Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia: "En América no había naciones que liberar"

 

Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia: "En América no había naciones que liberar"


Gay y católico: por qué la Iglesia tiene razón al defender la castidad

Gay y católico, cuenta su experiencia de «por qué la Iglesia tiene razón al defender la castidad»

De ReL
“Mi nombre es Giorgio Ponte, tengo tendencias homosexuales y estoy cansado de oír a las asociaciones homosexuales hablar en mi nombre sobre lo que ellos creen que debería pensar”, escribía este joven escritor italiano, que además añade un elemento clave en su vida: “Soy católico”.

Su testimonio se suma al de otras personas homosexuales que viven en castidad y siguen las enseñanzas de la Iglesia y que han dicho basta a un lobby LGTB que no representa a muchos de ellos.

Este joven escritor de 32 años salió en todos los medios al hablar ante miles de personas que protestaban en Italia contra la ley Cirinna, que promovía las uniones homosexuales, lo que le generó numerosos ataques.

Más discriminado por ser católico que homosexual

“Siempre he dicho que me siento más discriminados como católico que como homosexual”afirmaba Ponte. Además recordaba  a los homosexuales italianos que la vida sólo procede de la unión entre un hombre y una mujer, y les ofreció poder vivir la maternidad y la paternidad de una manera alternativa, “dando la vida a las personas que están al lado”.
"No es homofobia"
Sus palabras no gustaron a estos grupos de presión. Desde entonces desde su blog cuenta su experiencia y su tendencia homosexual vivida desde el catolicismo.

Pero antes de nada, Giorgio deja claros algunos aspectos. “Sólo hay un mundo y una naturaleza a la que pertenecer:  la humana. Y la única diferencia real en esta naturaleza es la del hombre y la mujer, la única diferencia cuya unión puede provocar vida. Esto no es homofobia. Decir que dos homosexuales no pueden tener hijos no es homofóbico. Decir que la homosexualidad tiene causas psicológicas no es homofóbico. Decir que seguir todos nuestros deseos no siempre conduce a nuestra felicidad no es homofobia”.

"La Iglesia no te odia"

Por ello, dirigiéndose a los homosexuales que han sido aleccionados por estos grupos ideologizados les dice: “Respira, relájate, sé feliz: la Iglesia no te odia, Dios no te odia ni siquiera el mundo. Al menos, esta sociedad en la que vivimos. Decir, de hecho, que la homosexualidad no es necesariamente una condición inmutable y que sólo un hombre y una mujer pueden concebir un niño no es un síntoma de odio”.

Además, Giorgio Ponte recuerda que “hay hombres que han vivido durante años en el mundo gay y ahora están casados con mujeres extraordinarias con quienes han formado una familia; del mismo modo que conozco hermanos que me quieren, que persiguen la castidad, intentan amar sin la necesidad de poseer el cuerpo de los demás o el suyo propio”.

Este joven italiano confiesa que las críticas que más le llegan es por su catolicidad, y que según sus detractores, la Iglesia la ha impuesto una “visión dogmática” de la homosexualidad.

Una historia que le ha llevado hasta aquí

Y en un reciente artículo en su blog refuta estas críticas recordando que “no hay persona en el mundo que no lea la realidad de acuerdo a un sistema de de valores de referencia, y el hecho de que el mío sea católico no significa que me haga más parcial que los que puedan tener como referencia la ideología comunista, el capitalismo, la religión islámica, el racionalismo o cualquier otra cosa”.

Para él, el problema no es tanto el sistema de valores sino el motivo por el que se adopta o la actitud con la que se lleva a cabo. Y recalca que es católico, homosexual y vive en castidad no porque lo exija la Iglesia si no que por convencimiento tras su propia historia.
De hecho, Ponte aclara que su testimonio bebe mucho más de su experiencia pasada que del dogmatismo. “En mi vida me he permitido experimentar todos los aspectos de mi homosexualidad”, cuenta. Asegura haber tocado fondo y haberse levantado. También haber probado el sexo casual con otros hombres a relaciones estables, haberse enamorado de otro hombre y haber tenido dependencia sexual y emocional. Incluso haber odiado su orientación sexual y luego aceptarla como parte de su historia.

