El encanto y universalidad de la liturgia




El encanto y universalidad de la liturgia
¿Todas las fiestas cristianas tienen la misma categoría?

La liturgia Católica es un enorme elemento de unidad universal.


El silencio de Dios en la confesión



El silencio de Dios en la confesión
La confesión: un regalo espiritual y sicológico

Una de las dimensiones más asombrosas de Dios, es su misericordia. La misericordia es el amor de Dios por el pecador. Dios no ama el pecado, pero sí al pecador.

Él vino a decirnos que "era amigo de pecadores...” "que no venía por los justos, sino por los pecadores” Y que "hay más gozo en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve que hacen penitencia”. La misericordia es la dimensión infinita del perdón de Dios. Dios  perdona, sin condiciones.

Cuando nos confesamos con el Sacerdote que  representa a Jesucristo, sus preguntas o consejos, que suelen ser breves y tranquilizadoras, sabemos que terminarán con “Yo te perdono”;  hasta setenta veces siete (siempre). Incluso cuando no somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Nuestra propia conciencia, nuestra personal responsabilidad son quienes juzgan y hablan. Dios permanece en silencio y perdona.

Ser responsable es ser libre
Todo inicia con el arrepentimiento, que no es “complejo de culpabilidad”, sino culpabilidad real.  Cuando decimos "lo siento", aceptamos la realidad.  Cuando decimos “es mi culpa", alcanzamos la libertad.  Cuando dejamos de culpar a los demás y decimos "quien está mal con el mundo soy yo", asumimos la responsabilidad y, recuperamos la libertad. La voluntad se compromete y somos maduros y plenamente humanos. Del arrepentimiento nace la alegría porque afrontamos la realidad y aceptamos  la libertad.
El psiquiatra ayuda pero, no puede perdonar.
Hay personas que emplean esa fórmula. Van a un psiquiatra, o a un psicoanalista. A él le descubren su conciencia. Y tratan de investigar el origen de sus errores y fracasos. Hablan durante horas en el consultorio psiquiátrico, tratando de hallar la serenidad perdida. Hablando, y hablando, uno se desahoga. Al compartir sus secretos, sus fracasos, su vida, humanamente se libera. Es como si de pronto, consiguiésemos un amigo, un socio, un cómplice. Entre dos es más fácil llevar la carga, y compartir la responsabilidad de la vida diaria.

Ese “desahogo” es parte importante, un primer paso para la solución, pero no es suficiente hasta que aceptamos y asumimos la parte de responsabilidad que nos corresponde.

La confesión también cubre esa parte humana  de la descarga y el desahogo pero llega hasta el final con la responsabilidad y el perdón.

Reconstruimos nuestra personalidad 

Los errores no asumidos en el conflicto diario, en cierta manera, van deteriorando y desequilibrando, nuestra personalidad que se va fragmentando al rehusar, consciente o inconscientemente, las propias responsabilidades. Buscamos en el escapismo y la evasión, huir de la dura realidad de la vida y de la propia debilidad.

Somos "desertores” del papel que nos corresponde: madres neurasténicas; esposos infieles; empleados deshonestos; hijos desobedientes; adolescentes en rebeldía. Inútilmente buscamos alguien a quien echar la culpa de nuestra desacomodación. Pero es inútil: somos los únicos culpables. Deberíamos  aprender a aceptarnos a nosotros mismos. Deberíamos aceptar alegre y conscientemente nuestra responsabilidad frente a los demás y  Dios.

Todos estamos un poco enfermos, tenemos nuestros propios desequilibrios. Enfermos de egoísmo, de sexualidad, de envidia, de rencores, de violencia, de resentimiento, de pasiones mal domadas, de agravios, de mentiras, de injusticias, y  mil cosas más... Es irresponsable decir " Yo soy así. Es mi naturaleza y no la puedo cambiar".

 El alivio se siente cuando uno al fin se siente dueño y responsable de su vida. ¡Soy responsable, soy libre!


Sólo necesitamos el silencioso perdón de Dios.

Un ejemplo de unión activa entre distintas creencias.



En 2016, en Chile: encuentro interreligioso en apoyo a madres en riesgo de abortar.
Un ejemplo de unión activa entre distintas creencias.
Las distintas creencias, manteniendo sus diferencias, tienen muchos puntos en común muy importantes,  que pueden aportar a la sociedad actual.

