Cada vez que participamos en la Misa presenciamos el milagro más grande




Cada vez que participamos en la Misa presenciamos el milagro más grande

La Misa es el sacrificio de Jesucristo


Carta al Presidente Medina


Carta al Presidente Medina

Publicada en Diario Libre 25-7-2109

¨Si el candidato es Leonel: mi voto no va¨

A todos nos ha parecido admirable su discurso renunciando a la reelección. Con su intervención su talla humana y política ha quedado engrandecida y la talla de sus enemigos ha quedado muy empobrecida.

Sr. Medina Ud. se ha ganado al pueblo, es popular: ha conseguido reducir la corrupción millonaria de los anteriores gobiernos, ha frenado las ambiciones de  la explotación del oro, contra fuertes interés internacionales, y ha escuchado el clamor popular por el 4% en educación, ha frenado el aborto, a pesar de las fuertes presiones internacionales. Nos ha abierto las puertas del enorme mercado chino contra la opinión de nuestros poderosos vecinos USA.

Sr. Presidente, Ud. es un buen administrador de la economía del país. Le estabilidad económica es imprescindible para el desarrollo.

Si verdaderamente quiere servir al pueblo, escúchelo, no atienda las voces de los grupos de presión política.

Hoy escuché a varios jardineros en la calle discutir sobre la reelección y lo que decían es: ¨Si el candidato es Leonel: mi voto no va¨. Esto es lo que vengo escuchando en la calle desde hace meses.

No lo dude, preséntese de nuevo como candidato y, le propongo tres puntos clave para su mandato: consiga un sistema hospitalario digno para los ciudadanos (¿4% para Salud), servicio permanente de luz y servicio permanente de agua. Un país sin esos servicios no es desarrollado, no está modernizado. Claro que hay otras muchas necesidades pero, estas deben ser la prioridad.

Es un engaño disponer de velocidad y capacidad 5G en internet y no tener esos servicios básicos.

Aún está a tiempo.

Después de alcanzar esos objetivos puede tranquilamente pensionarse y el pueblo dominicano le estará para siempre agradecido.


los católicos no deben avergonzarse de su historia



Un historiador apunta cinco razones por las que los católicos no deben avergonzarse de su historia






La razón y la Biblia nos dicen que son necesarias las obras para salvarse



La razón y la Biblia nos dicen que son necesarias las obras para salvarse: la fe sola no es suficiente

Así aquellos que hacen profesión de ser de Cristo se reconocerán por sus obras.

La conversión de un famoso filósofo y escritor.



C. S. Lewis
La conversión de un famoso filósofo y escritor.
Una buena explicación del dolor


Por: José Ramón Ayllón | Fuente: Catholic.net 

C. S. Lewis fue un hombre lleno de amigos, libros y alumnos. Nació en 1898, y en 1925 ya enseñaba filosofía y literatura en Oxford. Hasta su muerte en 1963 fue un profesor eminente, autor de célebres ensayos, cuentos y libros de texto. Su vida está marcada por su conversión al cristianismo a la misma edad que San Agustín. Ese giro radical lo explica y justifica en un puñado de libros escritos con un estilo vivo y una lógica apabullante. Lewis domina el arte de argumentar.

Ateo pero razonable

Lewis era ateo porque, desde la temprana muerte de su madre, sentía el universo como un espacio terriblemente frío y vacío, donde la historia humana era en gran parte una secuencia de crímenes, guerras, enfermedades y dolor.

"Si me piden que crea que todo esto es obra de un espíritu omnipotente y misericordioso, me veré obligado a responder que todos los testimonios apuntan en dirección contraria".

Pero esta argumentación no era, ni mucho menos, definitiva:

"La solidez y facilidad de mis argumentos planteaban un problema: ¿Cómo es posible que un universo tan malo haya sido atribuido constantemente por los seres humanos a la actividad de un sabio y poderoso creador? Tal vez los hombres sean necios, pero es difícil que su estupidez llegue hasta el extremo de inferir directamente lo blanco de lo negro".