Unas certezas gracias a su experiencia

“Es cierto que nunca he dejado de creer que Dios existía, pero por otra parte, a menudo he dudado de que se preocupaba por mí y me quería”, asegura.

Es precisamente esta experiencia en la vida homosexual la que le ha llevado al convencimiento de sus argumentos actuales, “así que a la luz de todo esto, no puedo decir que la mía es una visión dogmática de las cosas”.

“Si digo lo que digo –agrega- es sólo porque con cada una de estas experiencias, incluso las peores, aprendí algo que me mostró una verdad insondable en nuestro interior, que es la misma que ha defendido la Iglesia siempre: nuestra naturaleza no está definida por nuestros deseos, sino por nuestro cuerpo masculino y femenino, en términos biológicos, y en términos espirituales por nuestra condición de ser hijos de Dios por el Espíritu Santo que habita este cuerpo”.

El catolicismo y su respeto de la naturaleza humana

Por ello, añade que “si nuestro cuerpo, nuestra carne, dice una verdad acerca de nosotros, definiéndolo como hombre o mujer, muestra también de una manera clara que dos personas del mismo sexo no están hechas para tener relaciones sexuales entre sí (lo que no impide amar, si por amor nos referimos a la forma en que Cristo nos ama: ‘dar la vida por sus amigos’”.

Siguiendo con su testimonio, Giorgio Ponte agrega que “si hay algo que he aprendido es que todo lo que los cristianos creemos a nivel espiritual, está enraizado primero en nuestra humanidad. No hay fe en el mundo que respete la naturaleza humana en su totalidad como el catolicismo. Y esta correspondencia no se contradice cuando nos enfrentamos a las cosas desde un punto de vista científico”.

"La Iglesia tiene razón"

En este sentido, Giorgio confiesa que “en un momento de mi viaje, se me dio la gracia de descubrir algunos de los sistemas teóricos y científicos que apoyaron firmemente lo que había vivido en mi propia experiencia y la de todos los hombres que había conocido: que la homosexualidad no es inmutable, tiene causas”.

“¿Y sabes que es lo que descubierto una vez más?”, pregunta Giorgio Ponte a los homosexuales que puedan leerle, “que la Iglesia tiene razón cuando pide castidad a aquellos que tienen heridas de identidad. Tiene razón a nivel psicológico y humano antes que en el espiritual”.

Feminidad y masculinidad.



Feminidad y masculinidad.

Los extremismos en sexualidad ya no sirven.

La sociedad moderna necesitaba una puesta al día en enfoque de aspectos dependientes de la sexualidad como la igualdad de derechos de la mujer y el respeto a la homosexualidad.

Para el progreso de la mujer ya no hace falta el feminismo.

Los movimientos feministas beligerantes han jugado un papel importante y se justificaron por la recalcitrante cultura machista. Una vez implantada universalmente la cultura de la igualdad derechos entre el hombre y la mujer, el feminismo beligerante ha perdido su justificación. Hasta en los países no avanzados, de cultura todavía machista, la igualdad de derechos es un proceso imparable. Por ejemplo,  para combatir el feminicidio ya no es preciso el extremismo feminista, basta con aplicar debidamente las legislaciones y el aplastante apoyo popular, no necesariamente feminista.

Establecer una sociedad feminista sería tan erróneo como la sociedad milenaria machista que hemos padecido. Muchas mujeres, ya completamente incorporadas a la sociedad, no se sienten representadas por los movimientos feministas; les parece indignante, por ejemplo,  que se establezca una cuota de mujeres dentro de los partidos políticos o en los puestos de poder; cuando ya hay igualdad de derechos, lo “femenino” es ganarse esos puesto en la justa pugna democrática y no que se lo “regalen”.