Todos estos credos entregaron un mensaje de respeto y cuidado por la vida

La Fundación Chile Unido realizó este martes, una Fiesta de Navidad para celebrar a más de 100 mamás en representación de las casi 600 mujeres embarazadas que acompañaron durante el presente año.

Esto gracias a su programa de Acompañamiento Integral a mujeres con embarazos vulnerables, y que en sus 18 años de historia, ha permitido que más de 4.800 niños hayan nacido.

En la ceremonia interreligiosa participaron los máximos representantes de las Iglesias cristianas: católica, evangélica, ortodoxa, anglicana, luterana, mormona, así como de la religión Judía y musulmana con el Centro Islámico de Chile. Todos estos credos entregaron un mensaje de respeto y cuidado por la vida del que está por nacer de manera transversal, y de apoyo  a sus madres en su vulnerabilidad.

Además, fueron invitados representantes del mundo político y social, como Mario Sepúlveda y Daniel Herrera, en representación de los 33 mineros rescatados en Atacama.

Pocos días atrás, el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, presidió en la Catedral Metropolitana, la eucaristía que dio inicio al Adviento, haciendo un llamado a toda la comunidad católica a vivir en forma coherente y a tomar un rol activo en la construcción de una vida con bases sólidas.

La ceremonia estuvo marcada por la bendición que hizo el cardenal Ezzati a las mujeres embarazadas que asistieron a la misa, a quienes llamó a inspirarse en la dulce espera de María. En la oportunidad además agregó “los invito a vivir un tiempo de Adviento con mucha esperanza y gozo, comprometiéndonos a ser cristianos activos en la vida de la fe, de la familia, de la sociedad, en la vida de la Iglesia y la transformación del mundo”.



Falsedades sobre el indigenismo

 Falsedades sobre el indigenismo


Falsedades sobre el indigenismo

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Católicos y protestantes: entre lo bueno y lo excelente



Católicos y protestantes: entre lo bueno y lo excelente

Carencia espiritual del protestantismo

La Iglesia en reforma permanente

En las últimas décadas se están dando importantes pasos en el proceso de  unidad de los cristianos. Es una irresponsabilidad frente a la humanidad la falta de unidad entre cristianos. Por encima de nuestras diferencias doctrinales tenemos un gran campo de acción común para aportar soluciones a los actuales problemas humanos: defensa del no nacido, de la familia, del matrimonio, de la paz, contra la trata de personas, la droga, el comercio de armas y,…sobre todo, del derecho a la libertad religiosa.

Si trabajamos juntos en esos importantes temas, nuestra unidad en otros aspectos irá avanzando, mientras aportamos bien a la humanidad. 

En las polémicas entre católicos y evangélicos “de a pie”, se detecta, frecuentemente,  un gran  desconocimiento por ambas partes. En realidad, como en cualquier otra disciplina. Asombra la enorme ligereza y superficialidad con la que algunos protestantes defienden sus posturas; el gran desconocimiento histórico, filosófico, teológico y bíblico de sus afirmaciones.

Aunque en las bases sociales populares en Latinoamérica se está produciendo un significativo aumento de distintos grupos protestantes, sin embargo, en la cúpula de pastores protestantes se está generando el proceso contrario de conversión hacia el catolicismo. Se trata,  sobre todo, de un proceso de coherencia lógica con su riguroso estudio de la Biblia. Decenas de pastores, coherentes con su investigación bíblica, han encontrado un itinerario de camino bíblico hacia la Iglesia Católica.

Dios proporciona su gracia a través de los Sacramentos y de las vías más insospechadas para ayudar a todas aquellas personas de buena voluntad que no conocen su Iglesia. Hay excelentes personas, entre los protestantes, que están en ese camino porque no han tenido oportunidad de conocer el correcto;  no hay la menor duda de que Dios les ayuda. De la misma manera que hay pastores protestantes que son meros explotadores de su capacidad oratoria, de persuasión y manipulación de sentimientos, sobre todo, de personas sencillas; pastores que están ahí como medio de subsistencia, como líderes locales de pequeñas comunidades que les mantienen con el diezmo
.
Todas esas personas sencillas, con buena voluntad, se están perdiendo la gran riqueza espiritual de la única Iglesia de Jesucristo. Sus templos están vacíos, allí no hay nadie,  solamente tienen sillas, un atril, una biblia y un predicador. En realidad, no son templos, son salas de conferencias bíblicas.  No tienen a Jesucristo real y verdaderamente presente en la Eucaristía. Son como las antiguas Sinagogas judías. 

