El encanto y universalidad de la liturgia
¿Todas las fiestas cristianas
tienen la misma categoría?
Recientemente,
el párroco de mi Parroquia, aprovechó la
peculiaridad de la festividad del Nacimiento de San Juan Bautista que es
“Solemnidad” y el único Santo que tiene otra celebración anual, para recordarnos algunas de las bellezas
elementales y encantadoras de la liturgia católica.
Nos
explicó las cinco categorías de celebración litúrgica, que sirven para expresar
la jerarquía que tienen las fechas litúrgicas: Solemnidad, Fiesta, Memoria, Conmemoración y Feria.
El que
sigue la liturgia no elige por sí mismo el rango de cada día, sino que viene
dado en el calendario de la Iglesia,
el calendario del propio país, y el de la propia comunidad.
Solemnidad:
Es la
celebración de mayor rango; se caracteriza porque su "día litúrgico"
dura más de 24 horas: comienza al atardecer del día calendario anterior, y
termina al terminar el día calendario, por lo tanto tiene dos misas (la de la
tarde anterior y la del día).
Además,
todos los textos litúrgicos se busca que tengan estrecha relación con el tema
de la solemnidad; por ejemplo, si la solemnidad cae entre semana -incluso si es
un "tiempo fuerte" como Cuaresma- las lecturas de la misa interrumpen
el curso de las lecturas que se vinieran haciendo esos días.
En la misa
de las solemnidades hay dos lecturas, salmo y Evangelio.
No
todas las solemnidades son iguales entre sí, también hay una jerarquía entre
ellas; la mayor de todas es la
Pascua (madre de todas las solemnidades), luego otras
mayores, como el Nacimiento de Jesús y otras dedicadas a la vida de Jesucristo,
los domingos, las de la Virgen
María y los santos, e incluso celebraciones que a lo mejor
son de menor rango para la Iglesia
universal, pero que en una determinada comunidad puede ser exigible que se
celebren como solemnidad, como la celebración del santo patrono.
Si una
solemnidad cae, por ejemplo, en domingo, y ese domingo es de mayor rango, la
celebración de la solemnidad se mueve a otro día, pero no se quita.
Los
domingos son siempre solemnidad.
Fiesta:
Es una
celebración importante, pero de menor rango que las solemnidades, por tanto
dura como un día calendario.
Muchos
textos aluden al tema de la fiesta, pero no todos. En la misa hay una sola
lectura, salmo y Evangelio, como en los días de semana, no como en domingo.
Memoria:
Son las
celebraciones de los santos o acontecimientos de la vida de Jesucristo o de la Virgen María de menor rango.
Muy pocos textos de la liturgia hacen relación al tema de la celebración, no
interrumpen el curso de la lectura bíblica que se venga haciendo.
La
diferencia entre memoria "libre" y "obligatoria", es que la
memoria obligatoria debe celebrarse y la libre puede omitirse, pero no hay
ninguna diferencia en el modo de celebrarlas.
Conmemoración:
Durante
los días del 17 al 24 de diciembre, en la Octava de Navidad y en toda la Cuaresma, no se puede
celebrar ninguna memoria, ni siquiera las memorias de las comunidades
particulares, por ese motivo, si una memoria cae en esos tiempos, se convierte
en "Conmemoración", y es de celebración libre.
Esto es
especialmente importante en la
Cuaresma, porque como sus fechas son variables, -y además es
un tiempo relativamente largo de cinco semanas-, siempre ocurre que hay
memorias que coinciden con las ferias de cuaresma, que son de mayor rango; esas
memorias se vuelve "conmemoración".
Feria:
Son los
días litúrgicos que no tienen ninguna de las calificaciones anteriores. De
todos modos, como se puede deducir, también están organizados jerárquicamente:
las ferias del tiempo ordinario son las celebraciones de menor categoría
litúrgica, pero las de Cuaresma son más importantes que las memorias.
Las
ferias tienen secuencias de lecturas que las ligan unas con otras, de manera
que a cada tiempo, en sus ferias se va desarrollando -a través de las lecturas
y los textos en general- el tema que le corresponde (penitencia, espera de la
segunda venida, espera de la primera venida, celebración de la resurrección,
espera del Espíritu Santo, etc.).
El
rango de la celebración también indica cuando se reza el “Gloria” o el “Credo”.
Esto
es lo que nos resumía el párroco en lo
referente a la parte variable.
En
lo que se refiere a la parte fija, la parte central, el Canon de la Misa, hay opción a cuatro
diferentes Cánones, cada uno con su riqueza y belleza de oraciones y las
siempre invariables palabras de la Consagración, el
momento culmen de la Misa.
Todo
esto me hizo pensar en el enorme elemento de unidad universal que es la
liturgia católica, no solo actualmente en el espacio, en el que en la otra
punta del mundo celebraron hace 12 horas la misma festividad de el nacimiento
de San Juan Bautista y liturgia en lenguas muy diversas, sino también la unidad
en el tiempo que nos une al propio Juan Bautista Precursor de Cristo y a todos
los cristianos que nos han precedido.
Por
eso, cuando se vive bien la liturgia, todas las misas son “solemnes”.
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