Los colegios
cristianos de Colombia se rebelan ante la fuerte ofensiva de la ideología de
género.
Las asociaciones consideran “inadmisible la intervención
Estatal desmedida”
Los centros católicos reivindican la autonomía
educativa y el derecho fundamental de los padres a escoger el tipo de educación
que recibirán sus hijos.
La Mesa Nacional de Educación Privada de
Colombia ha emitido una petición dirigida al Ministerio de Educación Nacional
para rechazar la revisión de los manuales de convivencia y asegurarse de
que no son discriminatorios e inclusivos con la ideología de género.
En el comunicado, las diferentes asociaciones de colegios reivindican la autonomía
educativa y el
derecho fundamental de los padres a escoger el tipo de educación que recibirán
sus hijos.
La comunicación se da en respuesta a una
encuesta que envió el Ministerio de Educación Nacional a todas las
instituciones educativas del país como primer paso para emprender la reforma de
los manuales que ordenó la Corte Constitucional en la sentencia T-478 de 2015 y
así introducir la ideología de género.
La encuesta se ha diseñado conjuntamente
por la organización Colombia Diversa, promotora de la agenda
LGTBI en el país, y
el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Cualquier trato diferenciado entre niños y
niñas será considerado discriminatorio. En este sentido, los estudiantes podrán lucir
los uniformes indistintamente e incluso trasvestirse.
Además, toda demostración de afecto entre estudiantes deberá ser permitida.
Bajo estas pretensiones, ningún
colegio católico o cristiano podrá seguir inculcando a los estudiantes los
valores en los
que fue fundado.
La imposición LGTB afecta a los principios
fundamentales.
El documento, que aún no está finalizado,
dicta parámetros de trabajo relacionados con el trato y los derechos de
esta comunidad desde
el ámbito institucional.
Los colegios privados afirman que esta
imposición de la ideología de género afecta a los principios fundamentales
como la autonomía institucional, la libertad de cátedra, libertad de cultos, la
libertad de opción de los padres de familia frente a la educación que desean
para sus hijos, y en general los derechos de los estudiantes.
Las asociaciones consideran “inadmisible la
intervención Estatal desmedida” al exigir reformas “que contravienen
derechos fundamentales, principios, valores y hasta creencias”
Igualmente, los
rectores piden que se defienda “el derecho Constitucional a recibir una
formación integral en valores humanos y morales” para los estudiantes,
aunque implique promover una educación confesional, como hacen muchos
colegios.
Las asociaciones consideran “inadmisible la
intervención Estatal desmedida” al exigir reformas “que contravienen
derechos fundamentales, principios, valores y hasta creencias legítimamente
reconocidas por la Constitución Política”.
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