BORREN A ESPAÑA. DESTRUYAN A MÉXICO


 







BORREN A ESPAÑA. DESTRUYAN A MÉXICO

 

Juan Miguel Zunzunegui

 

Borremos el pasado, cambiemos la historia, repudiemos lo que somos. Neguemos a Colón y a Cortés, olvidemos que ochenta mil indígenas se aliaron a Cortés contra la tiranía azteca y comenzaron con ello la conformación del país que somos, el país resultado de la unión y el triunfo.

 

Borremos a España y lo español de nuestra memoria, erradiquemos todo lo que apeste a España, y con ello la mitad hispana de nuestro mestizaje.

 

Si odias a Cortés y repudias la mal llamada conquista, se congruente:

No vuelvas a escuchar un mariachi ni a cantar rancheras. Dile adiós a los boleros, los sones y los huapangos, al pasito duranguense y a la música norteña. Que no vuelva a sonar ningún instrumento llegado de España.

 

No vuelvas a tomar tequila o mezcal, elaborados con el abominable proceso de destilación que trajeron los españoles. Adiós al mole creado en los conventos virreinales de Puebla y Oaxaca. Derribemos todos los conventos y monasterios que esos odiosos gachupines nos dejaron. Detonen todas las catedrales de su abominable Dios que no exige sacrificio humano o canibalismo ritual, cerremos para siempre todos los pueblos mágicos que apestan a virreinato.

 

Que se cancele de una buena vez y para siempre la Guelaguetza, llena de bailes y trajes virreinales. Que quede abolido el pan, ese alimento diabólico llegado de Europa, y con él se vaya la nata, la crema, la leche y los quesos. Que nunca un mexicano vuelva a comer alimentos imperialistas. Adiós al taco al pastor y a la cochinita pibil, nunca más un jugo de esas asquerosas naranjas que llegaron en la Nao de China, al igual que los abominables mangos de Manila, fruto de la conquista. Nunca más un queso Oaxaca en nuestro soberano y orgulloso territorio.

 

Declaremos la abolición del nefasto deporte nacional, la charrería, porque no la tendríamos sin España. De hecho, saquemos del pacto federal a todos los estados del centro del país, tan llenos de charros, de caballos, de tequila, de vino, de ganado en general, de iglesias, conventos y haciendas. Expulsemos todo lo que apeste a España.

 

Nunca más una copla ni un son, que no vuelva a sonar José Alfredo o Cuco Sánchez, que nunca más se baile el Jarabe Tapatío.

A reaprender la forma de contar, pues el sistema métrico decimal es una imposición imperialista, volvamos a nuestra base de 20, dejemos el calendario conquistador que usamos.

 

Se acaba para siempre la Navidad, nada de poner nacimientos, y corramos para siempre a los Reyes Magos, nunca más un pan de muerto o una rosca; y desde luego, nada de descansar en Semana Santa.

 

Quede abolida para siempre la religión católica, junto a cualquier otro cristianismo, y desde luego, expulsemos para siempre el peor símbolo de la conquista: la virgencita de Guadalupe.

 

Que nunca más sea leída Sor Juana, engendro virreinal, y que con ella se marchen todos los imperialistas que escribieron y pensaron en la lengua de Castilla. Que se quemen los libros de Octavio Paz y Carlos Fuentes, que se quemen de hecho todos los libros escritos en el infamante idioma de Cortés.

Que el Espíritu deje de hablar por nuestra raza, que se cierre la universidad y el Colegio de México, que se vayan los hijos del exilio en la Guerra Civil.

 

Que España sea borrada de México y que nadie más se exprese en su lengua. Impongamos el náhuatl en 130 millones de mexicanos malinchistas. Que se dinamite el Palacio Nacional, construido por Cortés, y sede de virreyes, que se destruya la catedral cuya primera piedra puso Cortés, que caigan todos los templos, que se destruya todo lo que sea barroco o neoclásico, que sea eliminado el Estado de Puebla y el de Oaxaca, que separemos Yucatán de nuestro país.

 

Que no haya nunca más una fiesta a Santos Patronos, y que Jesús sea borrado de la memoria nacional, que se acaben los bailes en Chalma y nos olvidemos para siempre de la Basílica y las peregrinaciones.

Que se le saque el corazón a todo aquel que vuelva a pronunciarse en español.

 

Que no quede huella del paso de España por estas tierras. Destruyamos de una buena vez y para siempre el fruto más hermoso que los conquistadores dejaron en América: MÉXICO.

Que se vaya de este suelo todo aquel que no sea cien por ciento indígena, que sea eliminado todo aquel con ancestros españoles. Borren a España, destruyan a México.

 


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Centroamérica y Caribe: narcotráfico al poder


Centroamérica y Caribe: narcotráfico al poder

La última alarma la despertó, hace unos años,  el inaudito 
aumento de la violencia en Costa Rica, 
antes un oasis de paz en la región.

El problema no está sólo en EE.UU, donde los mayores de 12 años que consume drogas aumentaron de 5.8% en 1991-93 a 8,9% en el 2008. 

O en  México, donde la guerra contra las drogas causó la muerte de más de 50.000 personas en los últimos 5 años.