La auténtica verdad de su ateísmo

En cualquier caso, Lewis se sentía más cómodo en su ateísmo:

"Para un cobarde como yo, el universo del materialista tenía el enorme atractivo de que te ofrecía una responsabilidad limitada. Ningún desastre estrictamente infinito podía atraparte, pues la muerte terminaba con todo (...). El horror del universo cristiano era que no tenía una puerta con el cartel de "Salida"".

En 1917 se incorpora al frente francés de la primera guerra mundial. Un año más tarde cae enfermo y es enviado al hospital de Le Tréport, donde permanecerá tres semanas.

"Fue allí donde leí por primera vez un ensayo de Chesterton. Nunca había oído hablar de él ni sabía qué pretendía. Tampoco puedo entender demasiado bien por qué me conquistó tan inmediatamente. Se podría esperar que mi pesimismo, mi ateísmo y mi horror hacia el sentimentalismo hubieran hecho que fuera el autor con el que menos congeniase (...). Al leer a Chesterton, como al leer a MacDonald, no sabía dónde me estaba metiendo".


Cada vez intelectualmente más cerca 

Cuando vuelve a leer a Chesterton, el ateísmo de Lewis tiene los días contados.

"Después leí el Everlasting Man de Chesterton, y por primera vez vi toda la concepción cristiana de la historia expuesta de una forma que parecía tener sentido (...). No hacía mucho que había terminado el Everlasting Man cuando me ocurrió algo mucho peor. A principios de 1926, el más convencido de todos los ateos que conocía se sentó en mi habitación al otro lado de la chimenea y comentó que las pruebas de la historicidad de los Evangelios eran sorprendentemente buenas. "Es extraño", continuó, "esas majaderías de Frazer sobre el Dios que muere. Extraño. Casi parece como si realmente hubiera sucedido alguna vez".

Conversión al cristianismo

Lewis se siente acorralado y nos describe su situación con una imagen muy británica:

"La zorra había sido expulsada del bosque hegeliano y corría por campo abierto "con todo el dolor del mundo", sucia y cansada, con los sabuesos pisándole los talones. Y casi todo el mundo pertenecía a la jauría: Platón, Dante, MacDonald, Herbert, Barfield, Tolkien, Dyson, la Alegría. Todo el mundo y todas las cosas se habían unido en mi contra".

Siente entonces que su Dios filosófico empieza a agitarse y a levantarse, se quita el sudario, se pone en pie y se convierte en una presencia viva. La filosofía deja de ser un juego lógico desde que ese Dios renuncia a la discusión y se limita a decir: "Yo soy el Señor".

"Debes imaginarme solo, en aquella habitación del Magdalen, noche tras noche, sintiendo, cada vez que mi mente se apartaba del trabajo, el acercamiento continuo, inexorable, de Aquél con quien, tan encarecidamente, no deseaba encontrarme. Al final, Aquél a quien temía profundamente cayó sobre mí. Hacia la festividad de la Trinidad de 1929 cedí, admití que Dios era Dios y, de rodillas, recé. Quizá fuera aquella noche el converso más desalentado y remiso de toda Inglaterra".

"Hasta entonces yo había supuesto que el centro de la realidad sería algo así como un lugar. En vez de eso, me encontré con que era una Persona".

Y el día que identifica a Jesucristo con esa Persona sabrá que ha dado su último paso, y lo recordará siempre:

"Me llevaban a Whipsnade una mañana soleada. Cuando salimos no creía que Jesucristo fuera el Hijo de Dios, y cuando llegamos al zoológico, sí. Pero no me había pasado todo el trayecto sumido en mis pensamientos, ni en una gran inquietud (...). Mi estado se parecía más al de un hombre que, después de dormir mucho, se queda en la cama inmóvil, dándose cuenta de que ya está despierto".

El problema del dolor

El ateísmo de Lewis había sido fruto de su pesimismo sobre el mundo:

"Algunos años antes de leer a Lucrecio ya sentía la fuerza de su argumento, que seguramente es el más fuerte de todos en favor del ateísmo: Si Dios hubiera creado el mundo, no sería un mundo tan débil e imperfecto como el que vemos".

