Fabio
McNamara: De icono de la "Movida Madrileña" y el infierno, a vivir en
la gracia de Dios. “A Cristo y a María siempre les he querido”
Gracias
a la insistente oración de su madre.
Agustín de Hipona se convierte en
San Agustín, gracias a las oraciones de su madre, Santa Mónica. Pero no es el
único caso, conocemos muchos más.
El propio Fabio contó que, cuando más perdido estaba, un
sacerdote le dijo a su madre: “Usted
rece, rece, que ya caerá, ya caerá”. Y cayó, cayó.
Fabio McNamara es un cantante, actor y artista
plástico español, nacido en
Madrid en 1957. Fue un artista relacionado con la subcultura surgida de la movida madrileña.
El mismo explica
que en aquella época, cuando era drogadicto y llevaba una vida gay, le
diagnosticaron el sida pero
ni siquiera eso le hizo cambiar de vida. Hasta que un ingreso hospitalario con
multitud de patologías asociadas al estadio avanzado de esa enfermedad
(tuberculosis, hepatitis C) le hizo ver la realidad: "Dios me puso
ahí para que me diese cuenta de que el mundo en el
que vivía no era bueno".
En la música: desde The Black Kiss Dolls a “Almodóvar y McNamara”,
En mayo-junio de 1982, poco antes del estreno de Laberinto de pasiones, la
revista Rock Spezial organiza un evento donde Pedro Almodóvar y Fabio
McNamara, junto a músicos como Carlos
Berlanga, Nacho Canut o Bernardo
Bonezzi ofrecen un concierto. Se
presentan como The Black Kiss
Dolls y su relativo éxito
propició algunos conciertos en los que fueron acompañados por éstos y otros
músicos, aunque la mayoría de las veces llevaban la música grabada. Más tarde
se cambian el nombre y se les conoce como Almodóvar
y McNamara, hasta la disolución del mismo en 1984.
Algo de Cine
En el cine su presencia ha sido pequeña, sin embargo su
interpretación en la ópera prima de Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del
montón (1980), donde
interpreta brevemente a Roxy Burton, un camello travesti que intenta ligarse al
cartero que llega a traer un telegrama para Bom, quedó en la retina de sus
seguidores para siempre. En principio su papel consistía simplemente en abrir
la puerta, sin embargo la hilarante e improvisada actuación de Fabio, bajo el efecto de las drogas, quedó tal
cual reflejada en el montaje final.
Pintura
En los últimos
años, Fabio se ha volcado en su producción pictórica, dentro de un estilo
colorista y transgresor próximo al pop art. Sus temas
recurrentes son la iconografía religiosa y estrellas del cine como Marilyn Monroe. En 2010, ha presentado una
exposición en la galería La Fresh Gallery de Madrid. También en 2010 se ha publicado en
Hermida Editores su primer libro de pintura, Colorissimo, en el que se
resume su actividad pictórica desde los años 80 hasta el año 2010.
Conversión al catolicismo
En 2008 hace
pública su conversión al catolicismo,
reconociendo a Jesucristo como «el médico que te sana, el maestro que te
enseña, el amigo que nunca falla… Él te saca del fango, te limpia, te cura las
heridas, te colma de riquezas y te garantiza una vida a su lado para siempre»,
y que es «de misa y comunión diaria».
Este hecho supone una ruptura con el entorno social en el que se había gestado
y desarrollado la movida, vida en la
cual reconoce que «Vivía alienado, bajo los efectos de un
montón de sustancias. Y buscaba la felicidad donde no estaba: en la droga, en
el sexo, en la fama.
Libro de memorias
En 2014, la
editorial Espasa publicó Fabiografía, libro
autobiográfico o de memorias,
Vale la pena
reproducir la entrevista que le realiza
Gonzalo Altozano en el Semanario Alba, hace unos años:
¡Qué cambio
el suyo! ¿Cómo lo explica?
-Bueno, el Señor vino a buscar a los que andaban perdidos. Y más perdido
que yo…
-¿Tan mal estaba?
