El diezmo del Antiguo Testamento no es para la Nueva Ley
La enseñanza del
Catecismo sobre la obligación de ayudar a la Iglesia.
El quinto mandamiento (ayudar a la Iglesia en sus necesidades) señala la
obligación de ayudar, cada uno según su capacidad, a subvenir a las necesidades
materiales de la Iglesia.
La Iglesia enseña la doctrina Paulina sobre la obligación de los fieles
de contribuir generosamente con las necesidades de la Iglesia según sus
posibilidades, pero la manera en que lo hacen no está definida por la ley. La
medida es el amor y la capacidad de cada uno.
Debe quedar
claro que, al no precisar una cuota, la Iglesia no exime de la obligación de
contribuir, al contrario, nos enseña que el cristiano debe dar a la medida
de Cristo y por amor a Él, según las necesidades de la Iglesia y sus propias
posibilidades. Dar es una obligación y
también un privilegio, un gozo, porque es parte integral de nuestra
vocación de hacer todo para propagar su Reino de Dios.
El diezmo tal como hoy es enseñado por la mayoría de los
grupos protestantes de dar el 10% del ingreso en dinero no existe en la Biblia.
1.-
El diezmo nunca se dio en dinero o moneda sino en frutos y animales.
Siempre que se habla en la Sagrada Escritura del
diezmo es de darlo en especie, ya sea de fruta o de animales. (Gen 4,3-7; Lev
27,30-32;) y no en dinero. (Gen 47,13-18).
Era exclusivamente de fruto de la tierra o de
animales, ni siquiera se menciona dar algo de la minería, comercio,
carpintería, o diversas ocupaciones profesionales.
En libro de Levítico capítulo 27,30-31 si alguien
quería pagar algo en dinero tenía que pagar el 20% más del valor real del
animal o fruto.
Obviamente no era dinero lo que Dios quería. ¿Cuántas
veces ha escuchado usted usar el libro de Malaquías para presionar a dar el 10%
cuando en realidad allí se está hablando
de alimento?.
Hay cientos de citas bíblicas donde dice una y otra
vez: cosecha y animales. El enfoque del diezmo era agrícola y ganadero, por
todas las partes del Antiguo Testamento, era comida: Comida para el Levita,
comida para el forastero, comida para la viuda, comida para el huérfano y Dios
no cambia de tema en Malaquías.
2.- El diezmo era para los Levitas, viudas y huérfanos, no para el pastor.
Servía para el sostenimiento de los Levitas, porque
éstos no tenían herencia en la tierra en común con las otras tribus. (Lev.
27:30-33; Núm. 18:21-32;Dt 14,27-29)). De este fondo, también se tomaban
ciertas porciones para aliviar las necesidades de los extranjeros, los huérfanos,
y las viudas. Al tercer año el diezmo de ese año debía ser entregado
directamente en las aldeas locales, y puesto a disposición, no sólo de los
Levitas, sino también de los "extranjeros, los huérfanos, y las
viudas." (Deut. 12:5-7; 14:22-29; 26:12-14).
De hecho, los
rabinos judíos actuales no piden el 10% para ellos, porque conocen
perfectamente la Ley y saben que el diezmo en especie era solamente para
los Levitas. El 10% del salario para el jefe, pastor o líder, no ha existido
nunca en la Biblia, excepto por parte de "predicadores o servidores",
que exigen para sí mismos en el nombre de Dios, lo que Dios nunca ha pedido para Él.
3.- El diezmo (comida y animales)
era una Ley para los judíos en el Antiguo Testamento.
Es por eso que los grupos protestantes que lo exigen
tienen que recurrir a mencionar citas de la Antigua Alianza y sobre todo a
Malaquías para poder hacer creer a la gente que es bíblico, pero no mencionan
que eso era para el pueblo de Israel, que fue con el que Dios había hecho esa
alianza, y nosotros no somos judíos, sino cristianos.
Pertenecemos a la Nueva Alianza: "Esta es mi
sangre, sangre de la Alianza nueva y eterna" Lc 22,20; Heb 10,9; Gal
3,23-25 esta es lograda con la muerte y resurrección de Jesucristo y ahora él
es nuestro Señor. Incluso San Pablo
corrige a los que quieren volver a vivir bajo la Ley. (Gal 4,21-26).
Desafortunadamente algunos por no tener este
conocimiento inconscientemente están
mezclando las dos alianzas como si fuera lo mismo. Unas veces son
cristianos y, otras veces, al dar el
diezmo son “moisesianos”. De todas maneras, si alguien quiere darlo porque está
en la Ley de Moisés no debe olvidar que el Apóstol Santiago dice que la Ley era
un todo o nada empaquetado.
A una persona no le era permitido escoger lo qué le
gustara de ella, como si fuera un menú religioso y lo que no, lo dejaba a un
lado. No podían elegir qué guardar y qué rechazar:
"Porque cualquiera que guarda toda la ley pero
ofende en un solo punto se ha hecho culpable de todo". (Stgo 2,10)
Si desea seguir la Ley, hay que circuncidarse; guardar
el sábado; no comer sangre; dar el diezmo; no comer pescado sin escamas; apedrear
a los que violan la Ley etc. O todo o nada. Por eso los cristianos en el Nuevo
Testamento nunca dieron ni hablaron del diezmo ni de las otras cosas que
acabamos de mencionar.
4. Ni Jesús ni los Apóstoles pidieron o mandaron pedir el diezmo.
Así como lo está leyendo, en realidad no existe ni una
sola cita del Nuevo Testamento en la que Jesús o alguno de los Apóstoles digan
que hay que pagar el diezmo y menos todavía que eso era el 10% del salario. Ni
siquiera el de los alimentos y animales.
En los Evangelios solamente se menciona tres veces la
palabra diezmo y habla de los fariseos que lo daban (Mt 23,23; Lc 11,42) y por
cierto no habla nada bien de ellos, y en el caso mencionado en Lc 18,12-14 el
que daba el diezmo no salió ni justificado ni bendecido.
Las otra veces solo están en la carta a los hebreos y
es el que da por única vez Abrahán a Melquisedec y era parte de un
"botín" de guerra. En el Nuevo
Testamento se habla de ayuda, colecta, apoyo, compartir todo lo que tenían,
pero nunca de 10% semanal y en dinero. (Lc 10,3-7; 1 Tim 5,18).
5.- La Iglesia primitiva no cobraba el 10% semanal del salario.
Los historiadores de la iglesia lo dejan muy claro, la
comunidad primitiva no se financió con diezmo de ninguno tipo. El Diccionario
Hasting dice de la Iglesia primitiva:
"Se admite universalmente que el pago de diezmos
o décima parte de las posesiones, para propósitos sagrados no encontró un lugar
dentro de la Iglesia Cristiana durante la época de los apóstoles y sus
sucesores inmediatos".
Igualmente la Iglesia dice en la Nueva Enciclopedia
Católica: "La Iglesia primitiva no tuvo sistema de diezmos... no había
ninguna necesidad de mantenerlo, ni que existiera o fuese reconocido en la
Iglesia, sino que los otros medios parecieron bastar".
Si alguien quiere dar el diezmo por gusto, tradición o
decisión propia cada cual es libre de gastar donde quiera su dinero, pero que
nadie le haga creer cosas que no enseña la Biblia.
Tristemente, hay pastores protestantes que abusan
cuando afirman que la persona que no da el diezmo semanal (10% del salario)
roba a Dios y que es un mandato bíblico para los cristianos. Se trata en
realidad de algo falso, pues ni roba a Dios, ni es un mandato de Jesucristo.
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