Una
organización pro-vida formada por más de 450 personas que fueron concebidas en
una violación.
“Debes protegerla del violador y del aborto, ¡y no del bebé!”.
Rebecca Kiessling es la Presidenta de Save
The 1, una organización pro-vida formada por más de
450 personas que fueron concebidas en
una violación y
por madres que
quedaron embarazadas por violación y están criando a sus hijos. Valora la
vida e insta a la República de Irlanda
a preservar la Octava Enmienda.
Aunque fue concebida de esa manera está agradecida con Dios por no haber sido abortada ya que ella no fue culpable del crimen de su padre.
«Es simplemente bárbaro castigar
a un niño inocente por
el crimen de otra persona. Se debe castigar a los violadores, no a los bebés.
Yo no merecía la pena de muerte por el crimen de mi padre biológico. Mi
propia madre biológica trató de matarme en dos abortos ilegales,
y fue lo que llaman “pro-elección” cuando nos conocimos hace 28 años, pero hoy
estamos agradecidas de
que estuviéramos protegidos del horror del aborto, así como las mujeres y los
niños de Irlanda están protegidos hoy».
Opina que «legalizar el aborto por violación u
otras excepciones enviaría el
mensaje de que nuestras vidas valen menos que las de los demás. Imagínense tener
una excepción en casos de bebés asiáticos, bebés judíos o bebés zurdos. El
mensaje enviado es que estas personas no son dignas de vivir y no merecen ser
protegidas como todas las demás. Habría una protesta internacional si se
propusiera tal discriminación».
Sin embargo, «es lo mismo para nosotros,
y sentimos el aguijón del odio contra nosotros o la apatía hacia nuestras
vidas. Las madres sobrevivientes de la violación sufren al ver a sus hijos
sistemáticamente atacados y menospreciados, e incluso dudan que fueran violadas
sólo porque no abortaron, cuando lo que ocurre es que realmente aman a sus hijos».
Rebeca admite que aprecia la preocupación por las
víctimas de violación, pero agrega que es un hecho que «tienen cuatro veces más probabilidades de morir en el próximo año después de un
aborto, en lugar de dar a luz» y menciona el libro del Dr. David Reardon, «Victims and
Victors: Speaking Out about Their Pregnancies, Abortions, and Children
Resulting from Sexual Assault» (Víctimas y vencedores: Hablando
sobre sus embarazos, abortos y niños resultantes de una agresión sexual) el
cual presenta la investigación realizada sobre el tema que evidencia que
después de un aborto, las víctimas de violación tienen una mayor tasa de homicidio, suicidio, sobredosis de
drogas, etc.
También menciona que es el propio niño quien muchas
veces ayuda a sanar a
la madre del trauma padecido.
«Siempre es el bebé el que expone la
violación, que la libera de la situación abusiva, la
protege y la
cura. Así que si te preocupas por las víctimas de violación, debes
protegerla del violador y del aborto, ¡y no del bebé!».
Está también en contra de los médicos que ofrecen
el aborto como una opción cuando se encuentran problemas de salud en los bebes por
nacer.: «Una mentalidad de
eugenesia se
vuelve omnipresente cuando se permite el aborto».
Añade que «Irlanda es una nación buena porque ha establecido una cultura donde la gente es amada y aceptada» y pide que «por favor, no
introduzcan una cultura de muerte y discriminación. Le instamos a preservar la
Octava Enmienda».
Hoy Rebeca está viva porque en su momento la ley protegió su derecho a la vida y evitó que fuera castigada por un
crimen que no cometió. Muchos no han corrido con la misma suerte.
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