La Iglesia, en nombre de sus millones de fieles, tiene el derecho y el deber ciudadano, respetuoso y democrático de impugnar una demanda cuando los derechos de las personas están lesionados: cuando ya se ha hecho el mal hay que denunciarlo para que no continúe ni se repita.
En el AM que aborda este tema, se cita -me parece que sin venir a cuento- el problema de la pederastia. Cualquier ciudadano tiene derecho, y debe ejercerlo, a denunciar a los pederastas. Los fieles rechazamos la pederastia pero, no somos ingenuos y sabemos que hay más fuera de
Para cortar la epidemia de embarazos en adolescentes, tanto
Javier Ordovás
Economista
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