Una casa para cada ciudadano


Una casa para cada ciudadano
Si las personas se unen a construir sus viviendas, aprenderán construyendo, crecerán aprendiendo y ascenderán moralmente viendo los resultados.
En primer lugar es necesario saber que en República Dominicana hay un déficit de un millón de viviendas. El bajo nivel de ingresos y los elevados costes financieros de los créditos hipotecarios hace que muchas familias dominicanas no puedan aspirar a tener vivienda propia y, otros muchos miles, en viviendas totalmente indignas.  
Haber vivido toda la vida en condiciones de pobreza y pertenecer a la orden religiosa franciscana, con su ideal de renuncia a lo material, así como lograr que miles de dominicanos vivan en condiciones dignas y en una casa propia, es el impulso que ha llevado al fraile José María Guerrero a crear la Fundación Futuro Cierto y a iniciar una campaña de donaciones para construir viviendas a personas de escasos recursos.
Oriundo de Higüey, fray José llegó a la comunidad El Caliche de Villa Duarte, en Santo Domingo Este, cuando tenía tres años, allí vivió de primera mano la pobreza, la marginalidad y las vicisitudes de coexistir en un barrio que cuando llueve “todo” se inunda, sin que ninguna autoridad gubernamental se interese lo suficiente para intentar resolver el problema.
Por eso la primera etapa del proyecto “Viviendas Dignas para los Pobres: todos por El Caliche de Villa Duarte” será iniciada en esa barriada levantada en una hondonada, con la reubicación temporal de unas 70 familias, que luego retornarán a lo que será su nuevo hogar.
Para lograr este objetivo la Fundación pretende recolectar entre 30 y 50 millones de dólares, a través de la donación de cada dominicano en cualquier parte del mundo. Aspiran recibir como mínimo 50 pesos al año de cada persona que escuche el mensaje, y de quienes residan en el extranjero 20 dólares o 20 euros.
“Los dominicanos podemos darnos aquello que los políticos nos han negado, durante toda la historia de República Dominicana, por ejemplo las viviendas”.
“Me he convencido en mis años de vida franciscana y sacerdotal que es inútil seguir esperando en las instituciones gubernamentales, ya que estas están dirigidas, en su mayoría, por personas sin conciencia y poco interesadas en el bienestar del pueblo, sino más bien en sus propios intereses”.
La campaña de donaciones será permanente, pero la Fundación la repetirá cada diciembre para incentivar la buena voluntad de mucha gente “que quisiera dar a los demás, pero no sabe cómo hacerlo”, a fin de reunir los recursos necesarios para dejar concluida la construcción de 100 edificios de tres niveles y con 12 apartamentos cada uno.
Los moradores de El Caliche contribuirán con la mano de obra del proyecto habitacional, que al final será suyo. Fray José considera que si en cada sector pobre las personas se unen a construir sus viviendas, o edificios de viviendas aprenderán construyendo, crecerán aprendiendo y ascenderán moralmente viendo los resultados.
“Queremos darles seguimiento a los padres para que, a través de un proceso de formación humana y técnica salgan de su situación de miseria”.
“Sabemos que es un proceso lento y difícil, pero si todos los hombres y mujeres de buena voluntad nos unimos, lograremos levantar una generación diferente, capaz de convivir sanamente, respetando la vida, los derechos de los demás y el medio ambiente; una generación dispuesta a luchar y mantener la paz”.


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