No tienen  muchos de los Sacramentos, ni la autoridad y solidez de 20 siglos de vida de la Iglesia de Jesucristo. No tienen los miles de modelos de las vidas de santos que nos enseñan que hay múltiples maneras de imitar a Jesucristo que, efectivamente,  es el  único modelo e intercesor; sobre todo, desconocen el admirable papel de la madre de Jesucristo como nuestra madre espiritual.

Permanecen anclados en el Antiguo Testamento de la Biblia y desconocen todos los beneficios que Cristo nos ha ganado con la Nueva Ley, al ignorar la Iglesia fundada por Él mismo. 

Tienen una gran ignorancia de su propia historia; desconocen que su único enlace con los primeros cristianos, son los 16 siglos de catolicismo en la Iglesia que Lutero pretendió inicialmente solamente reformar y no dividir.   En esa historia de la Iglesia caminan juntos la santidad y el pecado, el trigo y la cizaña, la ortodoxia y la herejía. A todos los niveles: desde los obispos y papas hasta el laico que lleva una vida ordinaria.

Desconocen que muchos católicos estaban reclamando las reformas de la Iglesia, y no solamente Lutero. No saben que esas reformas, y más de las que Lutero reclamaba, se realizaron concienzudamente en el Concilio de Trento. Ignoran que la Iglesia está en reforma permanente.

No conocen el siguiente texto escrito de Lutero a Zwinglio: «Le asusta a uno ver cómo donde en un tiempo todo era tranquilidad e imperaba la paz, ahora hay dondequiera sectas y facciones: una abominación que inspira lástima [...] Me veo obligado a confesarlo: mi doctrina ha producido muchos escándalos. Sí; no lo puedo negar; estas cosas frecuentemente me aterran».

Tampoco conocen lo que Lutero le confiaba a su amigo Melanchton: « ¿Cuántos maestros distintos surgirán en el siglo próximo? La confusión llegará al colmo».

 Desconocen que hubo, y hay, otros grandes reformadores que no rompen la unidad de la Iglesia, sino que la fortalecen: como san Pío V y san Carlos Borromeo. Los mártires Tomás Moro y Juan Fisher; san Ignacio de Loyola; los místicos y gigantes espirituales españoles como Teresa de Ávila y Juan de la Cruz, así como San Felipe Neri, san Pedro Canisio y san Francisco de Sales.

Tienen grandes lagunas filosóficas como pensar que la Biblia es la única fuente de conocimiento de la verdad; o errores teológicos como el de la predestinación que les lleva a consecuencias filosóficas inaceptables que niegan la responsabilidad y libertad humana.

Desperdician los 20 siglos de doctrina cristiana acumulada con rigor científico en áreas como la bíblica, teológica, y filosófica. Cabezas brillantes como los 92 Padres de la Iglesia de los cuatro primeros siglos y los 38 Doctores de la Iglesia posteriores.

No tienen el tesoro de la liturgia para los actos de culto a Dios, acumulada durante siglos, con fundamentos bíblicos y belleza artística en coros, instrumentos musicales, escultura, pintura, arquitectura, poesía, literatura,… 

Los protestantes buscan, de un templo a otro, al predicador que mejor se ajuste a su estilo oratorio, o a su personal interpretación de la Biblia y,… tienen cientos para elegir.
La autoridad de un Sacerdote católico no proviene de su liderazgo social, ni de su dominio de las técnicas de oratoria sino, de su identificación con Jesucristo. La autoridad no se la conquista él mismo sino que se la confiere su unidad con Jesucristo y su Iglesia.

Cuando un pastor protestante lee el texto “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mat 16,18)  ¿Realmente ese pastor puede creerse sucesor de Pedro?