-Vivía alienado, bajo los efectos de un montón de sustancias. Y buscaba la
felicidad donde no estaba: en la droga, en el sexo, en la fama…
-¿Dónde la ha encontrado?
-En Jesucristo. Él lo es todo: el médico que te sana, el maestro que te
enseña, el amigo que nunca falla…
-Los amigos de cuando la Movida, ¿le han fallado?
-Aquel era un mundo falso. Más que amigos, había intereses. Era difícil
encontrar alguien que te quisiera por lo que eras. Cuando dejabas de ser joven
y guapo te daban una patada.
-¿Y Cristo?
-Él no. Él te saca del fango, te limpia, te cura las heridas, te colma de
riquezas y te garantiza una vida a su lado para siempre.
-La salvación eterna…
-¡Es lo único que importa! ¿De qué te sirve lo que el mundo pueda darte, si
esto pasa rapidísimo? ¿Para qué tanto rollo?
-¿Qué otras cosas son importantes?
-Rezar el Rosario. Hacer lectura espiritual y meditación. Adorar al Santísimo.
Ir a misa. Comulgar.
-¿Con qué frecuencia lo hace?
-Todos los días. Si estás en Gracia de Dios, ya puede hundirse el mundo.
Por eso, si peco, no pasan veinticuatro horas sin que me confiese.
-Oye misa en una iglesia que está a varias paradas de metro de su casa.
¿Por qué?
-Porque tienen al Santísimo expuesto todo el día. Y porque dan clases de
Teología y unas charlas que son superinteresantes.
-Es importante la formación, ¿no?
-¡Hombre, claro! Es que para ser cristiano hay que conocer la vida y doctrina
de Cristo. Y conocerla bien.
-¿Qué está leyendo ahora?
-Últimamente sólo leo -y releo- a María Valtorta, una mística italiana que
murió en 1961.
-Antes hablaba de la Gracia. Descríbala. ¿Se atreve?
-Estado narcótico del espíritu sin efectos secundarios. Lo único que
produce es santidad. Hace que relativices los problemas. Pone a tu disposición
la sabiduría de Dios. Ayuda en todo.
-¿En pintura también?
-También. Porque es Él quien te dirige y se manifiesta a través tuyo.
-Pinta, sobre todo, vírgenes y cristos.
-Antes, cuando vivía así, un poco mal, a lo loco, también lo hacía.
-¿Con respeto?
-Siempre. Aunque no estaba en Gracia, a Cristo y a María siempre les he querido. Y ese amor quedaba
reflejado en mis cuadros.
-¿Qué pensaba entonces cuando se acordaba de ellos?
-”Que tengan compasión de mí”.
-Parece que la han tenido.
-Lo que han hecho el Señor y la Virgen conmigo ha sido un milagro. Y doble.
-¿Doble?
-Sí, porque me han curado el cuerpo y, lo que es más fuerte, más difícil,
el alma.
-Para que un alma se convierta…
-Tiene que sufrir mucho y querer curarse. En mi caso fueron de gran ayuda
mis padres, que tanto rezaron por mí.
-Oiga, ¿y no echa de menos la vida loca?
-Para nada. Lo de sexo, drogas y Rock and Roll que se lo cuenten a Pepita.
Buscar a Dios, conocerle, amarle… es lo único que importa; lo demás, una
pérdida de tiempo.
-¿De verdad no se aburre?
-Si para buscar a Dios tienes que aburrirte, pues te aburres. Y si para
encontrarle tienes que sacrificarte, pues te sacrificas. Y si para estar con Él
tienes que dar la vida, pues la das, como los primeros cristianos.
-O sea, que no es cuestión de aburrirse o divertirse.
-No. Pero es que es imposible aburrirse de Dios; con Él siempre estás
aprendiendo.
-Hace años no le daba vergüenza subir a un escenario; ahora no se la da
hablar de Dios.
-¡Pero cómo me va a dar vergüenza, si ha dado su vida por mí! Es como
cuando quieres mucho a una persona: que sólo piensas en ella, sólo hablas de
ella.
-¿Le pasa con Dios?
-Sí, ya sólo quiero pensar en Él, hablar de Él.
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