Convertido al catolicismo en Finlandia, hoy es su ministro de Exteriores.

Convertido al catolicismo en Finlandia, donde hay 14.000 católicos, hoy es su ministro de Exteriores.

De ReL

En este 2017 Finlandia celebra dos fechas importantes en su historia que le ha marcado como pueblo. Se cumplen 100 años de su independencia y 500 de la Reforma protestante, iglesia a la que la mayoría de la población está adscrita, aunque luego la práctica religiosa sea muy escasa.
 
En esta realidad de algo más de 5 millones de habitantes aparece la Iglesia Católica, prácticamente testimonial. En Finlandia hay en estos momentos unos 14.000 católicos,26 sacerdotes y una única diócesis regida por el único obispo católico que hay en el país.

Defensor de los "valores no negociables" 

Sin embargo, un católico que se define públicamente como tal, que habla de su fe y defiende los “valores no negociables” de los que hablaba Benedicto XVI es titular de Asuntos Exteriores de Finlandia y ha sido durante dos años viceprimer ministro. Se trata de Timo Soini, que se define como conservador católico y defensor de los valores cristianos-sociales.
 
Soini se convirtió al catolicismo en 1988 proveniente del luteranismo y fue fundador del Partido de los Finlandeses, euroescéptico y conservador en lo social. Su ascenso fue paulatino hasta conseguir el 20% de los votos lo que le permitió entrar en un gobierno de coalición.

Recuperar las raíces cristianas de Europa

En junio dejó la dirección del partido y tras la radicalización de la formación Soini fue sido expulsado del partido que fundó tras criticar esta deriva y anunciar que formaría un grupo parlamentario propio. 21 de los 37 diputados decidieron escindirse y Soini sigue en el gobierno.
 
En un reciente discurso al cuerpo diplomático, Soini tildó como un “error” que no se incluyera una referencia a las raíces cristianas de Europa en la Constitución Europea. Es muy conocido en el país por su militancia provida y por su defensa del matrimonio y de la familia.
 
Un converso del catolicismo

En una entrevista en 
One Peter Five, el ministro asegura que “aunque en Finlandia los católicos son una minoría relativamente pequeña hay que reconocer que está creciendo bajo el liderazgo de nuestro actual obispo de Helsinki, Teemu Sippo. Somos unos 14.000 pero cuando me uní a la Iglesia Católica en 1988 eran unos 5.000, así que está aumentando, no en grandes números, pero hay conversiones”.
Sobre su propia conversión, Soini nunca ha querido dar muchos detalles aunque la sitúa en 1987. “Estaba en la catedral de Santa María en Killarney (Irlanda) cuando sucedió algo mientras estaba en esa catedral que me incitó a convertirme a la fe católica”, aseguraba.

Su encuentro con una monja en una catedral irlandesa
En un libro lo exlicaba mejor y recordaba que se encontraba de viaje con unos amigos cuando acudieron a visitar la catedral. Se quedó prendado de la belleza del templo y a la mañana siguiente decidió volver solo.
Entró en el templo, se santiguó como hacía el resto de personas que había  allí y se sentó en un banco a rezar. Una monja que estaba allí se percató de su presencia y se acercó a saludarle. Empezaron a hablar y algo “asombroso” ocurrió. El caso es que en ese momento decidió hacerse católico, siendo acogido en la Iglesia un año más tarde.
Uno de sus asistentes económicos, y gran amigo suyo, es Oskari Juurikkala, ordenado sacerdote del Opus Dei el pasado año, y en cuya ordenación en Roma estuvo presente Soini.

La importancia de Juan Pablo II
 
Confeso seguidor de san Juan Pablo II, uno de los aspectos de la fe católica que más aprecia Soini es la “naturaleza inmutable y por lo tanto la estabilidad de sus principios básicos”. Lo que se dijo hace siglos sigue vigente hoy ya sea sobre el matrimonio, el sacerdocio o la homosexualidad.
 
“Nosotros, como personas, cometemos errores y soy consciente de que han ocurrido cosas horribles en la Iglesia. Después de todo, si yo fuera Satanás iría lo más cerca posible del altar. Pero debido a algunos tomates podridos, que se pueden encontrar en todas partes y no sólo en la Iglesia, no hay justificación para decir que toda la Iglesia está podrida y el Evangelio es una tontería”.

Además, añadía que "el hecho de que un católico pueda ser ministro de Relaciones Exteriores en un país luterano dice algo hermoso de la tolerancia finlandesa. Nunca dejaré de alabar a mi pueblo por el hecho de que no me desprecien por lo que soy debido a mis creencias religiosas".

La Iglesia no debe tener miedo a decir la verdad

Por ello, considera que la Iglesia no debe tener miedo a decir la verdad aunque esta sea incómoda y se enfrente a lo políticamente correcto. “Aquí en Finlandia trato de ser educado pero tengo que decir que no estamos consiguiendo que vaya más gente a la Iglesia adoptando una actitud complaciente y finalmente diciendo: ‘estoy de acuerdo contigo’. No, no estoy de acuerdo. Este es el Evangelio. Tómelo o déjelo”, agrega Timo Soini.
 
En una entrevista que le realizó 
Catholic World Report antes de llegar al Gobierno, el político finlandés afirmaba que “estoy muy en contra del llamado ‘matrimonio homosexual’, pero no tengo en contra de las personas homosexuales. Todas las personas son de alguna manera sagradas debido a la sacralidad de la vida, pero el matrimonio es sólo para un hombre y una mujer, y esto es un gran problema, hasta el punto de que en Finlandia soy muy atacado por esto”.
El tabú del aborto en Finlandia 
Por otro lado, Soini añadía que “porque soy provida, estoy abiertamente en contra del aborto. El estado del bienestar nórdico no tolera este tipo de pensamiento, porque prefiere no hablar de ello”.
 
Pero él sí quiere denunciar toda la verdad y sufrimiento que se oculta tras el aborto. “En los países nórdicos –no sólo en Finlandia, sino también en Suecia, Noruega y Dinamarca- el aborto es un tema que no se discute, en otras palabras, es tabú”. Porque si discutes sobre él, entonces, ¿cuándo un feto se convierte en ser humano? Sabemos que la vida comienza en el momento de la concepción, pero ¿cómo puedes definir que dentro de 20 semanas puedes abortarlo, pero a las treinta semanas te acusarán de asesinato? Creo que esto sólo puede cambiarse cambiando el corazón de hombres y mujeres, y no sólo a través de la legislación”.


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