"La iglesia de los pobres no debe ser
administrada pobremente"
El Vaticano descubrió millones de euros
olvidados en sus cuentas bancarias, una fortuna que no figuraba en sus balances
y que salva las finanzas de la
Santa Sede.
El
dinero, que no estaba escondido, ni proviene de negocios ilícitos, estaba
simplemente olvidado, según contó el cardenal australiano George Pell,
"ministro" de Economía del Vaticano.
La
noticia fue revelada por el mismo purpurado en un artículo publicado este
viernes en la revista inglesa Catholic Herald.
"Hemos
descubierto que la situación (financiera del Vaticano) era mucho más sana de lo
que parecía. Porque cientos de millones de euros estaban escondidos en varias
cuentas sectoriales y no aparecían en los balances", aseguró.
"Es
importante destacar que el Vaticano no está en quiebra", escribió el
cardenal, quien describe un sistema a la antigua, en el que cada servicio tenía
una independencia que conservaba celosamente.
El
portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, quiso precisar rápidamente que
se "no se trata de fondos ilegales, ilícitos o mal administrados".
El
dinero fue descubierto gracias a la auditoría dispuesta por el papa Francisco
para poner orden a las controvertidas finanzas vaticanas.
El
hallazgo de millones de euros es el fruto de una cooperación constructiva entre
las varias instituciones del vaticano, explicó Lombardi.
El
cardenal Pell, conocido por ser un conservador, es uno de los nueve purpurados
que asesoran al papa Francisco en su reforma de la Curia Romana, o
administración central de la
Iglesia.
La
secretaría para la Economía,
creada por el papa Francisco, considera también que es necesario garantizar el
"uso eficiente" de los recursos de la Iglesia y aboga por
invertir "mejor las finanzas vaticanas entre pobres y marginados".
"Fuera
del fondo de pensiones, que debe ser reforzado para hacer frente a las
solicitudes de los próximos 20 años, la Santa Sede se financia gracias a importantes
propiedades inmobiliarias e inversiones", explicó Pell en su nota.
-
Nuevas reglas -
"Una
princesa alemana me decía que el Vaticano se percibía como una vieja familia
noble en decadencia y a sus funcionarios como gente incapaz, extravagante. Esa imagen desaparecerá", sostiene el
cardenal.
Para
lograr esa transformación Pell y sus colaboradores elaboraron un manual con las
reglas de gestión financiera interna, que entrará en vigor el 1 de enero del
2015, con el objetivo de presentar balances "coherentes y
transparentes".
Con las
nuevas políticas, la administración de la Iglesia católica quiere contribuir a "formar
una imagen clara de la responsabilidad de todos aquellos a los que se les han
encargado los recursos de la
Iglesia", sostiene el purpurado.
Cada
congregación y consejo pontificio deberá presentar sus cuentas, según normas
internacionales, justificar sus gastos del año y podrá recibir multas si supera
los límites fijados.
"Los
donantes quieren que sus donaciones sean administradas honestamente",
subrayó el Cardenal.
"La
iglesia de los pobres no debe ser administrada pobremente", advirtió.
Según
Pell, algunos Cardenales y Obispos desean que esas reglas de contabilidad sean
aplicadas también por las conferencias episcopales y en las 3.000 diócesis de
todo el mundo.
Ante
los escándalos y el descrédito que por décadas azotaron las finanzas del
Vaticano, Francisco quiere responder con eficiencia y transparencia.
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