¿Tienes clara la conciencia? Pregúntale al Catecismo.


¿Tienes clara la conciencia? Pregúntale al Catecismo.

El Catecismo es una de las fuentes para educar tu conciencia.

El Catecismo abreviado (Compendio) está planteado en forma de  598 preguntas para hacerlo más atractivo. La lectura y consulta del Catecismo es una forma excelente de adquirir formación y explicar los “por qué” de la fe y la moral.
Ver en: http://www.vatican.va/archive/index_sp.htm

Al Catecismo podemos plantearle muchas de nuestras preguntas. ¿Qué nos dice el Catecismo acerca de la conciencia?
La dignidad de la persona incluye la rectitud de conciencia que supone la libertad y la correspondiente responsabilidad.

La conciencia recta y veraz se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra de Dios, las enseñanzas de la Iglesia y la asistencia del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de personas prudentes.
La conciencia debe seguir unas pautas de comportamiento que el Catecismo nos resume en tres normas.
A pesar de todo, la conciencia puede emitir juicios erróneos, en parte con culpabilidad personal.

Al final de cualquier decisión, el mejor juez que podemos tener es Dios que conoce perfectamente nuestra rectitud de intención y es Padre y misericordioso.

A continuación tienes los puntos del Catecismo abreviado sobre este tema, con la referencia a los números del Catecismo extenso. Vale la pena que los eches un vistazo:

372. ¿Qué es la conciencia moral? (1776-1780), (1795-1797)
La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla.

373. ¿Qué supone la dignidad de la persona en relación con la conciencia moral? (1780-1782), (1798)
La dignidad de la persona humana supone la rectitud de la conciencia moral, es decir que ésta se halle de acuerdo con lo que es justo y bueno según la razón y la ley de Dios. A causa de la misma dignidad personal, el hombre no debe ser forzado a obrar contra su conciencia, ni se le debe impedir obrar de acuerdo con ella, sobre todo en el campo religioso, dentro de los límites del bien común.

374. ¿Cómo se forma la conciencia moral para que sea recta y veraz?
(1783-1788), (1799-1800)
La conciencia recta y veraz se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve asistida por los dones del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación moral tanto la oración como el examen de conciencia.

375. ¿Qué normas debe seguir siempre la conciencia? (1789)
Tres son las normas más generales que debe seguir siempre la conciencia:
1) Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien. 
2) La llamada Regla de oro: «Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt 7, 12). 
3) La caridad supone siempre el respeto del prójimo y de su conciencia, aunque esto no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo.

376. ¿Puede la conciencia moral emitir juicios erróneos?
(1790-1794), (1801-1802)
La persona debe obedecer siempre al juicio cierto de la propia conciencia, la cual, sin embargo, puede también emitir juicios erróneos, por causas no siempre exentas de culpabilidad personal. Con todo, no es imputable a la persona el mal cometido por ignorancia involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un mal. Es necesario, por tanto, esforzarse para corregir la conciencia moral de sus errores.
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