Viajero. Economista. Publicista. Gestión de Centros de Enseñanza y Fundaciones. Aprendiz de Escritor. Soñador.
FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, creador de la Leyenda Negra
La Asociación Americana de Psiquiatría emite declaración contraria a la eutanasia.
Permitir que los médicos participen en la eutanasia en definitiva causa más daño que bien.
Ejemplo impresionante: una madre heroica
No estaba dispuesta a abortar de nuevo
La importancia de la ecografía
Las tragedias del aborto.
República Dominicana es un ejemplo de desigualdad.
República
Dominicana es un ejemplo de desigualdad.
América Latina:
una estructura tributaria regresiva que genera desigualdad y exclusión.
Los vientres de alquiler son una práctica mafiosa
La mitad de los niños de Latinoamérica viven en la pobreza
La región más desigual del mundo
450 personas que fueron concebidas en una violación.
Iniciativa en la red para atender enfermos, ancianos o discapacitados.
BORREN A ESPAÑA. DESTRUYAN A MÉXICO
BORREN A ESPAÑA. DESTRUYAN A MÉXICO
Juan
Miguel Zunzunegui
Borremos
el pasado, cambiemos la historia, repudiemos lo que somos. Neguemos a Colón y a
Cortés, olvidemos que ochenta mil indígenas se aliaron a Cortés contra la
tiranía azteca y comenzaron con ello la conformación del país que somos, el
país resultado de la unión y el triunfo.
Borremos
a España y lo español de nuestra memoria, erradiquemos todo lo que apeste a
España, y con ello la mitad hispana de nuestro mestizaje.
Si odias
a Cortés y repudias la mal llamada conquista, se congruente:
No
vuelvas a escuchar un mariachi ni a cantar rancheras. Dile adiós a los boleros,
los sones y los huapangos, al pasito duranguense y a la música norteña. Que no
vuelva a sonar ningún instrumento llegado de España.
No
vuelvas a tomar tequila o mezcal, elaborados con el abominable proceso de
destilación que trajeron los españoles. Adiós al mole creado en los conventos
virreinales de Puebla y Oaxaca. Derribemos todos los conventos y monasterios
que esos odiosos gachupines nos dejaron. Detonen todas las catedrales de su
abominable Dios que no exige sacrificio humano o canibalismo ritual, cerremos
para siempre todos los pueblos mágicos que apestan a virreinato.
Que se
cancele de una buena vez y para siempre la Guelaguetza, llena de bailes y
trajes virreinales. Que quede abolido el pan, ese alimento diabólico llegado de
Europa, y con él se vaya la nata, la crema, la leche y los quesos. Que nunca un
mexicano vuelva a comer alimentos imperialistas. Adiós al taco al pastor y a la
cochinita pibil, nunca más un jugo de esas asquerosas naranjas que llegaron en
la Nao de China, al igual que los abominables mangos de Manila, fruto de la
conquista. Nunca más un queso Oaxaca en nuestro soberano y orgulloso
territorio.
Declaremos
la abolición del nefasto deporte nacional, la charrería, porque no la
tendríamos sin España. De hecho, saquemos del pacto federal a todos los estados
del centro del país, tan llenos de charros, de caballos, de tequila, de vino,
de ganado en general, de iglesias, conventos y haciendas. Expulsemos todo lo
que apeste a España.
Nunca
más una copla ni un son, que no vuelva a sonar José Alfredo o Cuco Sánchez, que
nunca más se baile el Jarabe Tapatío.
A
reaprender la forma de contar, pues el sistema métrico decimal es una
imposición imperialista, volvamos a nuestra base de 20, dejemos el calendario
conquistador que usamos.
Se acaba
para siempre la Navidad, nada de poner nacimientos, y corramos para siempre a
los Reyes Magos, nunca más un pan de muerto o una rosca; y desde luego, nada de
descansar en Semana Santa.
Quede
abolida para siempre la religión católica, junto a cualquier otro cristianismo,
y desde luego, expulsemos para siempre el peor símbolo de la conquista: la
virgencita de Guadalupe.
Que
nunca más sea leída Sor Juana, engendro virreinal, y que con ella se marchen
todos los imperialistas que escribieron y pensaron en la lengua de Castilla.
Que se quemen los libros de Octavio Paz y Carlos Fuentes, que se quemen de
hecho todos los libros escritos en el infamante idioma de Cortés.
Que el
Espíritu deje de hablar por nuestra raza, que se cierre la universidad y el
Colegio de México, que se vayan los hijos del exilio en la Guerra Civil.
Que
España sea borrada de México y que nadie más se exprese en su lengua.
Impongamos el náhuatl en 130 millones de mexicanos malinchistas. Que se
dinamite el Palacio Nacional, construido por Cortés, y sede de virreyes, que se
destruya la catedral cuya primera piedra puso Cortés, que caigan todos los templos,
que se destruya todo lo que sea barroco o neoclásico, que sea eliminado el
Estado de Puebla y el de Oaxaca, que separemos Yucatán de nuestro país.
Que no
haya nunca más una fiesta a Santos Patronos, y que Jesús sea borrado de la
memoria nacional, que se acaben los bailes en Chalma y nos olvidemos para
siempre de la Basílica y las peregrinaciones.
Que se
le saque el corazón a todo aquel que vuelva a pronunciarse en español.
Que no
quede huella del paso de España por estas tierras. Destruyamos de una buena vez
y para siempre el fruto más hermoso que los conquistadores dejaron en América:
MÉXICO.
Que se
vaya de este suelo todo aquel que no sea cien por ciento indígena, que sea
eliminado todo aquel con ancestros españoles. Borren a España, destruyan a
México.