Muchas mujeres no están de acuerdo en que el aborto sea una conquista de la mujer. Basta con ver el enorme crecimiento de sitios pro vida en las redes sociales. Tampoco comparten que haya que “profesionalizar” la prostitución, sino configurar una sociedad en la que ninguna mujer tenga que prostituirse para sobrevivir. La mayoría de las mujeres, sin pertenecer a movimientos feministas, están completamente en contra de la “ablación femenina” realizada en muchos países atrasados, y no admiten la cultura islámica de “sometimiento” de la mujer. Tampoco las mujeres  necesitan inscribirse en un grupo feminista para estar en contra del comercio sexual de personas.

Incorporar la cultura femenina a los centros de poder y decisión  enriquece a la humanidad que, sin ella,  queda incompleta, sin perspectiva visual, tuerta.  De la misma forma que la persona necesita dos ojos para una visión correcta, la humanidad necesita el cerebro femenino y masculino para tener una perspectiva correcta y no una visión chata.

Homofobia: de la tolerancia a la intransigencia

Desde mucho antes de que se hiciera público el debate social acerca de la homosexualidad, los psiquiatras ya la habían definido como “disforia sexual”, es decir, disfuncionalidad, falta de correspondencia entre la constitución fisiológica de una persona y su atracción afectivo-sexual; un trastorno de identidad sexual. Disfunción que afecta a un pequeño porcentaje de la población y más frecuente en el proceso de maduración de la niñez-adolescencia, superable, en la mayoría de los casos, de forma más o menos traumática.

Como una manifestación más de la inculta cultura machista, los homosexuales han sufrido históricamente humillaciones. Claramente, eso es inadmisible y atenta a los derechos elementales de las personas. Han jugado un papel importante y valiente los movimientos a favor de los derechos de este grupo social. Pero, una vez recogido en la legislación de países e instituciones internacionales, el proceso de implantación está marcado y el respeto a los homosexuales se va implantando, de forma más o menos lenta, en las sociedades.

A la reclamación de los derechos de los homosexuales se han añadido los otros pequeños grupos sexualmente desconsiderados para agruparse en el colectivo gay, o de los LGTB, que han tenido la habilidad comunicativa de apoderarse de muchos medios de comunicación y centros de poder nacionales e internacionales. Siendo un grupo social numéricamente pequeño han organizado un verdadero lobby de presión política e ideológica a todos los niveles. Los grupos políticos, faltos de ideas e, incapaces por su propia corrupción, de resolver las desigualdades sociales y económicas, enarbolan tanto la bandera lgtb, como la abortista, para lucir una falsa imagen de “progresismo”.

También van apareciendo homosexuales que no comparte la “ideología gay” y se muestran muy contrarios de la estrategia “fanática” que estos grupos han adoptado.

La llamada cultura de género como paraguas de los extremismos en sexualidad.

La ideología de género pretende imponernos que las diferencias hombre-mujer son una pura estructura sociocultural que no obedecen a origen biológico sino artificial. Es cierto que a lo largo de la historia las manifestaciones de lo femenino y masculino han ido evolucionando y adaptándose a la cultura y costumbres o modas de cada época. Pero eso es cierto solamente en lo accidental, que se refiere a gustos o modas cambiantes. En lo esencial, la distinción hombre-mujer, es de origen natural, biológico, aunque solo fuera para la procreación y supervivencia de la especie humana. Esa distinción biológica genera la distinción sicológica, mental.

La biología nos enseña que las hormonas determinantes de la monosexualización del feto (testosterona y estrógenos) son las responsables de identificar al nuevo ser y dotarlo de una estructura cerebral masculina o femenina.  Sobre esa diferenciación esencial entre la feminidad y masculinidad pueden añadirse todas las estructuras culturales que cada época considere pero, la distinción esencial permanece.

