Más fanatismo
gay
Un matrimonio
de reposteros de Belfast, condenado por negarse a grabar un eslogan gay en una
tarta.
Líder LGTB
critica la sentencia
Daniel
y Amy McArthur son un matrimonio de Belfast que regenta Ashers Bakery, una pastelería
que ha adquirido notoriedad, a su pesar, en el debate sobre los límites de las
leyes proteccionistas de la causa gay.
Daniel
y Amy fueron condenados en noviembre pasado por la Corte Superior de Belfast,
en un caso de discriminación homofóbica iniciado por un cliente que
denunció a los propietarios de Ashers
por haberse negado a grabar un eslogan gay en una tarta. El matrimonio fue
condenado a indemnizar al cliente con 500 libras, por daños.
Peter Tatchell,
uno de los líderes más activos e influyentes del movimiento LGTB en el Reino
Unido, ha publicado su opinión,
expresando un inesperado apoyo a Daniel y Amy, quienes no esconden
que objetaron a la pretensión de su cliente basándose en sus convicciones
morales cristianas.
Tatchell
escribe en The Guardian que el proceso contra el matrimonio de
reposteros “ha ido demasiado lejos”:
Dice Peter
Tatchell en su artículo: “la Corte se equivocó fallando que el cliente fue
discriminado a causa de su orientación sexual y de sus opiniones políticas. Su
encargo para la tarta fue rechazado, no porque él fuera gay, sino por
el mensaje que él pretendía obligar a otros a grabar. No hay ninguna
evidencia de que su sexualidad fuera la razón por la que Ashers declinó su
encargo.”
Tatchell
cuestiona las implicaciones de la sentencia para la libertad de conciencia:
“Este fallo judicial sienta un preocupante precedente. Las leyes contra la
discriminación basada en la opinión política se enmarcaron, en Irlanda del
Norte, en el contexto de décadas de conflicto”.
“La sentencia puede dejar a
cualquier negocio con las manos atadas para rechazar decorar pasteles o
imprimir posters con mensajes fanáticos”
“El juez concluyó que los propietarios de la
pastelería están obligados a grabar cualquier mensaje legal para que el que
sean requeridos sus servicios, incluso si ellos tienen alguna objeción
consciente a su contenido. Esto suscita la siguiente cuestión: ¿deben
los impresores musulmanes ser obligados a publicar caricaturas de Mahoma? ¿O
los judíos a publicar las palabras de un negacionista del holocausto? ¿O
unos pasteleros gays aceptar órdenes para grabar una tarta con eslóganes
homofóbicos?
“Desde mi punto
de vista, va contra la libertad obligar a los negocios a ayudar a la promoción
de ideas a las que sus propietarios objetan conscientemente. La discriminación
contra las personas debería ser ilegal, pero no contra las ideas.”
Daniel
McArthur, copropietario de Asher Bakery junto a su esposa Amy,
dijo “que ellos han recurrido la sentencia para proteger los derechos de
los cristianos en el lugar de trabajo”.
“La principal
motivación para nosotros al apelar es que no lo hacemos solo por nosotros, sino
también por otros cristianos que trabajan o que, como en nuestro caso, tienen
un pequeño negocio. Si conseguimos ganar esta apelación, el resultado reforzará
también los derechos de otros y dejará sentado, de una vez, que puedes
ser cristiano, y tener convicciones morales basadas en tu fe, también fuera de
tu casa o de la iglesia, sin sentirte amenazado por ello”.
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