Años después de su conversión, en 1940, Lewis escribe por encargo The problem of pain (El problema del dolor). Si Dios fuera bueno y todopoderoso, ¿no podría impedir el mal y hacer triunfar el bien y la felicidad entre los hombres? En esas páginas que se han hecho famosas, Lewis reconoce que "es muy difícil imaginar un mundo en el que Dios corrigiera los continuos abusos cometidos por el libre albedrío de sus criaturas. Un mundo donde el bate de béisbol se convirtiera en papel al emplearlo como arma, o donde el aire se negara a obedecer cuando intentáramos emitir ondas sonoras portadoras de mentiras e insultos".

"En un mundo así, sería imposible cometer malas acciones, pero eso supondría anular la libertad humana. Más aún, si lleváramos el principio hasta sus últimas consecuencias, resultarían imposibles los malos pensamientos, pues la masa cerebral utilizada para pensar se negaría a cumplir su función cuando intentáramos concebirlos. Y así, la materia cercana a un hombre malvado estaría expuesta a sufrir alteraciones imprevisibles. Por eso, si tratáramos de excluir del mundo el sufrimiento que acarrea el orden natural y la existencia de voluntades libres, descubriríamos que para lograrlo sería preciso suprimir la vida misma".

Un "megáfono" de Dios 

Pero esto no muestra el sentido del dolor, si es que lo tiene. Ni demuestra que Dios pueda seguir siendo bueno cuando lo permite. Para intentar explicar este misterio Lewis recurre a la que quizá sea la más genial de sus intuiciones. "El dolor, la injusticia y el error -nos dice- son tres tipos de males con una curiosa diferencia: la injusticia y el error pueden ser ignorados por el que vive dentro de ellos, mientras que el dolor, en cambio, no puede ser ignorado, es un mal desenmascarado, inequívoco: toda persona sabe que algo anda mal cuando ella sufre. Y es que Dios -afirma Lewis- nos habla por medio de la conciencia, y nos grita por medio de nuestros dolores: los usa como megáfono para despertar a un mundo sordo".

Lewis explica que "un hombre injusto al que la vida sonríe no siente la necesidad de corregir su conducta equivocada. En cambio, el sufrimiento destroza la ilusión de que todo marcha bien".

"El dolor como megáfono de Dios es, sin la menor duda, un instrumento terrible. Puede conducir a una definitiva y contumaz rebelión. Pero también puede ser la única oportunidad del malvado para corregirse. El dolor quita el velo de la apariencia e implanta la bandera de la verdad dentro de la fortaleza del alma rebelde".

Lewis no dice que el dolor no sea doloroso. "Si conociera algún modo de escapar de él, me arrastraría por las cloacas para encontrarlo". Su propósito es poner de manifiesto lo razonable y verosímil de la vieja doctrina cristiana sobre la posibilidad de perfeccionarse por las tribulaciones.

¿Dios o las leyes de la naturaleza?

A Lewis le cuenta un amigo el caso de una pobre mujer que cree que su hijo sobrevivió a la batalla de Arnhem porque ella rezó por él. Sería cruel explicarle que, en realidad, sobrevivió porque se hallaba un poco a la izquierda o un poco a la derecha de las balas, que seguían una trayectoria prescrita por las leyes de la naturaleza.

Lewis responde que "la bala, el gatillo, el campo de batalla y los soldados no son leyes de la naturaleza, sino cosas que obedecen a las leyes. Y lo ilustra con este ejemplo: podemos añadir cinco dólares a otros cinco, y tendremos diez dólares, pero la aritmética por sí misma no pondrá un solo dólar en nuestros bolsillos. Eso significa que las leyes explican todas las cosas excepto el mismo origen de las cosas, y esa es una inmensa excepción".

Lewis concluye su argumentación con una deslumbrante comparación literaria:

"En "Hamlet" se rompe una rama y Ofelia cae al río y se ahoga. ¿Ocurre el suceso porque se rompe la rama o porque Shakespeare quiere que Ofelia muera en esa escena? Puedes elegir la respuesta que más te guste, pero la alternativa no es real desde el momento en que Shakespeare es el autor de la obra entera".