La cultura de género nos llevaría a una concepción confusa del matrimonio y a la familia como algo inútil. Todo ello a través del “adoctrinamiento” de los niños en los colegios y en la televisión, contra la voluntad de sus padres.

Esta “pelea” entre machismo, feminismo y homosexualidad nos está obligando a redescubrir la feminidad y masculinidad como elementos constitutivos de la persona. Necesitamos realizar de forma consciente la alianza natural, “estratégica”, entre la cultura masculina y la femenina, sustituir el enfrentamiento por una alianza de media humanidad con la otra media.

Por ejemplo, si alguien nos solicita definir “juventud”  y “vejez”, podemos hacerlo pero, sería un esfuerzo superfluo. Las ideologías extremistas de sexualidad nos obligan a definir algo tan natural y tan obvio como la feminidad y la masculinidad. Dejamos esa tediosa tarea académica para psicólogos y antropólogos.

Para el ciudadano “de a pie” nos basta lo que dice el diccionario de la Real Academia Española:
Femenino

1. adj. Perteneciente o relativo a la mujer. La categoría femenina del torneo.
2. adj. Propio de la mujer. Un gesto femenino.
3. adj. Que posee características atribuidas a la mujer. Su abuela fue una mujermuy femenina.
4. adj. Dicho de un ser: Dotado de órganos para ser fecundado.
5. adj. Perteneciente o relativo al ser femenino. Célula femenina.

Masculino:
1. adj. Perteneciente o relativo al varón. La categoría masculina del torneo.
2. adj. Propio del varón. Unas manos masculinas.
3. adj. Que posee características atribuidas al varón. Presume de ser muy masculino.
4. adj. Dicho de un ser: Dotado de órganos para fecundar.
5. adj. Perteneciente o relativo al ser masculino. Célula masculina.

Feminidad:
1. f. Cualidad de femenino.
2. f. Med. Estado anormal del varón en que aparecen uno o varios caracteres sexuales femeninos.

Masculinidad:
1. f. Cualidad de masculino.


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Colón llego a América en 1492. La conquista se realizó a lo largo de varios siglos y con la ayuda de muchas tribus indias sometidas a otras tribus más poderosas. Que los españoles no exterminaron a los indios, sino que se mezclaron con ellos, es una realidad indiscutible que demuestra el mestizaje. No hay ni siquiera que viajar a Hispanoamérica para comprobarlo, basta con montar en metro en Madrid o pasearse por la calle. EEUU no puede decir lo mismo."

 Para los nativos americanos, la exploración occidental marcó el comienzo de una ola de devastación, protagonizada por la violencia perpetrada contra las comunidades nativas, el desplazamiento y robo de tierras tribales, y la introducción y propagación de enfermedades, entre otras muchas cosas".

 Este reportaje, realizado en reservas de Estados Unidos con declaraciones de los propios indios, demuestra que las atrocidades de las que habla las cometieron, sobre todo, los ingleses, que arrasaron las tribus de Norteamérica y después los encerraron en guetos Cuando entras en una reserva india en EEUU tienes la impresión de que has cambiado de país, y en lugar de estar en un rico país occidental te encuentras en un poblado miserable.

En pleno siglo XXI, Estados Unidos mantiene encerrados a los nativos que sobrevivieron al exterminio indio perpetrado por los angloamericanos en el siglo XIX.

La civilización nativa americana vive ahora confinada en vastas extensiones de desierto. Las reservas tienen un autogobierno elegido por votación encabezado por un jefe y dictan sus propias leyes. No pagan impuestos, la mayor parte de las casas - prefabricadas – pertenecen al Gobierno y viven fundamentalmente de la ganadería y los pequeños negocios familiares y las subvenciones. La reserva más grande es la de los navajos, ya que, de cada 10 indios de Norteamérica, 7 son navajos.

Al norte de Arizona, haciendo frontera con Nuevo México, se pierden miles de kilómetros de desierto: es la Nación Navaja, en cuyo terreno se asienta a su vez una reserva de indios Hopi.

