República
Dominicana es un ejemplo de desigualdad.
América Latina:
una estructura tributaria regresiva que genera desigualdad y exclusión.
En
América Latina, las finanzas públicas son todavía frágiles, están alejadas de
su potencial de recaudación, y reflejan un modelo social y económico
“inequitativo que perpetúa la concentración de poder y las discriminaciones”,
concluye el informe “Justicia fiscal para reducir la desigualdad en
Latinoamérica y el Caribe”, divulgado por Oxfam Internacional.
En su
informe, observa que la región que conforman Latinoamérica y el Caribe se
caracteriza por “albergar sociedades de baja movilidad”.
Esta
realidad es contraria al de la “sociedad móvil”, donde todas las personas, sin
importar la posición económica en la que nacen, tienen la oportunidad de
progresar.
En
América Latina, una estructura tributaria regresiva e inequitativa recrudece la
injusta concentración de los ingresos y la riqueza, según la entidad.
Explica
que detrás de una insuficiente recaudación está el sesgo hacia los impuestos
indirectos, y el desequilibrio en el esfuerzo fiscal que asumen los distintos
actores económicos.
Un caso concreto dentro de los países de
esa región es República Dominicana que persiste como una fiel exponente de esa
realidad de desigualdad y exclusión: sólo el 2% de esa población asciende en
escala social.
“La
pobreza y las desigualdades son evitables y no caen del cielo. El diseño del
sistema fiscal es un espejo de la voluntad política de los gobernantes para
crear, afirma Rosa Cañete Alonso, directora de Oxfam en República Dominicana.
Y esto
no ha cambiado mucho. En 2012, el 20% más pobre de la población dominicana apenas captó el 4% de los ingresos, integrando
ese triste grupo latinoamericano junto a Bolivia, Honduras, Paraguay.
La
estructura tributaria de República Dominicana en 2012 se basaba en un 64% en
impuestos al consumo y al comercio exterior, (impuestos indirectos) y sólo un
36% en impuestos a la renta y patrimonio.
La estructura
tributaria “es causa” de los malos resultados en el combate a la pobreza y la
desigualdad.
La reforma tributaria realizada por el
gobierno de Danilo Medina, en 2012, fue para afrontar una deuda millonaria que
dejó el anterior gobierno del mismo partido: “En 2012 el presidente Leonel
Fernández dejó al país un agujero de casi 3,500 millones de euros, más de un 8%
del PIB en concepto de gasto no aprobado por la Ley de Presupuesto durante el año electoral”.
Esto
nos hace recordar la deuda supermillonaria de Argentina que tiene al país, una
vez más, en el caos económico.
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