Polonia
se resiste a aceptar la presión de le UE respecto a la vida y la familia.
Polonia
cuenta con una de las tasas más bajas de violencia doméstica y acoso sexual de
toda Europa
El Brexit de Gran Bretaña hacia la UE no es
más que un botón de muestra del desencanto de muchos países y ciudadanos
europeos con una Europa que trata de imponer no solamente el unitarismo
económico, sino el unitarismo cultural.
Por eso no es de extrañar que el
Papa Francisco propongo otro estilo, otro tipo de unidad.
Polonia
se resiste a aceptar la presión de le UE para imponer una política de la
vida y la familia que se opone a la opinión de la mayoría de los polacos.
El comisario europeo de Derechos Humanos instó
la semana pasada a Varsovia que despenalizara el aborto y eliminara la objeción
de conciencia para los médicos. Pero el Gobierno de Beata Szydło no acepta esa
injerencia y dice No a la ofensiva abortista.
La respuesta del gobierno polaco
no se ha hecho esperar y acusan al Comisario de extralimitarse en sus funciones
y de interpretar de manera sesgada las leyes polacas y las propias funciones de
la Comisión de los Derechos Humanos.
«Las fuentes de la legislación
polaca se basan en su Constitución y están condicionadas además por un fuerte
respaldo de la sociedad y de su respeto por a la vida».
Para el gobierno de Beata Szydło,
la primera ministra polaca, el informe de la Comisión tan sólo se dedica a
repetir las quejas de algunas organizaciones favorables al aborto que apenan
tienen voz en la sociedad debido al rechazo que existe en Polonia al aborto.
Sin embargo, se ha hecho caso
omiso a la información que proporcionó el propio gobierno polaco a la Comisión
para el informe. Polonia acusa al Comisario Nils Muižnieks de realizar un
informe ideológico, «sesgado» y «fuera de lugar».
Hay que tener en cuenta además
que Polonia cuenta con una de las tasas
más bajas de violencia doméstica y acoso sexual de toda Europa. Y que,
según datos de la OCDE, la brecha salarial entre hombres y mujeres en el país
es una de las más pequeños de toda Europa: un 10,6%, lo que significa que es
más baja que en Alemania, Países Bajos, Suecia o Noruega.
Además, cabe recordar a raíz de
este informe que en la agenda de la ONU está la promoción del aborto y que se
considera como «tortura» el hecho de que este sea ilegal. Es más, según
reconoció en un artículo la propia institución, el Examen Periódico Universal
que realizan de forma periódica a los países pertenecientes a la ONU lo utilizan para promover el aborto,
la eutanasia y la ideología de género.
Tres prácticas a las que Polonia
se opone y por las que se enfrenta junto a Hungría a la UE y a la ONU.
Otra de las acusaciones que se
hace en el informe, elaborada por la filial europea de Planned Parenthood, la
multinacional abortista acusada de vender órganos de fetos abortados, es que en
Polonia no se permite el acceso de las mujeres a ciertos anticonceptivos para
no tener que subvencionarlos.
A esto, el gobierno polaco
responde que la única intención de Planned Parenthood es obtener beneficios
económicos con la venta de esos fármacos.
Polonia también recuerda que
aunque se trate de la sección Internacional de la Federación de Planned
Parenthood «difícilmente se puede interpretar como una fuente imparcial». El interés de esta multinacional por
promocionar el aborto y los anticonceptivos la convierten en una fuente
demasiado implicada.
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