En el centro de la reserva se encuentra el Cañón de Chelly, el único lugar con agua y árboles de la reserva. Los navajos han vivido siempre allí, donde se establecieron de forma sedentaria hasta que fueron expulsados por los colonizadores americanos en 1864 y conducidos andando a un campo de concentración – Long Walk – a cientos de kilómetros. El pueblo navajo no olvida los miles de muertos en el camino, en pleno invierto, hacia Fort Summer, en Nuevo México. Cuatro años después, en 1868, se firmó la paz y los navajos pudieron retornar a su hogar.

"No estamos contentos, las reservas son guetos, pero eso es lo que tenemos", dice Johnny S., miembro de la tribu de los Cherokees que trabaja como guía en el Parque Nacional de Mesa Verde, al sur del Estado de Colorado. El padre de Johnny es el jefe del clan de los Osos y su madre, también cherokee, es miembro del Ejército. "De pequeño yo no viví el racismo porque en el Ejército hay mucha mezcla de razas, sin embargo, al llegar aquí, al suroeste de América sí lo he observado", dice Johnny. "Aquí no hay negros ni hispanos y los nativos se han convertido en el objetivo del racismo de los ‘anglos’", que es como denominan los indios a los americanos blancos.

Johnny cuenta que, además de haber confinado a los indios en reservas, ahora los anglos están intentando quitar esas tierras a los nativos porque han aparecido minerales de valor. "Los anglos han desplazado a los nativos hacia unas tierras desconocidas y lejos de su lugar de origen", declara.

El lado positivo de las reservas, que se puede sacar un negocio propio para independizarse de los americanos blancos. Johnny no puede ocultar su rabia y frustración ante el agravio sufrido por los suyos. "Ahora hay muchos anglos que quieren formar parte de la cultura nativa. Dicen que tiene sangre india en sus venas y tonterías por el estilo sólo para quitarse el sentido de culpabilidad", asegura.

El cherokee critica que los americanos utilicen sus nombres para sus equipos de fútbol y lo considera un insulto para ellos. "En Washington hay un equipo que se llama Red Skin – piel roja -, que recuerda cuando los anglos utilizaban la piel de los indios como trofeo durante la guerra".

Richard, un indio apache que vive en la reserva de Nuevo México, de profesión camionero, cuenta que la imposición de las costumbres inglesas fue fundamental para acabar con la cultura india. "Al quitarnos nuestra lengua, cortarnos el pelo y obligarnos a adoptar su indumentaria nos quitaron nuestra cultura".

Esta india apache considera que los españoles eran "amigos de los indios". "Los españoles nos trajeron los caballos, la patata, las ovejas y las vacas y con ellos no hubo conflicto", dice. Reivindica su tierra sin asomo de rencor, aunque reconoce que su cultura se ha perdido bajo la influencia de los anglos.

(Reportaje realizado en 1999 en las reservas indias de Arizona y Nuevo México).

Fuente ; Pilar Diez

 

 

Sentido trascendente del trabajo.



Sentido trascendente del trabajo. 
Llamada universal a la santidad.

Hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir.




Los verdaderos genocidas de América


Jesus PlusUltra


Los verdaderos genocidas  de América

Para los que llaman a España genocida por ignorancia o maldad calculada…

Traemos a los más ofendiditos… EEUU y Méjico…

... les refrescamos la historia verdadera… porque, ¿qué hicieron en sus propias tierras los anglosajones?...

Un ejemplo: a los indígenas de California los aniquilaron éstos, y no españoles como el misionero español Junípero Serra, un gran santo que los evangelizó y amó.

Esa “guerra de exterminio” comenzó 60 años después de la muerte del fraile español cuyas estatuas ahora derriban los hijos de la ignorancia y la maldad.

Hablemos de ellos...

