Líderes políticos y sociales exponen en la ONU la urgencia de proteger la familia natural.
“Declaración de los Derechos de la Familia” firmada por 216 parlamentarios de 39 países.
A
nivel mundial existe una sistemática violación a los derechos de los padres,
las madres y la familia, por lo que es urgente frenar y revertir esta
situación, que sólo se logrará a través de políticas públicas y legislaciones
que impulsen los Estados; de lo contrario, las sociedades modernas seguirán
padeciendo las dramáticas consecuencias del debilitamiento familiar.
Esta es
la llamada internacional que formulan al
Secretario General de la ONU,
Ban Ki-moon, más de 200 líderes políticos y sociales, investigadores y
académicos de 39 naciones del mundo, en un manifiesto que suscribieron en el
seno de las Naciones Unidas, en el que exponen la urgencia de incorporar el
fortalecimiento y protección de la familia natural –formada por padre, madre e
hijos– como parte de los Objetivos del Milenio post-2015.
En el
marco del 20 Aniversario del Año Internacional de la Familia, se realizó en la
sede de la ONU,
en Nueva York, la
Cumbre Transatlántica de Representantes Políticos y Sociales,
que reunió a líderes de 39 países del mundo, quienes externaron su preocupación
con respecto a la falta de inclusión de la protección de los valores de la
familia en las deliberaciones de la
ONU sobre la agenda de desarrollo sostenible después de 2015.
Al
término de la reunión de alto nivel, entregaron al Secretario General de las
Naciones Unidas la “Declaración de los Derechos de la Familia”, en la que
establecen el compromiso político de dar valor, proteger y promover los
derechos internacionales de la familia, incluyendo los de padres e hijos, con
pleno respeto de la ley.
La familia, basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, es la unidad natural y fundamental de la sociedad y merece la protección por parte de la sociedad y del Estado, pues está demostrado que es el principal motor del desarrollo económico y social sostenible en todo el mundo, subrayaron.
El
Ministro de Recursos Humanos y miembro de la Asamblea Nacional
de Hungría, Zoltan Balog, advirtió sobre una tendencia para “desfamiliarizar”
las políticas públicas, que lleva a la desintegración social, en vez de
reforzarla mediante el diálogo público y la educación. Hizo énfasis en que la
familia es la base de la supervivencia de las naciones. Aseguró que no hay
desarrollo sostenible ni crecimiento económico sin el establecimiento de una
red que fortalezca la familia, y citó argumentos de expertos de todos los
campos para sustentar el valor de la familia.
En
tanto, el congresista del primer distrito de Nebraska, Jeff Fortenberry, señaló
que en Estados Unidos hay un gran número de asuntos que afectan la seguridad de
las familias y se necesita una renovación en tres ámbitos: el gobierno debe
recomponerse para servir a la sociedad civil; la economía debe reorientarse
alrededor de la familia y el tercero es restaurar la sociedad civil, lo cual es
la primera condición para todo lo anterior.
El
presidente del Partido Centro Democrático de Colombia, Óscar Iván Zuluaga,
explicó que, ante la problemática social de su país, propuso –como candidato a
la presidencia de Colombia– (lo que lo llevó a subir del 5 al 45 por ciento de
la preferencia electoral) impulsar políticas públicas para el fortalecimiento
de la familia, lo que fue aceptado por la sociedad colombiana agobiada por
altos índices de violencia.
A su
vez, la catedrática de la
Facultad de Derecho de la Universidad George
Mason, en Virginia, Estados Unidos, Helen Alvaré, propuso impulsar políticas
públicas que protejan y fortalezcan la paternidad, la maternidad y al mismo
tiempo permitan a la mujer que así lo desea, desarrollar su vida productiva.
Al término de la reunión de alto nivel, se
entregó al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la
“Declaración de los Derechos de la
Familia” firmada por 216 parlamentarios de 39 países, en la que llaman a renovar los esfuerzos
para valorar y proteger a la familia como fuente esencial y contribuyente de
vital importancia al Bien común de las sociedades.
“Ratificamos
y apoyamos las leyes internacionales de derechos humanos basadas en los
tratados, la costumbre y los principios generales que obligan a los Estados a
promover y proteger los derechos de la familia a través del desarrollo de
políticas y leyes que aborden las consecuencias dramáticas creadas por la
violación de estos derechos”, establece la Declaración por los
Derechos de la Familia.
En la sede de las Naciones Unidas los líderes políticos ratificaron su apoyo y respeto a los derechos internacionales de la familia y en consecuencia, reconocieron su responsabilidad para que estos derechos y fundamentos antropológicos sean respetados. “Nos alarma que la propia base de la legislación internacional sobre los derechos humanos está siendo deliberadamente distorsionada para favorecer el avance de determinados intereses personales e ideologías”.
“Como
Parlamentarios trabajaremos para aprobar leyes nacionales que defiendan las
bases antropológicas de las leyes de derechos humanos internacionales y den
plena eficacia a los derechos de la familia en nuestros respectivos países”,
finalizaron.
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