Los libros de su abuelo masón le hacían perder la fe



Los libros de su abuelo masón le hacían perder la fe:
retó a Dios y el Señor le respondió en misa

Publicado en ReL
Mauricio Sampietro nació en Uruguay, de familia italiana y ha vivido la mitad de su vida en Uruguay, el país más laicista de América, y la otra mitad en Colombia. En su adolescencia, leyendo los libros de su abuelo masón, dudó de Dios y lo puso a prueba. Y Dios respondió en una misa, con una canción. 

Experiencia de Dios en la Primera Comunión

"Mi papá era hijo de masón, papá se convirtió cuando se casó y se tomó muy en serio nuestra formación y nos envió a un colegio católico", explica Mauricio. "Para mí la Primera Comunión fue mi primera experiencia fuerte de Dios, que me marcó toda la vida. Las catequesis sobre la confesión, el amor a la Virgen, al Papa, a la Eucaristía, todo eso me marcó. Ese niño de 7 años sintió que Jesús estaba vivo"
"Yo iba a un colegio salesiano: yo quería, como Santo Domingo Savio, morir antes que pecar, estar siempre preparado". Quería ser monaguillo, vivir una fe infantil pero profunda, con juegos, catequesis, colegio, eucaristía, confesión... 

Pero a los 12 años, en los años 70, todos sus amigos empezaron a dejar de ir a misa y a cuestionarse a Dios. 

Los libros del abuelo masón

"Y yo empecé a leer los libros de mi abuelo masón: los de Freud, los de Marx y los de Nietzsche... Los leía con 12 años y los iba entendiendo. Uno negaba a Dios por las injusticias sociales, otro por razones psicológicas, otro decía que Dios estaba muerto. Mi cabeza aceptó esos mensajes, mi cabeza se hizo atea... pero mi corazón era católico y yo seguía yendo a misa y a veces me confesaba. Era una lucha interior, grande". 

Un día recé y le dije a Dios: "Si eres Dios, eres más fuerte que esos libros que leo, muéstralo". Y la respuesta llegó un tiempo después. 

Una canción que tocó su alma

"Acudí a una ordenación sacerdotal, llegué y me confesé con más profundidad, porque tenía una angustia más grande. Había muerto mi bisabuela, y me enfrentaba al tema de la muerte, la existencia efímera. Y empezaron cantando "Hacia ti, morada santa" y entonces vi que era real, que yo no iba a la tumba, sino a una morada santa, lo experimenté como tal, una certeza, una convicción -no sé si en la razón, el sentimiento, donde- de la existencia de Dios. Y estuve llorando toda la misa".

Volvió a la fe, empezó a ir a misa todos los días, el párroco lo animó a sumarse a los grupos del Rosario en la Parroquia. Las palabras de Jesús, "Ven y Sígueme", le llamaron. Exploró una congregación religiosa muy numerosa en Uruguay. Acudía con ellos a barrios pobres como catequista de bautismos y comuniones. También ayudaba en un servicio de misa por la radio y por televisión. Luego estudió filosofía y teología como laico. Siguió haciendo apostolados como laico. 

La universalidad de la Iglesia

Más adelante acudió a un encuentro con unos 5.000 sacerdotes en Roma, organizado por el padre Tom Forrest y la Renovación Carismática, con sacerdotes de todo el mundo. "Fue una gran experiencia de la catolicidad, para mí, vi la fe como algo universal". También le impresionó el encuentro de Juan Pablo II con los jóvenes en Buenos Aires en la JMJ de 1987.

"La vida es muy corta, Dios nos la ha dado para que se la entreguemos a él, para nada más. La experiencia de Jesús en tu vida hace que sea siempre nueva. Da la paz y alegría que no se agota, al seguirlo a Él, porque Él es real". 

La diferencia entre hombre y mujer no es únicamente construcción social



Un reciente estudio demuestra que es genética

La diferencia entre hombre y mujer no es únicamente construcción social


Revelan en un estudio datos contrarios a la ideología de género.