CALIFORNIA:

La población indígena de California (antigua Nueva España) desaparece no durante la época de las misiones franciscanas españolas, sino tras la incorporación del territorio a EEUU, como ha demostrado un trabajo publicado por la Universidad de Yale: ‘Cientos de lugares en los que se mató a los indios manchan California desde las secoyas rojas plantadas en la niebla del noroeste hasta los abrasadores desiertos del sudeste. Individuos, grupos privados, milicias del Estado, soldados del ejército de los EEUU llevaron a cabo estos crímenes, en apariencia para proteger a los no indios o para castigar a los indios por presuntos crímenes. Pero de hecho los responsables a menudo buscaron aniquilar a los indígenas californianos entre 1846 y 1873”.

Toda esta comunidad multirracial y variada que hablaba español fue despojada de sus derechos de propiedad cuando llegaron a California los estadounidenses. Los ataques con apoyo gubernamental se sucedieron y afectaron a todo el que no pertenecía al grupo WASP (White, Anglo-Saxon-Protestant), que acababa de hacerse con el control del territorio.

...Lo que sucedió en California con la población india no es algo que ocurriera de manera más o menos larvada. Pública y ostentosamente, las autoridades proclamaban su propósito de acabar con los indios. Se vendían bonos en nombre del estado de California para financiar expediciones contra ellos. 

El exterminio de la población indígena fue una política de Estado practicada por las autoridades de los EEUU de América con pleno conocimiento de causa. Hasta ingleses, franceses y holandeses suelen atribuirse mutuamente el dudoso honor de haber popularizado el arranque de cabelleras y haberlo convertido en un negocio.

La práctica anglófona de arrancar el cuero cabelludo se difundió en el territorio de lo que hoy es Estados Unidos a partir del siglo XVII, cuando los colonos ingleses ofrecían fuertes recompensas a quien presentara el cuero cabelludo de un indio fuera hombre, mujer o niño: en 1703 el gobierno de Massachusetts pagaba doce libras esterlinas por cuero cabelludo, lo que motivó que la caza de indios -organizada con caballos y perros- no tardará en convertirse en una suerte de deporte muy rentable.

MÉJICO:

Y lo mismo ocurrió en la Sonora con los apaches. El conflicto durante el siglo XIX por los recursos de la región (ganado y cautivos), incluyó medidas como gratificar por las cabelleras de apaches con el fin de exterminarlos.

Tras la guerra de Independencia mejicana (1810-1821) mientras la nueva nación se organizaba, los ataques de comanches y apaches se intensificaron. La falta de control sobre la frontera, las luchas entre facciones políticas, el avance del expansionismo norteamericano, la conformación de circuitos de intercambio para lo depredado en México propició estas escenas de violencia.

Los actuales estados de Sonora y Chihuahua, principales objetivos de las incursiones de los atapascanos durante gran parte del siglo XIX, enfrentaban luchas entre facciones políticas por el poder y conflictos con grupos indígenas. Buscando acabar con las depredaciones de los nómadas, el gobierno del estado de Sonora tomó medidas drásticas. El exterminio de los atapascanos se perfiló como la solución, y en aras de lograr este objetivo las autoridades ofrecieron premios en efectivo por apache muerto. Otros estados norteños siguieron su ejemplo y esta táctica de recompensas, que inició en la década de 1830, estuvo vigente medio siglo.

El gobierno sonorense, encabezado (1832-1836) por su primer gobernador Manuel Escalante, estableció recompensas por cabelleras apaches de cien pesos por aquella perteneciente a un guerrero mayor de catorce años, y que las mujeres y niños serían tomados presos para ser deportados o colocados como sirvientes con familias mexicanas. También se ofrecía a los cazacabelleras conservar el botín que represaran. Asimismo, se estipulaba que "siendo los apaches enemigos comunes del Estado, todos los pueblos quedaban facultados para perseguirlos como a fieras sanguinarias que cruelmente lo devoran", "deseando el Ejecutivo el exterminio del enemigo apache" .

