La Iglesia Ortodoxa rusa y la sociedad civil se revelan frente al aborto.
Pretenden alcanzar el millón de firmas
Rusia fue el primer país del mundo en legalizar el
aborto en 1920.
Anualmente
en Rusia se producen 700.000 abortos, según datos oficiales, aunque las cifras
no oficiales hablan de más de cinco
millones anuales. Las
mujeres rusas abortan una media de dos veces a lo largo de su vida y 20 % de
las parejas son incapaces de tener hijos debido a abortos mal practicados.
Varias
organizaciones civiles inician hoy una campaña de recogida de firmas para
prohibir el aborto en Rusia, donde el número de casos es mucho mayor que en los
países occidentales. La recogida de
firmas, que es organizada por organizaciones como “Voluntarios ortodoxos”, “Por
la vida” o “Mujeres por la vida”, tendrá lugar en todo el territorio nacional.
Apoyados
por diputados, escritores, actores y músicos, los organizadores darán el pistoletazo de
salida al maratón de recogida de firmas en un acto simbólico en el centro de
Moscú en el que se espera la asistencia de varios miles de personas.
Más de 300.000
personas ya han firmado la petición y el objetivo
es llegar al millón y presentárselas posteriormente al Gobierno central.
La campaña comienza
en las iglesias aprovechando los servicios eclesiásticos; el Patriarca de la
Iglesia Ortodoxa, Kiril, ha apoyado la iniciativa de prohibir la práctica de “asesinar legalmente a los niños antes de
su nacimiento”.
Las organizaciones
exigen la introducción de enmiendas legales que reconozcan a los embriones “el estatus de ser humano, cuya vida, salud
y bienestar debe ser protegida por la ley”.
También llaman a
prohibir terminantemente las interrupciones del embarazo, sea a través de la
ingestión de fármacos o por la vía quirúrgica.
Pese a los
estrechos vínculos del Patriarca con el Kremlin y el programa de promoción
estatal de la natalidad para combatir el alarmante
envejecimiento de la población, hasta ahora el Gobierno ruso se ha negado a
prohibir el aborto o a retirarlo del sistema de seguro médico obligatorio.
La legislación
vigente en Rusia es similar a otros países: el aborto es libre y gratuito hasta
las 12 semanas de la gestación, y sólo está sujeto “a la voluntad de la mujer”.
El plazo se amplía hasta las 22 semanas en
caso de enfermedad grave, viudedad, minoría de edad, pérdida de trabajo o
vivienda, falta de recursos económicos para mantener al niño, violación y otra
media docena de supuestos.
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