Seis grandes ventajas de la educación diferenciada



Niños y niñas por separado: Seis grandes ventajas de la educación diferenciada

Miriam Calderón de Actuall

El debate entre escuelas diferenciadas o mixtas vuelve a estar de actualidad tras el fallo del Tribunal Supremo Andaluz a favor de la educación diferenciada por sexo, y reconociendo su derecho a concierto, en nueve colegios de Andalucía.

1.     Enriquece las opciones educativas. El desarrollo de un modelo diferenciado viene a enriquecer las opciones educativas y, por tanto, potencian el derecho de los padres a elegir el modelo educativo que desean para sus hijos.

2.    Atiende a las problemáticas propias y específicas de cada sexo. La doctora en Derecho, María Calvo, asegura que “la meta es la misma para ambos sexos: alcanzar el mayor desarrollo personal y el mejor rendimiento académico posible, pero el camino para llegar a ella es diferente ya que niños y niñas son diferentes”.

3.    Facilita el éxito escolar. Al adaptarse a los ritmos de madurez y a los estilos de aprendizaje de chicos y chicas mejora los resultados académicos, contribuyendo así a reducir el fracaso escolar.

Proporciona mayor libertad a los niños y niñas para elegir asignaturas no asociadas a su sexo

4.    Amplia las opciones laborales. Proporciona mayor libertad a los niños y niñas para elegir asignaturas no asociadas a su sexo, ofrece mayor espacio a las chicas y contribuye a aumentar su autoestima, según un informe de la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural de la Comisión Europea.

5.     El ambiente escolar. Según la Asociación Latinoamericana de Centros de Educación Diferenciada (ALCED) “las chicas aprenden en un clima alternativo que rebaja la obsesión social y mediática por la estética y el culto al cuerpo”; por su parte, la principal ventaja para los chicos es que aprenden “en un entorno que filtra muchas de las actitudes anti académicas de la masculinidad” ya que “estudian en un espacio seguro que les permite desear, exhibir y combinar el éxito deportivo y el académico”.


6.    Excelencia académica. Los resultados académicos mejoran cuando chicos y chicas reciben una educación adaptada a sus particularidades evolutivas y psicológicas.

Los cuatro Papas del siglo de Jesucristo


Los cuatro  Papas del siglo de Jesucristo

Fueron mártires

Desde S. Pedro hasta la actualidad hay 266 Papas.
En ese primer siglo, todavía no se empleaba la palabra Papa y se consideraba como sucesor de Pedro, a la cabeza de los otros obispos, al obispo de Roma.

Durante el gobierno  de estos primeros papas, en pocos años,   la Iglesia se expandió por todo el entorno del Mediterráneo, del Imperio Romano. Teniendo en cuenta el perfil humano de los primeros Doce Apóstoles esta expansión solo se explica por la milagrosa y contínua intervención del Espíritu Santo. Se organizó la estructura organizativa mínima de obispos y diáconos. Hicieron frente a las primeras persecuciones.

En vida de estos primeros papas se terminó de escribir la Biblia, su parte definitiva, el Nuevo Testamento, por los cuatro Evangelistas, Los Hechos de los Apóstoles y las Cartas pastorales de Pablo, Pedro, …

Sufrieron persecuciones por parte de los judíos y de los emperadores Romanos: Nerón, Domiciano y Trajano.

San Pedro murió crucificado en Roma bajo el mandato del Emperador Nerón. 
Estos fueron los tres primeros sucesores de Pedro, elegido por Jesucristo como cabeza de su Iglesia y de los Doce Apóstoles:


San Lino,  (67-76)

Todos los antiguos registros de los obispos romanos, que nos han sido transmitidos por San Ireneo, Julio Africano, San Hipólito, Eusebio de Cesárea, también el catálogo Liberiano del 354, colocan el nombre de Lino directamente después de San Pedro.