Los países que comenzaron siendo meros intermediarios de tránsito de drogas, como era de prever, terminaron siendo excelentes consumidores


La última alarma la despertó el inaudito aumento de la violencia en Costa Rica, antes un oasis de paz en la región.

Más poderoso que los Estados centroamericanos, el narcotráfico avanza no solo aumentando la oferta de estupefacientes en los países de la región, sino permeando las instituciones con el poder de su dinero y generando una creciente cultura de violencia que hace irrisorio proclamar que en Centroamérica no existe la pena de muerte. Sí existe pero,  no administrada por  la Justicia institucionalizada, sino por los capos mafiosos, que señalan quienes deben ser ejecutados.

El problema ya era endémico en Guatemala, El Salvador y Honduras, y ahora es también, en  la alguna vez llamada la "Suiza Centroamericana", donde -pese a las declaraciones de las autoridades de que tienen el control de la situación- las ejecuciones callejeras aumentan continuamente y se terminó el 2015 con alrededor de 530 asesinatos.

En 2015, en República Dominicana se celebraron juicios contra seis jueces  (ha leído bien: jueces), acusados de complicidad, por admisión de sobornos en 15 casos de narcotráfico y blanqueo de dinero.

El narcotráfico y la violencia asociada cambian cultura y modos tradicionales de vivir. Por un lado los nacidos en la pobreza tienen en la integración a las bandas criminales un modo de obtener sentido de pertenencia y de algún bienestar económico, aún con grave riesgo de morir en el intento. Y por otro, los jóvenes en mejores condiciones socioeconómicas, que deben adaptarse a las circunstancias y simular, hasta en el modo de vestir, para no ser confundidos con los grupos mafiosos. 

Y el avance sobre las instituciones es incontenible. En Costa Rica, el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones mostró "... preocupación en torno a las elecciones municipales de febrero: el cuidado con el dinero del crimen organizado y su filtración en el financiamiento de campañas."

En Guatemala es vox populi la financiación de candidaturas políticas por parte de los carteles del narcotráfico. 

Mientras se pretenda combatir el narcotráfico como se ha hecho hasta ahora, continuará degradándose la paz en los países centroamericanos -que constituyen la ruta esencial de las drogas para su llegada a su mayor mercado consumidor, los Estados Unidos- y llegará el momento de que estará amenazada su condición de sociedades democráticas.

¿Estado Islámico, Daesh o ISIS?


¿Estado Islámico, Daesh o ISIS? ¿Es lo mismo?
La elección de uno u otro nombre no es casual, 
dado que cada término tiene sus connotaciones. 
¿Qué significa cada uno?

El Estado Islámico está en boca de todos tras los atentados que la semana pasada en París. Pero cada uno denomina de forma distinta al grupo yihadista.
Probablemente habrás escuchado hablar del Estado Islámico, del DAESH y del ISIS para referirse a lo mismo.

Estado Islámico

Es así como se autodenomina el grupo y por eso muchos evitan su uso.
Hace unos meses, algunos gobiernos hicieron un llamamiento a los medios de comunicación para que dejasen de utilizar el término Estado Islámico
El Gobierno francés, por ejemplo, dejó de utilizarlo para no legitimar la reivindicación del grupo de ser un Estado.
También el Gobierno de España ha dejado de utilizar la autodenominación del grupo terrorista como “Estado Islámico” porque eso conllevaría, en opinión del Ejecutivo, "legimitar" su existencia y sus acciones como un país que rige la vida de sus ciudadanos. 
El Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, pidió públicamente "llamar a las cosas por su nombre", ya que el objetivo de que se autodenominen 'Estado Islámico' para que los demás les llamen así es el de "legitimar su organización como la única del territorio, la hegemónica y todopoderosa, separándose así del resto de formaciones terroristas"

DAESH

Los países que han dejado de llamar Estado Islámico al grupo ahora lo
denominan Daesh, acrónimo árabe de al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham (Estado Islámico de Irak y el Levante).
Los terroristas detestan esta denominación porque, en árabe, el sonido de esa palabra es parecido a "algo que aplastar o pisotear”. Dependiendo de cómo se conjugue, esta palabra también puede significar "intolerante" o "el que siembra la discordia”.
Tal es el odio de los miembros del grupo a esta palabra que se dice que en los territorios que controlan se han producido ejecuciones a ciudadanos sólo por haberlo utilizado. Han amenazado, además, con cortar la lengua a quien les llame así. 
Ellos lo perciben como un desafío a su legitimidad: un rechazo a sus aspiraciones de definir la práctica islámica para ser 'un Estado para todos los musulmanes' y -crucialmente- como una negativa a reconocerlos y tratarlos como tal.
El embajador británico en Irak, Simon Collis, dijo que aquellos que hablan árabe utilizan el nombre Daesh con una mezcla de ridículo y hostilidad. 

ISIS

 

Tanto ISIS como ISIL son la traducción al inglés del acrónimo árabe

'Islamic State of Irak and the Levant' (ISIL) o el más habitual 'Islamic
State of Irak and Siria' (ISIS). Es la más utilizada por la prensa anglosajona y la denominación más extendida en el mundo. La única diferencia con la denominación “Estado Islámico” es que añade la coletilla “de Irak y el Levante”, que el grupo pidió eliminar el año pasado.