El Congreso del estado de Sonora inauguraban así lo que críticos nacionales contemporáneos llamaron "la vil industria de vender cabelleras" y una nueva etapa en las relaciones apaches-mexicanos, caracterizada por masacres, por carnicerías de las que fueron víctimas hombres, mujeres y niños.

Más de Méjico... El genocidio de los cristeros...

La Cristiada fue la rebelión de los católicos mejicanos contra el Gobierno revolucionario que trató de erradicar el culto católico.

En esa guerra, iniciada en 1926, el número de muertos fue en torno a un cuarto de millón y los asesinatos de jefes cristeros duraron hasta 1941. Hablar de esta guerra salvaje perpetrada por el régimen del PRI contra su pueblo es aún motivo de irritación para los laicistas o izquierdosos.

Por cierto, las autoridades norteamericanas apoyaron al presidente perseguidor de cristianos Calles, llegando a bombardear un tren lleno de soldados cristeros...

Y el presidente de Méjico 2021 diciendo que España pida perdón...

EEUU

(donde ciertos demócratas exigen perdón a España derribando estatuas españolas):

Escribía el coronel Irving Dodge a finales del siglo XIX: "donde hace un año había decenas de miles de búfalos, ahora solo hay cadáveres. El aire está sucio y tiene un hedor nauseabundo y la vasta llanura que hace unos pocos meses rebosaba de vida animal, ahora es un desierto solitario y muerto"

Hablaba de las grandes llanuras del corazón de Estados Unidos, cuando hubo una época en que el búfalo se contaba por millones, pero a principios del XX ya sólo había unos pocos cientos. No fue un accidente… la destrucción del búfalo fue la "civilizada solución de los useños" del problema indio.

El proceso de construcción nacional de EEUU, está lleno de episodios oscuros. Las guerras indias, que es el trasfondo donde nació y se desarrolló el exterminio del búfalo, son uno de ellos.

Los siux, los kiowa o los comanches gobernaban las grandes planicies del interior de Estados Unidos con una economía (y una cultura) alzada sobre el búfalo. Para octubre de 1868, Philip Sheridan el militar encargado de pacificar las grandes llanuras lo tenía claro: su mejor baza para controlar a los nativos americanos era «hacerlos pobres gracias a la destrucción de sus recursos y luego encerrarlos en sus reservas».

Un año antes, entre el ejército ya circulaba la orden de matar a tantos búfalos como fuera posible porque «cada búfalo muerto era un indio menos»

Así, para la década de 1870 ya había una industria dedicada a exterminar bisontes. Se daban 3 dólares por cada piel, dejando más de una tonelada de carne para pudrirse. Y con la extensión del ferrocarril, animaban a sus pasajeros a disparar desde los trenes en movimiento a este animal.

Cientos de miles de toneladas de huesos de bisontes se extendían en largas pilas a la espera de ser usados para refinar azúcar, fabricar porcelana y como abono (ahí está la foto).

 

El bisonte era la piedra angular de las civilizaciones aborígenes, sirva como ejemplo la narración de un visitante de la región hacia 1840:

´El búfalo suministra prácticamente todo lo necesario para la vida del indio: habitáculo, comida, ropa y combustible, cuerdas para los arcos, hilo, cordones, riendas para los caballos, sillas de montar, vasos para el agua, pequeños barcos para cruzar los ríos, pegamento, y todo aquello que necesitan para intercambiar con los comerciantes blancos. Si el búfalo desaparece, ellos también dejarán de existir´

Aquí es donde Buffalo Bill, Billy Dixon, Buffalo Jones y otros famosos tiradores se dieron a conocer… ya sabemos, héroes americanos, no los españoles como Pizarro y Hernán Cortés, que fueron malos malísimos… leyenda negra para España, blanca para los blancos…

Lo dejamos ahí, que ya hablaremos de los franceses, los belgas, los holandeses...