Nacido en  Volterra (Italia), fue elegido Obispo de Roma en  el año 67. Murió martirizado 76. Enterrado cerca de San Pedro. Creó los primeros quince Obispos. Durante su pontificado fueron martirizados los evangelistas Marco y Lucas.
Hace mención de Lino  el Apóstol Pablo en aquellas palabras de la Carta a Timoteo: "Te mandan saludos Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos" (2 Timoteo 4,21)

Una tradición dice que su padre fue Herculano, y su madre aquella misma Claudia, cuyo elogio hace el Apóstol San Pablo escribiendo a Timoteo desde la prisión nueve o diez meses antes de su muerte; lo que da motivo a creer que toda aquella ilustre familia había abrazado el cristianismo durante las apostólicas excursiones que San Pedro y San Pablo habían hecho por toda Italia.


San Anacleto (Cleto), Roma (76-88)
Hoy la Iglesia en su catálogo de la sucesión apostólica sigue la lista y el orden ofrecido originalmente por Ireneo de Lyon en el año 180, y menciona solamente como a una misma persona a Anacleto también llamado Cleto
Elegido en el 76,  murió en el 88 mártir. Fijó las normas para la consagración de los Obispos. En el barrio Vaticano, cerca de la tumba de san Pedro, hizo construir un oratorio destinado a la sepultura de los mártires. Prescribió la forma de los hábitos eclesiásticos.
Anacleto era de origen romano, hijo de Emiliano, nacido en la calle Patricia de la región o barrio quinto, y habiéndole convertido a la fe el Apóstol San Pedro se hizo discípulo suyo, fue ejemplo y modelo de todo el clero de Roma.
Con su afabilidad conquistaba los corazones de todos, hasta de los mismos paganos. Tenía San Pedro tanto aprecio a Anacleto, que se cree, y con razón, haberle escogido juntamente con  Lino, no sólo para trabajar a su visita en Roma y sus contornos, como los demás cristianos, sino también para que en su presencia gobernasen aquella primera Iglesia del mundo.

San Clemente I (88-97)
Romano. Mártir. Elegido en el 88, murió en el 97.
Exiliado por el emperador Trajano del Ponto, fue arrojado en el mar con un áncora al cuello. Restableció el uso de la Confirmación según el rito de san Pedro. Empieza a usarse en las ceremonias religiosas la palabra Amén.
Se le considera el primero de los Padres Apostólicos.
Escribió una carta a Los Corintios, que es el documento Papal más antiguo que se conoce (después de las cartas de San Pedro). En esa carta da muy hermosos consejos, y recomienda obedecer siempre al Pontífice de Roma.
Fue desterrado por el emperador Trajano a Crimea (al sur de Rusia) y condenado a trabajos forzados a picar piedra con otros dos mil cristianos. Las Actas antiguas añaden que allá en Crimea convirtió a muchísimos paganos y los bautizó.
San Ireneo dice que Clemente vio a los apóstoles Pedro y Pablo y trató con ellos.






Los 36 Doctores de la Iglesia por orden cronológico




Cuatro son mujeres

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Los doctores de la Iglesia han ejercido una influencia especial sobre el desarrollo del cristianismo


con síndrome de down: “él era el que cuidaba de nosotros”



El padre de Enmanuel, con síndrome de down: “él era el que cuidaba de nosotros”
Los médicos le dijeron que tal vez viviría solo un año: partió al cielo con 21 años
El actor José Manuel Rodríguez (Josema), muy popular en República Dominicana,  está sumido en el dolor con el fallecimiento de su hijo Enmanuel.
El joven de 21 años de edad, nació con síndrome de Down, murió luego de permanecer casi tres meses interno en la Plaza de la Salud luchando con una enfermedad cardíaca.
El actor desde hace unos días empezó a pedir que oraran por la salud de su hijo, siempre habló maravillas de ese ser especial que llegó a su vida para transformarlo a él y su familia.
A demás de Enmanuel, Josema tiene otros dos hijos.
Al nacer Enmanuel la vida de la familia del comediante se transformó y fue horas después que le comunicaron que padecía síndrome de Down.
Él no entendió nada, lloró, se enojó con Dios y llegó pensar muchas cosas.
Los médicos le dijeron que el niño podría morir al año, luego a los tres y el veredicto final fue a los seis. Josema, en medio del dolor, dice que Dios le regaló tenerlo hasta los 21 años.
Fue ese niño especial el que le dio alegría a su familia, que los unía en momentos en que quizás ellos estaban en desbandada.
 “Enmanuel fue un ser especial que nos llenó de alegría, su risa siempre anda en la casa”.
 “Yo pensaba que lo estaba cuidando, pero en realidad el cuidaba de nosotros, era la piedra angular de mi familia, él lo transformó todo”, dijo. Nunca vio la diferencia entre sus hijos, a todos lo ama por igual, y aunque sabía que tenía uno especial, ya que Enmanuel era tratado como si nunca padeció esa condición.
Con nostalgia dijo que la llegada de ese niño especial a la vida del actor José Manuel lo cambió rotundamente.
Su alegría y ternura hacían que hasta los momentos difíciles de ellos como familia se convirtieran en los más especiales.