Vale la pena terminar con este mensaje de respeto y unidad que nos da el Evangelista Lucas en 9,49:

“Maestro, vimos a cierto hombre expulsando demonios y se lo prohibimos porque no es de los nuestros. Jesús le dijo: no se lo prohibáis. Porque el que no está contra vosotros, con vosotros está”   

35 razones para estar orgullosos de la historia de España

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España implantó hace siglos la jornada laboral de 8 horas

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España fundó en América 23 Universidades

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Lautato Si, en homenaje a 1.200 millones de campesinos.

Lautato Si, en homenaje a 1.200 millones de campesinos.

En el mundo, más de 1.200 millones de campesinos con sus familias aseguran la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación, al ofrecer hasta el 80% de los alimentos consumidos localmente, enfría el planeta y conservan la biodiversidad y las semillas.

En homenaje a todas estas personas que están pasando a formar parte de los excluidos, dedicamos una breve selección de textos de la encíclica Laudato Si del Papa Francisco, como el mejor apoyo que podemos darles:

n. 34:” Pero mirando el mun­do advertimos que este nivel de intervención hu­mana, frecuentemente al servicio de las finanzas y del consumismo, hace que la tierra en que vivi­mos en realidad se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris, mientras al mismo tiem­po el desarrollo de la tecnología y de las ofertas de consumo sigue avanzando sin límite. De este modo, parece que pretendiéramos sustituir una belleza irreemplazable e irrecuperable, por otra creada por nosotros”.

n. 129: “Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que fa­vorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. Por ejemplo, hay una gran variedad de sistemas alimentarios campesinos y de peque­ña escala que sigue alimentando a la mayor parte de la población mundial, utilizando una baja pro­porción del territorio y del agua, y produciendo menos residuos, sea en pequeñas parcelas agríco­las, huertas, caza y recolección silvestre o pesca artesanal.

Las economías de escala, especial­mente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales. Los in­tentos de algunos de ellos por avanzar en otras formas de producción más diversificadas termi­nan siendo inútiles por la dificultad de conectarse con los mercados regionales y globales o porque la infraestructura de venta y de transporte está al servicio de las grandes empresas.

Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva. Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero”

n.134: “En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa.
Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades.

La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales.
En varios países se advierte una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras”.

n. 52 “La tierra de los pobres del Sur es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satis­facer sus necesidades vitales les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de pro­piedad estructuralmente perverso”.

n. 94: “Esto tiene consecuencias prácticas, como las que enunciaron los Obispos de Paraguay: « Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su fa­milia y tener seguridad existencial.
Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, ade­más del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización”

n. 106: Por eso, el ser humano y las cosas han dejado de tenderse amigablemente la mano para pasar a estar enfrentados. De aquí se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos. Supone la mentira de la disponibi­lidad infinita de los bienes del planeta, que lleva a « estrujarlo » hasta el límite y más allá del límite”.

n. 109:Pero el mercado por sí mis­mo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social. Mientras tanto, tenemos un superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora y no se elaboran con suficiente celeridad instituciones económicas y cauces sociales que permitan a los más pobres acceder de manera regular a los re­cursos básicos”

n. 112: “Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral. La liberación del paradigma tecnocrático reinante se produce de hecho en al­gunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comunida­des de pequeños productores optan por sistemas de producción menos contaminantes, sostenien­do un modelo de vida, de gozo y de convivencia no consumista “

n. 127:Por eso, en la actual realidad social mundial, más allá de los intereses limitados de las empresas y de una cuestionable racionalidad económica, es necesa­rio que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos”.
Hay más textos de la Laudato Si que hacen referencia a este tema de forma más o menos directa pero, era preciso hacer una selección.

Recientemente  el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim afirmaba: “Esta es la mejor noticia del mundo actual: somos la primera generación de la historia de la humanidad que puede poner fin a la pobreza extrema”.

"Pero este objetivo sigue estando a nuestro alcance, en la medida que nuestras grandes aspiraciones estén acompañadas de planes impulsados por los países que ayuden a los millones de personas que aún viven en la pobreza extrema”.  Recordaba la necesidad de generar prosperidad compartida.

Es decir, la prosperidad “no concentrada” para que el actual sistema de crecimiento económico no genere tanta desigualdad.