ayuda del
ex-gobernador Steve Beshear, un vacío legal que avalara su derecho y
su objeción de conciencia.
El juez Bunning la acusó de desacato
al negarse a firmar los papeles matrimoniales y tuvo que ingresar en septiembre pasado en prisión durante
seis días. El
senador Ted Cruz afirmó tras su detención que “los que están persiguiendo
a Kim Davis creen que los cristianos no deben tener cargos públicos”.
Tras la liberación de Davis, el aspirante
a presidente Mike Huckabee y el senador Ted Cruz se presentaron para desearle
lo mejor, e incluso pidieron “dejad a Kim que se vaya” o “encerradme en el
lugar de Kim Davis”.
Cuando
Davis volvió al trabajo, permitió a sus empleados que otorgaran estas
licencias, siempre y cuando, no llevasen su nombre en ellas
Un juez federal ha rechazado la petición de
la organización American Civil Liberties Union (Unión Estadounidense por
las Libertades Civiles) por la que pedían obligar a Kim Davis a emitir licencias de matrimonio a personas del mismo sexo y por tanto, que pasara por alto su
objeción de conciencia.
El político republicano, Matt Bevin,
que fue elegido gobernador en noviembre, concedió a Davis la objeción de
conciencia en cuanto ocupó su cargo y firmó la regulación que permitía a su
oficina emitir licencias matrimoniales sin su firma, pero
esta organización interpuso una demanda para que fuese el nombre
de Davis el que apareciese en las licencias.
El fallo del
juez Bunning rechaza la solicitud de dicha organización para acusar a
Kim Davis de desacato.
Kim Davis
buscó un vacío en la legislación que amparase su derecho a no casar a
homosexuales.
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