Ejemplar declaración de arrepentimiento de un político



Ejemplar declaración de arrepentimiento de un político colombiano por el caso Odebrecht

En muchos países de América Latina se están siguiendo escandalosos procesos judiciales a políticos acusados de aceptar sobornos por la aprobación de grandes proyectos a la empresa Odebrecth.

Esta es  la ejemplar declaración del ex- Viceministro de Transporte y director del INCO  de Colombia, Gabriel García Morales, quien cedió ante los sobornos de dicha empresa:

“Hace más de 7 años me tocó enfrentarme a la decisión moral y profesional más importante de mi vida hasta ese momento. Tuve la oportunidad de tomar el camino correcto que aunque lleno de dificultades, me hubiera llevado a un mejor destino, pero no lo hice. Tome el camino equivocado. A pesar del esfuerzo, la educación y del ejemplo de mis padres, a pesar de los esfuerzos propios en educarme, a pesar de tener una esposa e hijos y familia  que me llenaban la vida. A pesar de todas esas bendiciones me dejé llevar por impulsos enfermos y cedí ante la tentación de una propuesta perversa, como aquel que sin brújula moral pierde el horizonte y desprecia la felicidad verdadera por las falsas promesas de felicidad material.

Por este camino de equivocación, destruí una historia familiar de felicidad y entrega recíproca, una historia de amor, esfuerzo y esperanza y la convertí en una tragedia para todos dejando en medio de la desolación más profunda a aquellos de los que solo recibí apoyo y amor incondicional. A todos ellos les destrocé el corazón.

Por este camino de equivocación, le falté a una comunidad a la cual solo le debo retribuciones desde mi nacimiento. Desconocí mis creencias y principios, y las cambié por el falso demonio de la compensación material.

Por este camino de equivocación, les hice daño a mis queridos hijos, quienes son las mayores víctimas de esta tragedia. Que doloroso es dañar a quien uno ama, a ese quien le ama a uno de esa manera gratuita. No hay penitencia más grave ni dolorosa que esa.
Hoy me desprecio y arrepiento por haber sido esa persona que tomo ese camino. Me arrepiento por el daño que causé y asumo las consecuencias derivadas de mis actos, con la única esperanza, firme convicción y propósito de reparar, en lo que esté a mi alcance, a los que sufrieron o se vieron afectados por mis errores. Me propongo en los días que me queden de vida dedicar mis esfuerzos y orientar mis actividades personales en ese propósito.  Ahora durante mi condena colaborando con la Fiscalía General de la Nación para que se sepa toda la verdad en mi caso. Y luego de cumplida mi condena, trabajaré con mi testimonio en el propósito de prevenir y concientizar a las nuevas generaciones de funcionarios y ejecutivos jóvenes para que no incurran en el error que yo cometí.


Les pido perdón a mis hijos, a mi esposa, a mi familia, a mis amigos verdaderos, a todos aquellos que fueron honestos compañeros de trabajo, y a los colombianos de buena voluntad por las implicaciones de mis actos. Asumo las consecuencias frente a la justicia y en lo personal apelo a la misericordia divina para que el señor, luego de este bautizo de fuego y pagar por este error, me dé la oportunidad de nacer de nuevo de su mano y me permita reparar, en sus condiciones, el daño causado.